Largas colas en Cuba hasta para comprar un periódico

Por Pedro Pablo Morejón

HAVANA TIMES – Vivo en la entrada de un pueblo pequeño y pocas veces subo a la zona más poblada. Generalmente, lo hago cuando voy a pelarme. Uno de estos días, como en cada ocasión, al regresar, observo una larga cola en el portal de la oficina de correos.

El fenómeno es visible en cualquier oficina o estanquillo que veo. Lo mismo en Pinar que en Consolación del Sur, lugares que más frecuento. Y no es de ahora, hace mucho, muchos años. Es la gente comprando los periódicos. Aquí son principalmente el Granma y el Guerrillero, este último, órgano oficial del Partido en la provincia.

Es algo tan cotidiano que siempre me pasó inadvertido. Lo recordé precisamente en estos días porque de los enormes gentíos que estoy viendo he tenido que participar en dos de ellas) para comprar artículos necesarios como detergente, jabón, pasta dental, papel sanitario…

Largas colas en la ciudad de Pinar del Río causadas por la acentuación del desabastecimiento, por lo que podemos imaginar el desierto en municipios y poblados pequeños, como el que habito.

Un vecino me contó que esta semana en la tienda recaudadora de divisas (TRD) de Puerta de Golpe se formó una aglomeración de alrededor de 100 personas en pocos minutos. Se corrió “la bola” de que iban a traer detergente.

Es muy creíble, porque cientos de personas aparecen apiñadas por estos días. Cuando camino por la avenida Martí, u otras de las principales calles de la capital pinareña, donde se encuentran tiendas en CUC, constato la muchedumbre que ocupa hasta buena parte de la vía, no solo frente a las tiendas. Algunas veces hay presencia policial, lo más probable para evitar sucesos como los acaecidos en Cuatro Caminos, en La Habana, supongo.

Recientemente, la ministra de Comercio Interior informó que a partir de abril se estabilizará el suministro de artículos de aseo, cuya causa atribuyó al bloqueo económico de los Estados Unidos contra Cuba.

El asunto real es que las colas constituyen un fenómeno endémico de nuestro país. Siempre han existido. No solo para comprar productos de aseo, también para alimentos, materiales de construcción, o para realizar cualquier trámite, porque la carencia de productos y servicios es algo que hace décadas está presente en la vida de casi todos. De ahí que insisto en que se trata de una acentuación del desabastecimiento.

Vuelvo al tema de la larga espera para comprar periódicos, inicio de este escrito. Desde la adolescencia creía ingenuamente que la gente leía la prensa, se informaba (mal o bien o nada) de la realidad internacional o del patio, pero con los años comprendí lo que constituye vox populi y que me fue confirmado por la voz de una señora entrada en años, quien comentó, en voz alta y sin recato:

“Menos mal que al menos quedan los periódicos, es lo único que tenemos para limpiarnos el c…”