Los anticomunistas cubanos excluidos por violentos

Fernando Ravsberg*

Las autoridades cubanas denuncian que aun hoy llegan desde Miami infiltrados a realizar actos violentos.

HAVANA TIMES — La captura de cuatro anticastristas infiltrados desde Miami con la supuesta misión de atacar unidades militares pone de relieve la situación de una veintena de cubanoamericanos, que al salir de la cárcel en Cuba son considerados por Washington personas no gratas.

Tomás Ramos quiere que se revea su caso porque asegura que el no mató a nadie ni realizó actos terroristas

Uno de ellos es Tomás Ramos, viejo militante del anticastrismo, cuyo historial incluye varias infiltraciones a Cuba y largas condenas de prisión. “Vine a sublevar unidades militares y promover un golpe de estado. En Miami me aseguraron que había contacto con oficiales de Cuba dispuestos a rebelarse”.

Tomás Ramos quiere que se revea su caso porque asegura que el no mató a nadie ni realizó actos terroristas.

Trabajó coordinado con un oficial de la CIA que le prometió la ciudadanía de los EEUU. Sin embargo, fue detenido y al salir -18 años después- las cosas habían cambiado tanto que en la sede diplomática estadounidense le negaron la visa aduciendo que tiene un pasado violento.

“La que me atendió fue una jovencita que no conoce nada de la historia de los cubanos, una estúpida. Le expliqué que antes todos éramos elementos de acción y que a mí me había mandado para aquí el Coronel Frank Sturgis de la CIA”, dijo Tomás.

El Coronel de la CIA Frank Sturgis, que coordinaba las acciones de Ramos, estuvo también implicado en el caso Watergate.

Se consultó con la Sección de Intereses de Washington en La Habana (SINA) sobre la situación de estos cubanoamericanos excluidos de visado pero no obtuvimos una respuesta de los diplomáticos.

“Yo entiendo que los americanos tienen derecho a recibir a quien quieran y que la política es sucia pero cuando me negaron la entrada a los EEUU me sentí decepcionado y traicionado”, dice Ramos y nos cuenta que su madre está sola en un asilo de Miami.

No comprende la nueva política de Washington porque “yo soy anticomunista y considero que todo lo que se haga contra el comunismo es legal. Además, yo no maté a nadie para que ahora me digan que soy terrorista y que por eso no puedo entrar a los EEUU”.

Cuba puso tras las rejas a supuestos paramilitares provenientes de La Florida.

“Yo vine aquí a buscar medios para producir un golpe de estado, a tumbar el comunismo. Mi última misión incluía derribar la torre de comunicaciones del hotel Habana Libre para eliminar el bloqueo que impide la recepción de TV Martí”, nos dice.

Para esos planes se entrenó en los Everglades de La Florida, en los campamentos del Partido de Unidad Nacional Democrática. Recuerda que “el Coronel Frank Sturgis era muy humano y cumplidor de su trabajo, el me ayudaba con algún dinerito y yo lo ayudaba a él”.

“Lo único que lamento es que haya muerto porque si estuviera vivo yo no estaría en Cuba, sino al lado de mi madre. Ni la CIA ni el gobierno de EEUU me enviaron, yo quise venir pero Sturgis me aseguró que cuando regresara me darían de inmediato la ciudadanía”.

Sobre los cubanoamericanos recién capturados asegura que “son 4 verracos, que alguien los utilizó. Infiltrarse en Cuba hoy es una estupidez, es mandar gente al matadero. Yo aprendí que los comunistas se hacen fuertes cuando son atacados militarmente”.
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