En Cuba hay más potencial para la democracia que en Alemania

Por Yusimí Rodriguez

Tobias pertenece a la Juventud Comunista Alemana. Comenta aquí sobre su país y sobre el sistema en Cuba.

HAVANA TIMES — Cuando pensé entrevistar a Tobias y Stefan, dos jóvenes alemanes que pasan una breve temporada en nuestro país, esperaba que al ver en Cuba un espejo de lo que pudo ser su futuro, expresaran regocijo por la caída del Muro de Berlín que les garantizó vivir en una de las mayores economías de Europa, pero sobre todo, en una sociedad democrática donde son libres de expresar sus ideas, asociarse en partidos políticos e incluso oponerse al gobierno. Sin embargo, su visión sobre nuestros dos países, y la democracia, es otra. Ambos militan en la Juventud Comunista Alemana y consideran que de la extinta República Democrática Alemana solo se cuentan las cosas negativas.

Tobias pertenece a la Juventud Comunista Alemana desde hace cinco años y me cuenta que en el 2013 la organización creó una Brigada de Solidaridad con Cuba, él vino a finales del 2014 para permanecer unos siete meses en nuestro país. Sus padres nacieron en la ex RDA y aún hoy viven en esa parte que hoy pertenece a una sola Alemania.

HT: ¿Simpatizaban con el gobierno comunista?

Tobías: Sí, pero no pertenecían al Partido. Cuando se cayó el Muro se alegraron, pues podrían ver a su familia que vivía del otro lado. Luego, perdieron sus trabajos. Antes de la caída, ambos tenían sus empleos, su vivienda. De niño, tuve que cambiar varias veces de escuela porque mis padres se mudaban para encontrar trabajo. Mis padres desarrollaron más simpatía por la RDA de la que sentían antes. Ahora quisieran que regresara el antiguo sistema para recuperar sus vidas.

HT: ¿Entonces, perteneces a la Juventud Comunista Alemana por la experiencia de tus padres?

Tobias: Crecí en la parte más pobre de Alemania, un cuarto de las personas no tienen trabajo, hay muchos nazis y racistas, y yo los enfrentaba. También me interesaba el medio ambiente y me uní un tiempo a los Verdes; siempre me atrajo la izquierda.

HT: Pero una cosa son los Verdes, la izquierda, todo eso. Y otra el comunismo. ¿Por qué, tras militar en la izquierda y en los Verdes (Die Grüne), entras en la Juventud Comunista?

Tobias: Estudié los diferentes partidos y organizaciones, los de izquierda y también los Verdes. Me percaté de que aunque dicen estar a favor de los trabajadores y todo eso, no atacan la esencia del sistema, cuando todos los problemas se derivan justamente de él.

HT: ¿Cuál es la propuesta del Partido Comunista Alemán?

Tobias: Derrocar el Capitalismo mediante una Revolución, como en Cuba. Por eso el Partido Comunista de Alemania, el antiguo KPD (Kommunistische Partei Deutschlands) estaba prohibido, en la Alemania del Oeste. Se fundó otro partido comunista (DKP) que es el de hoy y decidió dejar a un lado la lucha con armas y los métodos violentos para protegerse de la prohibición.

HT: ¿Cómo entonces destruirán el sistema?

Tobias: En primer lugar hay que convencer a la mayoría de la gente. Tenemos que hacer grandes manifestaciones, que participen muchas personas. Ahora mismo, en Frankfurt, corazón del capitalismo en Europa, hay grandes manifestaciones contra los bancos. Los manifestantes no son solo comunistas, pero muchos comparten esas ideas. Aunque no son manifestaciones comunistas, se manifiestan contra la pobreza de la gente, los rescates a los bancos; la policía actúa con mucha violencia.

HT: ¿Tomarán el poder y cambiarán el sistema por medio de elecciones?

Tobias: No lo creo posible. Hay mucha violencia contra los manifestantes de izquierda, a diferencia de las manifestaciones de derecha ej. los skinheads, cuyas manifestaciones son protegidas por la policía. Es necesario que la mayoría de la gente no quiera más el sistema para luchar por cambiarlo.

HT: ¿Con violencia?

Tobias: De manera pacífica, pero los policías están atacando las manifestaciones, lo he sufrido en mi propio cuerpo. Hay que defenderse. Cuando el Partido Comunista crezca, buscarán la forma de prohibirlo. Ahora no está en el Parlamento; hay muy poca membresía. Hace falta como mínimo el 5% y solo tienen el 0,3% de los votos para ir al parlamento. El Estado Alemán hace muy difícil a las personas militar en ese Partido; si eres miembro no puedes trabajar como profesor para el Estado.

Aunque al principio, su amigo Stefan se limita a servirme de intérprete y no permite que le tome fotos, termina por contarme su historia, bien distinta a la de Tobias. Sus padres no proceden de la extinta RDA, no perdieron sus empleos por la caída del Muro. De hecho, su situación económica es bastante holgada. ¿Por qué querer cambiar un sistema que no lo perjudica?

Manifestación del Partido Comunista de Alemanía. Foto: civilizacionsocialista.blogspot.com

Stefan: Milito en la Juventud Comunista Alemana desde el 2013, más bien a través de actividades de Cuba Sí. Pero ya en el 2006 participé en unas manifestaciones estudiantiles en mi ciudad, porque querían establecer un pago de matrícula para la escuela. Muchos estudiantes del preuniversitario y las universidades nos manifestamos, pudimos cambiar la opinión pública y el pago de matrícula, que ya se había introducido, se eliminó. Así empecé a tomar conciencia política aunque la política siempre me interesó. Mi familia no es rica pero tiene una situación cómoda, nunca pasamos necesidades. Nunca temí que mis padres perdieran el empleo. En aquel momento no me daba cuenta, pero pertenecemos a la burguesía.

HT: ¿Si la situación económica de tu familia es holgada, por qué luchabas contra el pago de matrícula?

Stefan: No luchaba solo por mí. Me di cuenta de que aquello no podía ser justo: un buen estudiante con padres pobres, no podría estudiar. Pero lo más importante en mi toma de conciencia política fue que después del bachillerato fui a Ghana a dar un servicio, pensando que podía ayudar a arreglar el mundo; trabajé en un proyecto construyendo calentadores solares para la gente allá y eso me acreditaba como servicio civil. Fui allá en vez de al servicio militar, cuando haces eso, debes trabajar para Alemania en un servicio civil que también puede ser fuera del país, como una ayuda al desarrollo de otras naciones. Pienso que ese año en Ghana formó mi carácter. Me percaté de los privilegios que me da mi pasaporte que dice Stefan, etc., blanco, rubio, ojos azules, y de que eso, en este mundo, es solo una casualidad. Aún hoy conservo amistades allá que pasan muchísima necesidad, a veces me han escrito a Alemania para que los ayude con algo básico. Pertenezco al quizás 5% del mundo que vive bien materialmente. Me percate de que si quiero ayudar a mejorar el mundo no basta con mandar un poco de dinero, hacer unos calentadores, sino a través del trabajo político. No basta con que un ingeniero haga un descubrimiento grande dentro de su campo. Cuando analizas con profundidad te percatas, al menos es mi opinión. Llegué a esa conciencia a través de Cuba y de amigos. Por eso entré a la Juventud Comunista.

HT: ¿Entonces Cuba es el ideal de ustedes?

Responden “no” unanime.

Tobias: Cuba no es un paraíso, pero es el único país con socialismo en el mundo y por eso es muy importante para todos los movimientos a nivel mundial. Es un ejemplo, quizás no el mejor, pero demuestra que no hay solo el capitalismo y que el socialismo funciona.

HT: ¿Qué hay de socialismo en Cuba, según ustedes?

Tobias: La economía planificada, los servicios de salud y educación gratuitos, eso es muy importantes.

HT: ¿Si son gratuitos, cómo suponen ustedes que se costean? El dinero para financiarlos debe salir de alguna parte.

Tobias: Del turismo, de los médicos en el extranjero, naturalmente de los trabajadores del país, del pueblo cubano.

HT: O sea, de alguna forma lo pagamos.

Tobias: Naturalmente, pero esa es la diferencia. En Alemania, los trabajadores trabajan y trabajan, pero el dinero que generan, y que ganan las empresas, va a parar a cuentas privadas. Por supuesto que se paga un salario, pero todo se privatiza. Hay como novecientos mil millonarios en Alemania. Por el otro lado hay mucha gente pobre como mis padres. Han trabajado toda su vida, incluso sesenta horas semanales, teniendo dos empleos a la vez.

HT: ¿No creen que los cambios que tienen lugar en Cuba vayan llevando al país en esa misma dirección?

Tobias: Tengo la esperanza de que no. Los cambios son peligrosos, pero son necesarios, el bloqueo es muy fuerte.

HT: No me refiero a los últimos acontecimientos en las relaciones Cuba-Estados Unidos, porque el bloqueo sigue de todas formas, sino al hecho de que el Estado deje de controlar muchas cosas, que haya cada vez más negocios privados, la ampliación de la inversión extranjera…

Tobias: Veo que eso es real y que es un problema, pero el Estado cubano siempre tenía muy poco dinero. Se dieron cuenta de que más de dos millones de personas en Cuba no trabajaban productivamente.

HT: ¿Y la causa de eso no sería que todo era controlado por el Estado?

Tobias: Si. Por eso es un nuevo intento de salvar el socialismo, pero con pequeños negocios privados.

Stefan: Pienso que no trabajaban eficientemente porque no trabajaban con los medios de producción adecuados. Es necesario renovar los medios de producción y encontrar áreas de economía donde Cuba sí puede crear un ingreso en divisa para el país, para poder elevar el nivel de vida.

Tobias: También, con la actualización, muchos trabajos que se hacían de forma ilegal se legalizaron.

HT: ¿No serian ilegales por el interés del Estado en controlarlo todo?

Tobias: Sí. Pero de esa forma trabajaban solo para sí mismos y no para toda la sociedad. Esa no es la idea del socialismo, sino generar un ingreso que se comparte entre todos.

Stefan: Creo que el problema en Cuba, y en general, es que el gobierno no se hizo entender por la gente sobre la idea del Marxismo y Socialismo y el proyecto social de aquí, que no intenta explotar a las personas, sino distribuir los recursos de la mejor manera. Muchos cubanos se sienten explotados. Se preguntan por qué trabajo tanto para 400 pesos en moneda nacional. Piensan que alguien se está enriqueciendo con su trabajo, como sucede en el capitalismo. No sé cuáles son las cuentas anuales del Estado cubano, pero estoy seguro de que no se privatiza el ingreso del país, como en muchos países capitalistas con más recursos que este.

HT: ¿Se han percatado de las diferencias sociales que existen en Cuba, y que se profundizan?

Tobias: Sí, y es un problema, pero hay que ver las causas. Hay muchas personas que reciben dinero de familiares en los Estados Unidos. No es un problema del socialismo. También hay personas que trabajan en el turismo, si un extranjero les da mucho dinero pueden vivir incluso sin trabajar por dos meses. No es culpa del Estado cubano, ni es su objetivo que unos tengan más que otro.

Stefan: Mucha gente me ha comentado que funcionarios o militares tienen privilegios. Quizás no en forma de dinero, pero sí de mercancía u otras cosas. Una caja de cerveza, por ejemplo, que pueden traer en su carro. También tener un carro en Cuba es un privilegio porque puedes trasladar personas, ganarte un dinerito. No sé cuánto gana un militar de alto rango, pero estoy seguro de que son más de 500 pesos en moneda nacional (equivalente a veinte dólares).

Tobias: También, los profesores jubilados, por ejemplo, tienen la posibilidad de continuar trabajando y recibir el salario además de su pensión.

HT: ¿Saben para qué alcanza una pensión aquí?

Tobias: Para muy poco, creo.

HT: No se trata solo de los jubilados. A los trabajadores en activo y a profesionales con mucha responsabilidad en sus puestos de trabajo no les alcanza para prácticamente nada.

Tobias: Por eso es muy importante que Cuba reciba mucho dinero, y por eso son importantes las actualizaciones en la economía. Son un problema, pero son necesarias.

HT: ¿Qué piensan de la falta de libertad de expresión, de prensa en Cuba, la existencia de un solo partido político; es a eso a lo que aspiran los comunistas en Alemania si llegan al poder?

Tobias: Creo que sí hay libertad de expresión aquí. He hablado con mucha gente crítica que se expresa abiertamente. Además hay blogs como Havana Times, Diario de Cuba. La gente no va presa por escribir en ellos.

HT: Yo no estoy presa, pero mucha gente ha ido a la cárcel por hacer periodismo independiente. Además, los medios que has mencionado están en Internet, pero yo no puedo fundar un periódico impreso aquí en mi país. Todos los canales de televisión pertenecen al Estado; no se puede fundar un partido político legalmente. En la Alemania capitalista que críticas, tu partido político es legal. Aquí, una organización de jóvenes no comunistas, o incluso, otra organización de jóvenes comunistas, no sería legal. Otro partido comunista no sería legal. Existe la idea de que toda la oposición en Cuba es pro capitalismo, pero hay mucha oposición de izquierda y socialista. Esa tampoco es legal.

Tobias: Me parece lógico que no sea permitido, como en mi país es lógico que no permitan un partido como el nuestro.

Stefan: La violencia contra los manifestantes de izquierda y sobre todo contra los comunistas, te dice que eso no se va a aceptar, y que si el partido crece, lo van a prohibir. Además, los medios hacen mucha mala propaganda para que la gente tenga miedo del comunismo. Cuando se habla de la RDA solo se habla mal, en todos los medios.

Tobias: No existe la posibilidad de conseguir una emisora radial porque no hay dinero.

Stefan: En mi país puedes hacer todo con dinero.

HT: O sea, si tuvieran dinero podrían tener una emisora radial. Aquí ni con dinero.

Tobias: “Se pueden poner comentarios en el Granma y en Internet. Es un problema que por mucho tiempo no existió el debate, pero creo que van en la dirección correcta.”

Tobias: Cuando el partido era más grande, lo prohibieron. En Alemania hay otro partido comunista que se llama Partido Marxista Leninista de Alemania. Son un partido pequeño, pero con mucho dinero. Tampoco pueden presentarse en televisión.

Stefan: En Alemania puedes fundar un partido, siempre que sea un partido que apoye el capitalismo, que no vaya contra el sistema. Todos los partidos que están en el Parlamento apoyan el capitalismo. Hay socialdemócratas, neoliberales, incluso partidos de izquierda, pero todos apoyan el sistema. En la democracia alemana, el pueblo puede votar por un partido que gobernará durante cuatro años, pero no puede hacer leyes ni elegir al presidente. No hay organizaciones de masas; no hay organizaciones de mujeres, de trabajadores.

HT: Esas organizaciones en Cuba fueron creadas desde arriba, por el gobierno, o por lo menos responden a sus intereses aunque hayan sido creadas desde antes. No puede haber otra organización de mujeres ni otro sindicato, por ejemplo.

Tobias: Pero tienes el derecho de entrar a una organización de masas y expresar tus inquietudes.

HT: A una, no; a las creadas por el gobierno.

Tobias: Cierto, pero no creo que sea un problema. Desde abajo se pueden cambiar las organizaciones.

HT: Esas organizaciones fueron creadas para responder a los intereses del gobierno. Escucha como se llaman los CDR: Comités de Defensa de la Revolución. Ese es el objetivo de la organización, creada por Fidel Castro. Más aún, si intentas obtener una plaza en el sector de turismo o como profesor en una universidad, si no perteneces al CDR, olvídate de trabajar en turismo o como profesor universitario.

Tobias me responde que no puede comentar al respecto porque no sabe cómo son las cosas. Pero tengo la experiencia de haber solicitado plaza como profesora en una universidad y en un periódico (que obtuve en ambos casos), y luego en turismo, donde no llegué a trabajar porque finalmente no había plazas. En las tres ocasiones fue alguien al CDR de mi cuadra a verificar mi pertenencia al comité. Lo que me interesa es saber su opinión.

Tobias: A primera vista no me gusta, pero quisiera entender las razones.

Es un poco difícil de explicar que no se trata simplemente de ser alguien sin antecedentes penales ni conducta antisocial, incluso buen vecino. Se puede ser la persona más respetable del mundo y no simpatizar con el régimen, y por tanto no pertenecer al CDR. Eso invalida para ser profesor en Educación Superior o trabajar en Turismo.

Tobias: Repito que no me gusta, pero puedo entender que es importante que quienes trabajen en turismo sean personas honradas porque hay mucho dinero.

HT: Se puede ser honrado sin simpatizar con el gobierno. ¿O crees que solo quienes simpatizan con el gobierno son honrados?

Tobias: A mi forma de ver, el Estado ideal es aquel que constituye el interés de la sociedad y por tanto no separo el interés del Estado y el de la sociedad.

HT: Pero una cosa es la sociedad, otra el Estado y otra el gobierno. Aquí el problema es que pensamos que todo es lo mismo; aquí gobierno, Partido y pueblo es lo mismo, lo que es erróneo.

Stefan: ¿Pero cuál es la diferencia entre partido y gobierno?

HT: Aquí ninguna. Hay un solo partido, que es el gobernante, como controla toda la sociedad, se ha convertido en el Estado. Pero en realidad, yo puedo trabajar en bien de la sociedad sin simpatizar con el gobierno. En tu país, estás en contra del capitalismo, pero eso no significa que robarás si empiezas a trabajar en una fábrica.

Tobias: Sí, definitivamente voy a luchar contra los intereses de los dueños de la fábrica y por los intereses de los trabajadores, del pueblo.

Stefan: Trabaje para el dueño de un kiosco pequeño. Era explotación como sacada de un libro de Marx: el jefe allá arriba, fumando, divirtiéndose; yo en la cocina sudando. Yo podía sacar la cuenta aproximada de su ganancia, que era bastante alta y generada por mi trabajo, pero me pagaba un salario bajísimo. Por eso robe.

HT (a Stefan): ¿Qué piensas tú de la falta de libertades políticas en Cuba?

Stefan: Pienso que por mucho tiempo faltó retroalimentación. No hubo comunicación del gobierno hacia el pueblo ni del pueblo hacia el gobierno. Estuvo mal que tantas personas fueran presas por expresar sus ideas, pero no puedo juzgar esto porque no conozco los casos. Pero el pueblo también cayó en una especie de resignación política, no hubo discusiones como la que tenemos ahora. Quisiera ver eso en la televisión cubana. Pienso que los dirigentes del país no tienen nada que esconder y que tienen la razón, pueden explicar qué se intenta hacer aquí y qué es el capitalismo, pero en un debate público. Tienen mucho que ganar y poco que perder.

Tobias: Eso ya se está desarrollando. Se pueden poner comentarios en el Granma y en Internet. Es un problema que por mucho tiempo no existió el debate, pero creo que van en la dirección correcta.

Stefan: Me preocupa que la gente sea apolítica, sobre todo los jóvenes, que no sientan que la política es parte de sus vidas.

HT: ¿No crees que eso haya sucedido porque las personas se han sentido sin opciones? Aquí, si no te sientes representado por el Partido Comunista, porque no eres comunista, no tienes opción de afiliarte a otro.

Tobias: Solo 80% del gobierno son miembros del Partido. Puedes llegar al Parlamento y hacer tus propuestas sin pertenecer al Partido. Por ejemplo, si en tu CDR te proponen y votan por ti, y luego te eligen en otras elecciones, puedes llegar a la Asamblea Nacional.

HT: Si perteneces al CDR. Pero ¿qué pasa si no simpatizas con el gobierno ni perteneces al CDR?

Tobias: ¿Pero por qué alguien no va pertenecer al CDR o a una organización de masas, si quiere cambiar algo?

HT: Porque no se puede crear ninguna aparte de las creadas por el gobierno.

Tobias: El gobierno ya es la representación del pueblo. ¿Para qué quieres crear algo fuera de eso? No veo la necesidad.

HT: No se trata de que tú la veas, sino de que quien sienta esa necesidad tenga el derecho de hacerlo. Hay otros partidos políticos aquí, pero son ilegales.

Tobias: ¿Pero si tienes la posibilidad de expresar tus ideas en las organizaciones de masa que existen, por qué crear uno de manera ilegal?

Stefan: Es como si en Alemania, donde una persona puede llegar al Parlamento a través de cualquiera de los partidos que existen, quisiera crear otro. ¿Para qué?

HT: ¿Entonces, para qué pertenecer al Partido Comunista Alemán, si se puede llegar al Parlamento a través de los otros partidos, y el comunista ni está en el Parlamento?

Tobias: No se puede comparar así el capitalismo y el socialismo; en el capitalismo se representan los intereses de unos pocos. En el socialismo sí se busca representar la opinión de la mayoría del pueblo. Los cinco partidos allá representan los intereses de grandes empresas que ganan millones de euros cada año. No tienes ninguna posibilidad de llegar al gobierno y cambiar cosas. Aquí, con diez mil firmas, cualquier propuesta llega al Parlamento.

Intento contarles los sucesos del 2002, cuando el difunto Oswaldo Payá recolectó las firmas necesarias (más de diez mil), amparándose en la Constitución Cubana que ellos ponderan, para introducir cambios en la legislación. La reacción del gobierno fue aquel Referendo por el Socialismo Irreversible. El referendo no consistió en marcar una casilla en una boleta de forma anónima como en las elecciones. Los presidentes de cada CDR fueron casa por casa recogiendo la firma de cada vecino. El hecho de que la mayoría de los empleos entonces fueran estatales, y de que la entrada en muchos sectores esté precedida de una verificación en el CDR, constituía una presión fuerte para muchos cubanos. Estoy entre quienes firmaron por miedo a perder mi trabajo como profesora en una universidad. Explicar esto a Tobias y Stefan es difícil. Ignoran quién fue Oswaldo Payá, como muchos cubanos. Me miran con escepticismo, pero ambos están convencidos de algo: Aún si lo que cuento es cierto, hay más potencial para la democracia en Cuba, con todos sus problemas, que en Alemania.

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