A propósito del natalicio 165 de José Martí
Por Pedro Campos
Nadie en Cuba olvida la frase: “Martí autor intelectual del Moncada”, cuando en verdad Martí nunca hubiera hecho nada ni parecido a aquella barbaridad.
Aunque un análisis pormenorizado de las violaciones castristas al pensamiento martiano llevaría varios tomos, la lucha práctica por liberar a Cuba de tanto oprobio, demanda más bien que poco a poco, por capsulas, vayamos desgranando el fenómeno para su mejor comprensión.
Así se pretende en este artículo breve, mostrar las diferencias en un aspecto básico, meridiano del pensamiento martiano y del castrista en relación con el partido de la revolución y sus objetivos.
Las Bases del Partido Revolucionario Cubano, escitas por José Martí, expresan:
Artículo 5– El Partido Revolucionario Cubano no tiene por objeto llevar a Cuba una agrupación victoriosa que considere la Isla como su presa y dominio, sino preparar, con cuantos medios eficaces le permita la libertad del extranjero, la guerra que se ha de hacer para el decoro y el bien de todos los cubanos, y entregar a todo el país la patria libre.
La Constitución “socialista” de 1976 define en su también
Artículo 5– El Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacía los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacía la sociedad comunista.
Basta el análisis comparativo de estos artículos, que casualmente quiso la historia llevaran el mismo numeral, para comprender cuan distante está el ideario castrista del martiano.
Allí donde Martí precisaba que el objetivo no era convertir a Cuba en presa y dominio de un partido, la constitución castrista expresa tajantemente que el Partido Comunista es el encargado de organizar y dirigir la nación como fuerza dirigente del estado.
Donde Martí busca la soberanía popular, la capacidad de decisión colectiva del pueblo, el castrismo la secuestra para su partido único, comunista, marxista-leninista
Igual, allí donde Martí exponía que el objetivo del PRC era buscar la libertad del extranjero, el decoro y el bien de todos los cubanos y entregar la patria libre a todo el país, el castrismo se propone la construcción del socialismo, en su versión estalinista tropicalizada que por su naturaleza ha sido excluyente y antinacional.
En su intento por manipular el pensamiento martiano, en este artículo de la Constitución se llega a poner el pensamiento del Apóstol al lado de la ideología estalinista que esconde el marxismo-leninismo, idearios que están en las antípodas. Cuando Martí llama al amor, al entendimiento, a la solución pacífica de los conflictos; el marxismo-leninismo acude al odio y a la lucha entre clases sociales.
El marxismo leninismo, muchas veces se ha explicado, fue la intención estalinista de encontrar una solución de continuidad entre Marx y Lenin y de justificar todas las aberraciones de los comunistas rusos con supuestas doctrinas marxistas que nunca existieron como tales, usando frases aisladas u ocasionales del alemán.
No. El fidelismo, nada que ver con Martí. En sucesivos artículos iremos desmontando toda la falacia martiana del castrismo.
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