Los nuevos días en Venezuela

Caridad

HAVANA TIMES — Se me escapa el último pedacito de jabón por el tragante del lavamanos y murmuro un par de malas palabras, sin mucha arrechera, porque el día anterior ya usé toda mi cuota de amargura para este año.

En la foto les muestro el motivo de mi exaltada preocupación.

Estos cinco productos (en los que no incluyo unos 300 gramos de comida para mi gata) son el resultado de 15 días de trabajo. O sea, con unos ocho mil bolívares pude comprar un trozo de calabaza, una bolsa de pan, un kilo de tomates, otro de guayabas, y un kilo de fresas –  donde vivo las venden más baratas que otras frutas – .

El pago de la primera quincena del mes, trabajando para el gobierno, – este trabajo lo conseguí  en febrero – es más corto que el de la segunda quincena, al que se le agrega el bono de alimentación.  Pero desde el mes pasado estamos encontrando más que difícil que nos alcance el salario para, al menos, hacer dos comidas al día, o sea, desayuno y cena.

La pregunta de oro es cómo sobrevivimos los próximos 15 días con estos 5 productos, más medio cartón de huevos que nos queda del mes anterior y medio kilo de harina de maíz que hemos estado ahorrando durante semanas. También tenemos ahorrados un kilo de frijoles negros y un par de libras de chícharos que traje de Cuba. Pero me da miedo gastarlos.

Obviamente, en esta preocupación de sobrevivencia no incluyo la pasta de dientes, el jabón y las almohadillas sanitarias, estas últimas no las consigo desde el año pasado.

Cerca de mi trabajo he comenzado a encontrar personas de cualquier edad pidiendo limosnas, hurgando en la basura, niños pidiendo comida. Si para dos personas adultas, sanas, sin hijos (solo una gata) está volviéndose imposible alimentarse correctamente, ¿qué puede esperarse de los ancianos, cuya pensión no incluye el bono de alimentación, y la mayoría debe gastar casi todo el dinero, por no decir todo, en las medicinas que suelen tomar muchos de ellos?

Se anuncia aumento del bono de alimentación y, como es de esperar, continúa el desesperante aumento de cada alimento o producto de primera necesidad, cuando aparece…El gobierno y los principales partidos de oposición continúan su show con un referéndum que a ninguno de los dos conviene ni interesa.

Se avecina el despido de miles de empleados públicos a causa de haber firmado en pro de ese Referéndum Revocatorio. Maduro insiste en seguir pagando la deuda externa, y negándose a que el pueblo reciba  ayuda de medicinas desde el exterior; advierte que, ante un golpe de estado, reaccionará mucho peor que el presidente turco ante el recién fallido golpe de estado.

Y me pregunto, ¿considerará él un golpe de estado la salida a la calle del pueblo desarmado? Ante el más mínimo intento de protesta se envían a la Guardia Nacional, la Policía y los Colectivos a reprimir no solo a la gente, también y sobre todo a los reporteros.

Mientras tanto parto en dos un trozo de calabaza y mi gata me mira desde el balcón, con deseos de que le dé la libertad para salir a cazar pajaritos.