Galería Villa Manuela en sus diez años

Yanelys Nuñez Leyva

HAVANA TIMES — La galería Villa Manuela es un espacio sumamente acogedor ubicado en calle H entre 17 y 19, en el Vedado capitalino.

Esta institución que forma parte la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), se encuentra muy bien acondicionada, elemento este, que ha contribuido a la formación de una imagen sumamente atractiva ante los ojos de artistas, especialistas y estudiosos del arte.

Exponer en sus salas, sin lugar a dudas, otorga un alto grado de legitimación dentro de nuestro ámbito cultural.

Por estos días dicha galería cumplió sus primeros 10 años y como celebración, inauguró una muestra colectiva el 15 de julio.

Bajo el título: “10 años…95 exposiciones”, notables artistas que forman parte de los 198 creadores que durante este tiempo han mostrado sus producciones en Villa Manuela, se nos presentan con piezas realizadas entre 1996 y 2014.

René Peña, Mabel Poblet, René Francisco, Sandra Ramos, Reinerio Tamayo, José Villa Soberón, Pedro de Oraá, Ernesto Rancaño, Abel Barroso, Aimé García, Juan Carlos Alom, Alexandre Arrechea, Belkis Ayón, Choco, Roberto Diago, Ernesto Javier Fernández, Inés Garrido y Jorge López Pardo, conforman la brillante nómina de esta muestra.

En sintonía con la variedad de artistas participantes se hallaban las obras, las cuales se levantan en distintos soportes tales como: video, fotografía, pintura, instalación, grabado, escultura, etc.

Y los temas representados también responden a distintas inquietudes y proyecciones artísticas.

La expo permanecerá abierta hasta finales de agosto. Una oportunidad que permitirá a los que desconocen la labor de este espacio, apreciar un botón de muestra de cómo ha funcionado esta importante galería que no solo acoge a artistas afiliados a la UNEAC, y que involucra a distintas generaciones de creadores (de La Habana y de otras provincias del país) en sus curadurías.

Sobre la inauguración no quiero dejar de mencionar la descarga protagonizada por el cantante Kelvis Ochoa, en el pequeño patio de la galería, que provocó no solo bailes, risas, y numerosos coros, sino también un ambiente relajado, fraterno y diferente.