Horizontalidad como estrategia: “tomar el Estado no lleva a la verdadera liberación” (II)

Por Dmitri Prieto

Marina con su hijo Camilo.

HAVANA TIMESContinuamos publicando la entrevista con Marina Sitrin, activista e investigadora norteamericana.Debemos primero crear relaciones liberadoras. Aun cuando sean pequeñas y con montones de fallos, pero primero comenzamos a cambiar el mundo donde estamos.”

HT: La izquierda mundial, hoy: ¿hay un futuro para la horizontalidad, o vivimos un retorno de modelos burocráticos “a lo siglo XX”: social-demócratas/autoritarios/estalinistas o de “market-leninism”?

Marina Sitrin: Justamente como en Argentina desde 2001, la mayor parte de la actividad organizativa toma hoy formas horizontales, y/o se puja por la horizontalidad. Creo que la mayor parte de los nuevos movimientos globales son también horizontales, y tratan de crear otra forma de poder y de cambio – por lo tanto, muy a contracorriente de los conceptos del leninismo, la social-democracia, el autoritarismo, etc.

Recientemente fui coautora de un libro basado en mi participación en algunos de los movimientos globales –y en particular Occupy Wall Street- así como en entrevistas con personas de los diversos movimientos –desde Grecia a España-, y encontramos que no sólo las personas pujan por relaciones y formas organizativas no-jerárquicas, ellas a veces hasta las llaman con el nombre de “horizontalidad”. (Ahora hablaré sobre los movimientos globales, y uso la primera persona del plural porque soy parte de ellos, ya sea en New York, Atenas, España, Bosnia o Brasil).

La idea de que podemos hacer cambios revolucionarios tomando el Estado y entonces logrando la liberación ya no hace resonancia entre la gente… ya no. No quiero decir que nosotros no deberíamos tomarnos el Estado en serio, o que de hecho no nos lo tomamos en serio –realmente solemos hacerlo con una terrible seriedad-, sino que como vía para el cambio mundial, como vía para el cambio dentro de nosotros mismos, el cambio de una estructura jerárquica por otra estructura jerárquica (sin importar las intenciones) no conduce a la liberación.

Debemos primero crear esas relaciones liberadoras. Aun cuando sean pequeñas y con montones de fallos, pero primero comenzamos a cambiar el mundo donde estamos, tomando nuestros puestos de trabajo, nuestros vecindarios, nuestras escuelas, etc. y entonces en el proceso creamos las relaciones y damos fuerza a los músculos de la auto-organización de modo que podamos continuar y entonces hacernos cargo del estado.

HT: ¿Tu vida, hoy? ¿Qué haces, qué buscas, qué te entusiasma?

Horizontalidad en la biblioteca.

MS: Mi vida, hoy. Bueno, contesto esta entrevista en medio de un receso de media hora mientras mi Camilo de 9 meses (sí, lleva su nombre por el sonriente revolucionario cubano) está en el otro cuarto jugando con su papá. Mi vida está llena de alegría de criar a Camilo; también está llena de retos por eso. La falta de tiempo y el agotamiento, para nombrar sólo los mayores.

Vivo en Alemania por su atención médica y enorme apoyo social para bebés, niñas y niños – algo que no tendría en Nueva York, por lo cual he tenido que abandonar esa ciudad. Suena extraño que pude obtener un doctorado en Leyes y un PhD, pero aún no puedo estar en posición como para poder apoyar a mi familia y tener buena atención médica – pero así es en EEUU, y eso es un tema para conversar otro día. Entonces, mientras estamos acá en Alemania, hago trabajo de apoyo y solidaridad con refugiados que han ido auto-organizándose para asegurar que no resulten reportados, y tener algo parecido a una vida con dignidad.

También paso parte del tiempo con los movimientos más autónomos, aquí pero principalmente en Grecia y en España. Y escribo. Mi próximo libro re-piensa el significado de los movimientos sociales, y desafía el marco teórico actualmente en uso, ofreciendo una expansión de la teoría hacia algo parecido a las “sociedades en movimiento”, tomando las palabras de Raúl Zibechi.

Me inspiran una y otra vez quienes crean nuevos mundos en sus relaciones y luchas cotidianas, tomando el control de sus fábricas y entre todos poniéndolas a andar, ocupando edificios -como en el barrio donde estoy en Berlín- para alojar refugiados, y aun los más pequeños actos de solidaridad y amor que vemos diariamente – sólo debemos mirar para verlos. Que una persona ayude a otra en lo más simple. Y, por supuesto, los movimientos masivos por la democracia real.

Pero, de hecho, son los actos de auto-organización colectiva, con horizontalidad, los que más me inspiran. Me imagino que sucede porque las veo como semillas de la nueva sociedad: el futuro en el presente, si se quiere.

HT: Un futuro para Cuba: ¿qué les deseas a nuestra gente?

MS: Para Cuba. Que la gente sea capaz de auto-organizar sus vidas juntos, de autogestionar, y lo que eso signifique para la gente. Para mí significaría horizontalmente y sin jerarquías. En Cuba, debe decidirlo el pueblo. Por supuesto, de modo emancipatorio, sin explotación ni opresión: por tanto, claramente sin capitalismo.

Marina in Havana.

Imagino que, como en otros lugares del mundo, esto llevaría tiempo, porque aun existiendo los derechos básicos en Cuba –y eso es algo enorme-, algo que no debe ser desestimado (pensando nuevamente en Detroit o en que tuve que irme de EEUU) es que Uds. no están acostumbrado/as a tomar y ejecutar decisiones en común con sus vecinos y compañeros de trabajo, en torno a todas las cosas de la vida o al menos la mayoría, – como la mayoría de nosotra/os en el mundo.

Entonces, hay que ejercitar el músculo de la democracia. Y, mientras se ejercita, prefigurar el futuro que Uds. desean, y entonces hacerlo suceder.

Esto puede parecer ambiguo, pero por cuanto no vivo en Cuba no es a mí a quien toca decirlo. Mi esperanza para Cuba, como para el resto del mundo, es una sociedad donde el pueblo decide su propio futuro, una sociedad libre de cualquier opresión o explotación.

Un añadido crucial. Cuba no es como el resto del mundo. Hay tantos derechos y necesidades básicas satisfechas que ya son fundacionales en la isla –como todo el mundo sabe- que sólo teniéndolos en mente, trabajando desde esa base, que yo puedo decir todo lo que he dicho por el momento. Como otros ya han dicho en Cuba, “Hagamos Nuestra la Revolución”, trabajando desde la base que ya está ahí y continuando.

¡Gracias, Marina!

 

 

Articulos recientes:

  • Mundo
  • Noticias

Israel ordena a 100.000 palestinos evacuar el este de Rafah y más noticias internacionales

Presentamos las noticias internacionales en breve recopilada por Democracy Now el lunes 6 de mayo de 2024.

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

La pregunta de René González (de “los cinco”)

“¿Alguien sabe cuántas personas realmente producen valor en Cuba, y a cuánto vago por cabeza…

  • Mundo
  • Nicaragua
  • Reportajes
  • Segmentos

José Mulino, delfín de Martinelli, gana en Panamá

Mulino reemplazó al expresidente Ricardo Martinelli, que está asilado en la Embajada de Nicaragua tras…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.