Guarapo para refrescar en Cuba

By Kaloian Santos Cabrera  (Progreso Semanal)

HAVANA TIMES — Para mitigar el calor cubano no hay nada como llegar a una guarapera y degustar una jarra bien fría de guarapo con pedacitos de hielo triturado.

El jugo de la caña de azúcar es un energizante natural rico en proteínas y calorías (por supuesto, para los diabéticos, es una bomba).

El proceso de extracción del jugo es simple y es un acto que se hace generalmente a la vista de todos.  Es más, forma parte de la propia mística de una guarapera observar cómo se pela la caña y luego pasa por un par de cilindros dentados de una sencilla maquinaria que lleva por nombre trapiche.

Luego el jugo se cuela para extraer los pedacitos de bagazo y está listo para servir.

¡Atención! Debe tomarse enseguida porque a los pocos minutos comienza a tornarse oscuro el jugo y va perdiendo el sabor. Es por esa razón que las industrias no han podido embotellar el guarapo y comercializarlos como hacen con el aguardiente, otro derivado de la caña de azúcar.

Aunque lo más conocido es el guarapo frío, hay quienes prefieren agregarle un chorrito de ron para hacerlo más potente. Cuentan que en las exiguas madrugadas de invierno los campesinos suelen ingerirlo tibio, acabado de salir del trapiche, en forma de infusión.

Hace par de siglos las guaraperas eran casi exclusivas de los pequeños bateyes esparcidos por la Isla. Era la bebida popular que durante la molienda azucarera tomaban los trabajadores para afrontar las largas horas de la contienda.

Hoy las guaraperas son estaciones populares diseminadas por campos y ciudades, pues abunda la caña de azúcar y es fácil armar un trapiche.