Buenos y saludables jugos en La Habana

Por Yusimí Rodríguez  (Fotos: Juan Suárez)                          

HAVANA TIMES — En La Habana, por lo general, si usted pide un jugo en una cafetería privada (mejor no hablar de las estatales), debe conformarse con uno hecho de un concentrado de frutas o mermelada o con uno elaborado con un pedacito de la fruta, y bastante agua y azúcar.

La mayor virtud de esos jugos es el precio: de 3 a 5 pesos en MN. Un jugo de frutas frescas, hecho al momento, y tener la opción de endulzarlo o no, cuesta 1 CUC en un hotel o un establecimiento estatal en divisas o uno de los privados que llamo “de primera línea”, donde los precios (y la calidad) igualan o superan a los estatales.

Los cubanos decimos que “La buena vida es cara; la hay más barata, pero no es vida”. Sin embargo, en 3ra y 6, detrás de un parqueo, muy cerca del hotel Meliá Cohíba, en el Vedado, está la Juguera de 6, un lugar donde es posible beber un jugo hecho al momento con frutas frescas, por solo 4 o 5 pesos cubanos. Usted puede endulzarlo con azúcar blanca, azúcar morena o miel o no endulzarlo. Puede pedirlo con o sin hielo frapé. Hablo solo de los jugos más comunes: fruta bomba, guayaba, naranja, piña, mango. También hay combinaciones de frutas y de frutas con vegetales. Para no cansarlos, hay 97 combinaciones (aún no he probado la mitad), cóctel de frutas, guarapo, combinaciones con guarapo y prú oriental.

El creador de ese negocio es José Alberto Puig Santiesteban, un hombre de 36 años, licenciado en Derecho, máster en Relaciones Internacionales.

No fue una cuestión económica

José Alberto: Hacía falta un sitio así, donde consumir frutas y vegetales de esa forma y promover calidad de vida. La necesidad económica no definió en un primer momento. Hay un antecedente en el país con los Fruticuba en los 70 y los 80. Se comercializaban muchas frutas, pero sin enfoque de salud. Las condiciones económicas cambiaron, muchos cultivos fueron afectados por plagas, las frutas empezaron a escasear. Hace unos tres años, se vio un despertar en las cosechas y pude empezar este proyecto. Trabajamos a partir de la fruti cultura y la fruto terapia, la base científica se impone.

José Alberto es un estudioso de la fruto terapia y los beneficios de consumir frutas y vegetales.

JA: Aún se desconocen muchos. En las frutas y los vegetales el organismo encuentra los minerales y vitaminas esenciales para el gasto energético diario, el desarrollo celular. Consumimos muchos alimentos de origen animal para obtener nutrientes que están en frutas y vegetales. Empecé a estudiar y a ver que la combinación de algunos vegetales y frutas tenía impacto en determinadas patologías.

Muchos científicos aseveran que pueden llegar a curar. Vemos las infinitas propiedades de la guanábana, sobre todo, en el tratamiento contra el cáncer; la remolacha para limpiar el hígado; las propiedades antibacterianas de la piña. La medicina contemporánea, a veces rechaza esto porque las grandes transnacionales necesitan vender medicamentos. Nuestros hábitos alimenticios han estado mal dirigidos, primero por la escasez, luego por idiosincrasia.

Juan Alberto (d) con los trabajadores de La Juguera.

Originalmente, José Alberto quería presentar 81 recetas de jugos de frutas y vegetales para atenuar, disminuir o sanar trastornos orgánicos que no llegan a ser enfermedades: calvicie, aparición de canas, celulitis…

JA: Pero debíamos certificar cada receta con las autoridades sanitarias del país; nos tomaría mucho tiempo. Cada receta es casi un trabajo de doctorado. Decidimos poner la información a disposición del cliente, de manera que si se ve identificado en una patología o trastorno orgánico decida consumir determinada fruta.

¿Mango en febrero?

Aquí, los jugos se elaboran con frutas que José Alberto compra frescas diariamente

JA: Las selecciono personalmente. Tengo proveedores estables y serios; algunas las pongo a madurar, como el plátano, el mamey y la fruta bomba, para evitar la incidencia de químicos.

¿Cómo puede ofertar jugo de mango en febrero?

JA: En la temporada de mango, compro muchísimo y lo lasqueo. Tengo una nevera contratada, con un nivel de refrigeración de menos 55 grados. Las propiedades de textura, color y sabor no se pierden. Se pierde apenas un 5% de textura. Puedes consumir un jugo ahora y parece que el mango fue acabado de pelar.

Las frutas son cosechadas en Cuba, incluyendo la pera, la uva, la ciruela y la fresa. La manzana la compra en la tienda. En la juguera hay 97 ofertas a partir de 14 frutas y 13 vegetales. Siempre veo muchos adolescentes, pero según José Alberto muchos clientes afirman que sus hijos antes no consumían frutas ni vegetales

JA: La mayoría de estos muchachos pedían los jugos tradicionales de estación: piña, guayaba, mango… después empezaron a probar las combinaciones con vegetales y muchos se han hecho adictos.

Algunas recomendaciones

Para un asmático, ¿qué recomienda?

JA: Consumir jugo de piña regularmente. Esta fruta es antiespasmódica y antibacteriana, ayuda a limpiar los bronquios. Cuando comienzan los procesos gripales y afectación en la garganta, hay algún ganglio inflamado por una pequeña infección, las gárgaras de ese jugo son fundamentales.

¿Una persona con osteoporosis por falta de calcio?

JA: El jugo verde es fundamental: apio, pepino, perejil, jengibre y espinaca. Esa combinación proporciona un grupo de minerales esenciales para el desarrollo de las células óseas. El ser humano necesita consumir diariamente alrededor de 90 minerales esenciales para el funcionamiento de toda esta maquinaria que somos, y esos están en las frutas y los vegetales.

Personalmente, recomiendo las combinaciones con leche de coco: con mamey o fruta bomba, es como un batido

JA: El coco es fundamental por los nutrientes que aporta. Tiene un alto valor calórico sin generar colesterol ni un alto nivel de grasa en el organismo. Es una grasa natural no saturada que inmediatamente se convierte en glucosa y aminoácidos esenciales. Es muy bueno combinado con frutos secos.

Un enfoque comunitario

A pesar de la alta inversión que José Alberto debe hacer diariamente, sus jugos cuestan igual que uno hecho con concentrado o mermelada en otros sitios. Lo más caro es el jugo de fresa y las combinaciones con esta (de 10 a 12 pesos)

JA: Tenemos una amplia variedad de jugos y eso nos permite tener un alto número de clientes. Hay dos tipos de utilidades: una en función del precio de la oferta y otra en función de la demanda. Esta última es la que manifestamos. Ganamos centavos por cada vaso de jugo, pero por la demanda logramos obtener un mayor nivel de utilidad; un porciento considerable se destina al desarrollo de la juguera para mantener la calidad.

Somos proveedores de varios restaurantes privados e incluso algunos hoteles han contratado nuestros servicios. Un jugo que vale aquí cuatro pesos cubanos, ellos lo venden en 1 o 1.50 CUC.

Aquí el enfoque es comunitario. Damos atención diferenciada a ancianos, enfermos, convalecientes, embarazadas y a niños menores de dos años. Nos conformamos con que sus padres o abuelos los traigan, es una forma de promover salud; eso nos interesa más que el pago.

La publicidad nos la da el cliente

Los bancos que hay en la juguera son para uso de todos los clientes, pero los ancianos y embarazadas tienen prioridad.

En una ocasión, llegué a la juguera, vi a un joven ubicado al final, pendiente del servicio. La empleada que me atendió olvidó aclarar que mi jugo no llevaba hielo. Yo estaba dispuesta a consumirlo así, porque no hacía frío; el joven del final le indicó con una seña que lo elaborara otra vez. Es el supervisor.

JA: Cuando estoy realizando alguna gestión, necesito que alguien vele por cada detalle: la calidad, el servicio, la higiene, el cobro. Aquí, todos respetamos el principio de que el cliente nunca puede quedar insatisfecho.

Tengo usuarios que vienen desde muy lejos y ya eso representa un gasto. Esa persona, y todos, deben recibir un trato óptimo. Si alguien tiene la más mínima queja, debe haber una solución inmediata. En su caso, fue volver a elaborar el jugo. Aunque adiestramos a los elaboradores, el error humano puede existir. Si el cliente lo siente un poco pasado de limón, por ejemplo, se le repone el jugo y en ocasiones no se le cobra.

La primera vez que conversé con José Alberto Puig, me contó varias experiencias con clientes que lo han motivado más. Comparto una de las que más me impresionó

JA: Un cliente vino con su niño de 5 años y le compró un jugo de fresa. Para él pidió uno de aguacate con limón y piña. El niño no había escuchado los ingredientes y cuando vio el jugo de su padre pidió probarlo, le gustó y quiso uno. El padre pidió al empleado que no dijera los ingredientes en voz alta, porque al niño no le gusta el aguacate de ninguna forma. Pero se tomó el jugo. Donde único consumía aguacate era aquí.

Muchos padres nos dicen que donde único el niño se toma un jugo o se come un cóctel de frutas es aquí. Ese es nuestro mayor aliciente.

No tengo anuncios, no pongo pegatinas en ningún lugar, no envío SMS. La publicidad nos la da el cliente, por su satisfacción con el servicio.

La juguera cumplirá tres años el 6 de junio; desde que abrió no ha cerrado un solo día ni 25 de diciembre ni primero de enero

JA: Incluso con las penetraciones del mar. No podemos cerrar. Ese cliente que viene de lejos, quizás no sabe que el mar penetró, se mojó los pies y llegó hasta aquí, merece respeto.

A pesar del esmero que pone en su trabajo, José Alberto considera que si el negocio tiene calidad, es gracias a la alta calidad de los clientes

JA: Ellos han demandado un sitio así, yo solo he respondido a la demanda. Incluso me han sugerido combinaciones.

Para José Alberto, nada de esto sería posible sin sus trabajadores. Por eso, insiste en que aparezcan junto a él en la foto.

 

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