Che y Chávez en aromas inexplicables

Progreso Semanal

HAVANA TIMES — Un despacho de AP trae una noticia que a más de uno ha levantado de su silla esta mañana, en Cuba y fuera de aquí. “No puede ser cierto”, supone inmediatamente un usuario en Facebook. Cubanos de cualquier credo político han quedado sorprendidos ante el reporte que da a conocer el surgimiento de dos nuevas marcas para perfumes producidos en el país, con fórmula francesa, por la empresa estatal Labiofam.

Lo curioso de la información, que ha tenido amplia repercusión en medios internacionales –y ninguna hasta el momento en medios de comunicación cubanos-, es que estos nuevos aromas están representados por los nombres de “Ernesto” (Che Guevara) y “Hugo” (Chávez Frías).

“Van a ser perfumes muy atractivos, pero el nombre para nosotros significa (también) mucho”, dijo a la AP Isbel González vicepresidenta de investigación y desarrollo de Labiofam, la mayor empresa cubana dedicada a la producción de compuestos naturales para usos médicos, de alimentación y cosméticos.

Y como se sabe que todo juego con símbolos entraña también un acto simbólico, no han demorado las interpretaciones. Las más diversas reacciones entre personas informadas sobre el particular van desde el sarcasmo hasta la consternación; desde la burla hasta la ira. La mayoría de las discusiones en las redes sociales, por ejemplo, se enfocan a interpretar la carga ideológica de esta decisión comercial.

En Cuba no es inédito el uso de la reputación de ciertas personas para representar productos. Durante décadas se ha comercializado la línea cosmética Alicia Alonso, creada con la anuencia de la Prima Ballerina Assoluta, en pleno uso de sus facultades. Asimismo existe la vitola de tabaco Vegas Robaina, en honor de uno de los más importantes productores de la hoja en Cuba.

Pero ante la creación de “Ernesto” y “Hugo” no han sido pocos los que notan que el ballet tiene mucho más en común con el ornamento y la perfumería, que las biografías de dos figuras políticas vinculadas de manera tan esencial con la historia de la Revolución cubana.

Las imágenes del Che Guevara y de Hugo Chávez, dos innegables líderes y mitos de las causas populares, desaparecidos físicamente, están sometidas de forma sostenida a campañas difamatorias y de banalización a través de medios de comunicación de enorme capacidad de influencia en el mundo contemporáneo.

¿Cuáles son entonces los resortes de esta acción de mercadeo bastante insólita en la Cuba que se sigue proclamando socialista? ¿Se trata simplemente de una iniciativa de un grupo de empresarios perseguidores del rendimiento del capital? Si así fuera, ¿cómo interpretar que este grupo decisor no sienta ya los mismos escrúpulos que hace solo pocos años produjeron más de un debate en el que se criticaba el uso comercial de esos mismos símbolos?

“Se acabó”, escribía un usuario en Facebook esta mañana, mientras compartía la nota firmada por la corresponsal de AP en Cuba Andrea Rodríguez. Una frase tan abierta que rezuma muchos significados.

Una usuaria panameña comentaba en esa misma red social: “en Panamá lanzaron uno llamado “Canal”. Lo hemos ignorado. El Canal ha sido motivo de luchas por generaciones. Debe entonces esta fragancia huele a sudor, lágrimas y sangre. Espero que Cuba no se deje llevar por caminos económicos equivocados.”

Sin aparente conflicto ético, el bioquímico de Labiofam que dirigió al equipo de diseño de los perfumes explicó que “no queríamos crear propaganda, sino rendirles homenaje y contribuir a que sus nombres perduren”. Un cuestionable favor si se considera que han elegido un formato bastante poco tradicional para hacer el tributo.

La mayoría de los cubanos apenas conocerá este debate debido al poco acceso a fuentes de información como Internet u otros medios de comunicación. Y si todo sigue su curso, pasarán unas cuantas semanas hasta que comience a exportarse o a venderse en la red minorista de comercio en divisas estos perfumes, contenidos en los frascos elegantes con los que sueñan los empresarios de Labiofam.

Cuando llegue ese momento, en que “Ernesto” y “Hugo” pueblen las vidrieras de los establecimientos, muchos ciudadanos cubanos interpretarán como “normal” una acción comercial que persigue ingresos en moneda “dura”, con un enfoque eficientista, en el que anidan valores sociales emergentes de dudosa estirpe.

Es probable que, en esas condiciones, ante los nuevos consensos, solo algunos se pregunten y exijan conocer cuáles son los límites éticos que el Estado impondrá a los actores económicos para conducir su mercadeo; pero probablemente no encuentren una respuesta clara.

Aquí la reacción del Consejo de Ministros al nuevo perfume.

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

15 años de prisión a la joven que transmitió las protestas

Se intenta suicidar en prisión Fray Pascual Claro Valladares al conocer su sentencia, de 10…

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

“Distorsiones” de moda en Cuba

Nada nuevo, pero resulta que la palabra se ha puesto de moda, y esta semana…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

San Antonio de los Baños, donde el humor dio paso al dolor

Sin electricidad y sin acceso a la red de redes, así pasan los habitantes de…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.