Mariel, ¿otra mesa modelo?

Ernesto Pérez Chang

Estudiantes y industria. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES — No sé si los lectores cubanos que rondan mi edad lo recuerdan. En los años 70 y aún en los 80, los comedores de algunas escuelas de la enseñanza primaria contaban con la llamada mesa modelo, solo para exhibición y, a veces, para uso de los estudiantes más destacados. Todos queríamos ganarnos el derecho a comer allí.

Apartada del resto, a la mesa modelo siempre la adornaban con el mejor mantel y sobre ella se colocaban flores, platos, vasos de cristal y cubiertos. El servicio era relativamente personalizado y el menú algo diferente del habitual.

En el otro lado del salón, a los alumnos se les servían los alimentos en rústicas bandejas y jarros de aluminio mientras la disciplina al comer era casi la misma que les exigen a los soldados en el ejército.

En las escuelas de la época también existía el aula modelo y el área de ejercicios, el laboratorio de ciencias y el huerto escolar, todos modélicos. Eran aquellos lugares atendidos con gran escrúpulo, hasta el punto de lo artificial. Espacios no habituales que los profesores reservaban para mostrar la mejor cara a los visitantes: delegaciones, funcionarios del gobierno y otras personas a las que se deseaba impresionar.

También existieron y existen escuelas completas, como la famosa Ciudad Libertad, antiguo Campamento Militar de Columbia, que eran verdaderos territorios de exposición, vastas vidrieras para ostentar los avances en el sector educativo. Tan inmensas como frágiles.

Fuera del ámbito escolar, en todas las esferas de lo económico, político y social, se creaban sitios u objetos solo para ser exhibidos a foráneos.

La otra fachada. Foto: Juan Suárez

Si por un lado proliferaban los hacinamientos miserables bajo el puente de La Lisa o en los callejones más intrincados de La Güinera; por la otra se alzaba el reparto Camilo Cienfuegos o la Villa Panamericana, pequeñas ciudades para ripostar con orgullo cuando alguien criticaba el caos urbanístico de Alamar o la insalubridad de La Timba.

Existieron y existen cines, teatros, restaurantes, fábricas, hospitales y hasta talleres literarios que son verdaderos ejemplos de inmejorables prestaciones. Siempre son uno o dos de cada especie, solo para desviar la atención de centenares de cines, teatros, restaurantes, fábricas, hospitales y hasta talleres literarios en estado deplorable y con servicios sumamente deficientes.

A la par que se acometían proyectos absurdos y se alzaban construcciones horripilantes, se construía algo con características únicas para erigirse en paradigmas del buen sentido y la belleza. Incluso se abrió en los 80 una tienda modelo (abastecida como ninguna otra) en la calle Reina, en el edificio que hoy ocupa el Palacio de la Computación, otro emplazamiento modelo donde se brinda asistencia informática y conectividad, pero sin ningún efecto real. Visite el lugar y compruébelo.

El Puerto Mariel y Zona Especial de Desarrollo.

En Cuba cada cosa, lugar e incluso persona tiene su arquetipo de exhibición. Tenemos el artista plástico representativo, también el escritor, el músico, el deportista ejemplares. La cosechadora de caña, el central azucarero, el hombre de ciencias, el político joven, el niño salvado de las garras del monstruo y hasta la vaca Ubre Blanca. Solo juegue a mencionar algo y encontrará su prototipo perfecto y oficial.

Son como las buenas vestiduras que reservamos para las grandes ocasiones: siempre guardadas en el mejor lugar del guardarropa y con una misión muy similar a un arma de conquista. Pueden gritarnos feos y desarrapados por el día, no importa. En la noche, cuando nos enfundemos el esmoquin o las faldas de Pierre Cardin, lloverán las retractaciones.

Cuando observaba en la televisión las imágenes de la visita de algunos jefes de Estado a la zona especial del Mariel, cuando escuchaba sobre las bondades y beneficios que aportará al país, no pensaba en ese posible futuro de bienestar y en el final definitivo de los bolsillos vacíos y el hambre de muchos. Recordaba, en cambio, aquella mesa modelo, rutilante pero solitaria, que en la escuela solo era reservada para los alumnos ejemplares y para regocijo de algunos visitantes.

Articulos recientes:

  • Mundo
  • Noticias
  • SOS para Periodistas

Periodista mexicano Roberto Figueroa asesinado en Morelos

Figueroa fue secuestrado por hombres armados la mañana del 26 de abril después de dejar…

  • Foto del dia
  • Mundo
  • Noticias

Las bolsas del CLAP, Lara, Venezuela – Foto del día

Rogelio Mendoza de Venezuela tomó nuestra foto del día: "Las bolsas del CLAP" en Lara,…

  • Mundo
  • Reportajes

Las víctimas de esclavitud en Ecuador merecen reparación

Cientos de familias trabajadoras soportaron condiciones de salarios mínimos, explotación, falta de acceso a servicios…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.