Patrona de Cuba, protégelos

Rosa Martínez

HAVANA TIMES — Perdí la cuenta de la cantidad de familiares, amigos y conocidos que he tenido que despedir durante los últimos 10 años.

Por una u otra causa, de una u otra forma han partido definitivamente varios primos jóvenes (menores que yo), casi todos los compañeros de aula de la universidad (la mayoría grandes amigos), algunos vecinos, hasta conocidos de los tiempos de preuniversitario y secundaria básica.

Una y otra vez he tenido que decir “no llores que yo tampoco lo haré, buena suerte, escribe, cuídate”, y he pedido a Dios, a la Virgen del Cobre, a los santos y a todas las providencias divinas que los ayude a todos, que les proporcione empleo, que se adapten rápido, que no se enfermen, que prosperen, que les vaya bien…

Los santos deben haber escuchado mis plegarias o haber tenido mucha suerte, porque para la mayoría la nueva vida ha sido fructífera; casi todos trabajan (nadie en lo que estudió, pero al menos les alcanza para sobrevivir honradamente), tienen casa propia (unos pocos son propietarios, otros pagan renta), viajan al menos una vez al año, ayudan a sus familiares de la Isla y los visitan también.

De los cubanos que permanecen en Costa Rica no tengo ningún amigo o conocido, pero es como si lo fueran o, al menos, así lo siento.

Cuando reflexiono sobre lo que está sucediendo, llegan a mi mente todos los conocidos que han salido del país, que bien pudieran estar ahora mismo en esa situación. Pienso en mí misma, que más de una vez me he dicho que no me queda más solución que marcharme, pero dos caritas pequeñas me hacen desistir.

Para los cubanos que llegaron, para los que están en camino, para los que están en Costa Rica, para los que lo intentarán mañana o pasado, para todos, pido toda la suerte del mundo y la protección de la Santa Patrona de Cuba.