Clandestina, una tienda a contracorriente en la Habana Vieja

Vicente Morín Aguado

HAVANA TIMES — La tienda de diseño Clandestina ha superado la difícil prueba del tiempo. Inaugurada en febrero del pasado año, su gestora, Idania del Río asegura: “Somos auto sustentables, pagamos todas las obligaciones y aunque falta para recuperar las inversiones, pasamos de 4 a 10 trabajadores”.

Una mirada atenta apunta hacia el total distanciamiento con el comercio de bienes culturales predominante en este sector llamado Imagen Cuba.

¿Por qué Clandestina?, la respuesta define al proyecto, determinado a vender lo que Idania llama un nuevo concepto de souvenir cubano: “Mi amiga y compañera de la aventura, Leire Fernández, del país Vasco, ama los filmes de Fernando Pérez, de ahí Clandestinos, pero siendo mujeres, además, emprendiendo un propósito a contracorriente, de alguna manera somos clandestinas.”

La tienda tiene una excelente ubicación junto al parque Cristo, en la calle Villegas, esquina a Teniente Rey, oficialmente identificada con el nombre de Brasil. Entrar es deleitarse con el concepto de diseño impulsado por estas dos mujeres, la cubana graduada del Instituto Superior de Diseño (ISDI), la vasca, filóloga y publicista: “Es una combinación muy buena, Leire el concepto, yo la imagen, aunque todo es compartido.”

¿Cuál es la idea, esa definición plasmada en imágenes? -Idania responde: “Se trata de un producto cultural comercializable, definir a la Cuba contemporánea, la frescura juvenil. No copiamos de marcas famosas, tampoco la llamada« Imagen Cuba» de las tiendas estatales, desactualizadas o sus miméticas representaciones en los mercados de artesanos cuentapropistas.”

Efectivamente, no se aprecia nada de las infinitas copias del Che estilo Korda, las gorras del Comandante o los autos estadounidenses antiguos, entre muchas imágenes aburridas que pueblan los circuitos dirigidos al turismo. En Clandestinas es posible chocar con mensajes nuevos: Los cubanos no les tenemos miedo al calentamiento global. No soy demasiado viejo para amar. Soy mamey, sirvo para batido. En carne viva, ¡viva la carne!…

Venden carteles, camisetas, sombreros, jabas, llaveros, abanicos, almohadas, bolsas, juguetes, en fin, un creciente número de artículos a precios competitivos. Del tema aclara la cubana al frente del diario quehacer de su comercio:

“Valoramos los precios a nuestro alrededor, buscamos un equilibrio sin desvalorizar al arte. Los clientes comienzan en el barrio, se agregan turistas que pasan, en especial nos satisfacen los cubanos que están a punto de viajar al extranjero y vienen buscando un regalo distinguido para llevárselo como algo propio de su Patria.”

De la fluida conversación con esta atrevida diseñadora copio sus dificultades para trabajar, aunque asegura que “de la parte estatal, hasta hoy no ponen trabas”-, realmente el cronista entiende que lo difícil está en el país, inadaptado a las nuevas formas productivas que pretende impulsar, algo nos aclara Idania: “Algunas materias primas son caras, por ejemplo, tintas cerigráficas, las compro en el extranjero”-, discretamente obvio detalles sobre tan peliagudo asunto.

¿Cómo enfrentan el trabajo? ¿Aceptan propuestas ajenas? : “Si -contesta la entrevistada- recibimos proposiciones de diseñadores prestigiosos como Nelson Ponce y Gustavo Lara por solo citar dos nombres, aunque el grueso del trabajo parte del propio colectivo de Clandestina.

Siendo graduada de la máxima academia de diseño en nuestro país, vale la pena saber si los años universitarios valieron a la hora de la verdad:

“La formación del ISDI es muy buena, muy técnica, de mis estudios conservo algunas herramientas que ahora aplico, aunque creo que los programas andan bastante alejados de la cultura. De cualquier manera es un error creer que todo se aprende en la escuela.”

¿Publicidad, nuevos caminos por andar?

“Buscamos un canal publicitario diferente, acorde con nuestros conceptos. Pronto lanzaremos la primera campaña, basada en ropa reciclada. Ya veremos. De momento tenemos una página en Facebook: CLANDESTINADECUBA, así como la web www.clandestinacuba.com.”

De especial interés es precisamente la línea de supra reciclaje, internacionalmente conceptualizado con la palabra inglesa upcycling. Su resultado se aprecia en los llamados Vintrashes. Compran ropa en las aquí popularmente llamadas “trapichopins”, mezcla y corrupción idiomática derivada de trapo y shoppings. La ropa desvalorizada se convierte en oferta atractiva gracias al arte.

En la calle Villegas, esquina a Teniente Rey, con el vetusto panorama del parque Cristo en frente, espera a cubanos y visitantes una propuesta de Souvenir cubano contemporáneo, fresco, diferente, lejos del panfleto,  de la consigna.

Principal promotora de un proyecto meritorio del éxito, Idania del Río no teme a los retos del presente en su país:

“El diseño es mi vida, mi pasión, es algo complejo, necesita del arte, de la industria, de la tecnología, para salirse de la computadora. Yo trato de potenciar el valor del diseño en la sociedad cubana.”

Vicente Morín Aguado: muchasemes@outlook.com

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

El Estado cubano no tiene nombre de mujer

Creo con seguridad que en este tiempo el Estado cubano se ha quitado finalmente la…

  • Cuba
  • Opinión

De la disidencia a la oposición: el camino a Villa Marista

Villa Marista simboliza cómo el régimen cubano percibe la disidencia: un virus que debe erradicarse...

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.