La contribución del socialismo cubano

Por Pedro Pablo Morejón

HAVANA TIMES – Desde hace unas semanas, cuando el presidente Miguel Díaz Canel, del único partido legalmente permitido en Cuba, el comunista, dijo que debemos seguir defendiendo el socialismo porque un cambio nos haría vivir peor, cuando expresó que a pesar de las dificultades tenemos dignidad, tengo una idea instalada en la cabeza, escribir sobre las contribuciones positivas del socialismo en mi país.

Ya que vivimos muy dignos bajo la sombra de “la continuidad” busco algo que me haga sentir que no todo es gris y desesperanzador, que esa “dignidad” nos sirve de algo, que más allá del presente nos espera un futuro luminoso.

Me siento frente a la computadora, abro un archivo Word y me quedo ahí, observando cómo pasan los minutos delante de la página en blanco, las ideas no surgen ni fluyen como quisiera.

Porque en verdad sí, desearía dibujar una Cuba que cada día se me hace más utópica, pero no sé si por carencia de algo digno de alabanza o es que estoy envenenado por el desprecio a un sistema que solo nos ha traído destrucción.

Es que vivimos en medio de apagones, escasez de alimentos, de medicinas, de agua potable, de transporte y mucho más; en medio de éxodos, enfermedades, accidentes, muertes innecesarias, mentiras, represión y un horizonte sin perspectivas. En medio de tanto descaro… cuesta demasiado, porque no se trata de escribir ficción, se trata de la realidad.

Y para escribir de salud y educación mejor me corto una mano. Entre el dengue, la falta de medicamentos y las condiciones de los centros asistenciales disponer, ahora mismo, de buena salud en Cuba, es una bendición.

¿Y las escuelas? Centros de adoctrinamiento donde sus egresados universitarios no encuentran solución a sus inquietudes profesionales y necesidades económicas.

Me pongo a pensar, a buscar dentro de algún recóndito sitio de mi mente, ruego a alguna neurona que me ayude con imágenes de progreso, algo que me ilumine y…!Eureka! 

Sí, el socialismo en Cuba ha contribuido para beneficio de la humanidad. Repito, ha contribuido.

Somos un país museo. Todos los historiadores interesados en el estudio del socialismo real, en su variante más conocida, el estalinismo, encuentran en Cuba un laboratorio fiable, una inagotable fuente de conocimientos sobre lo que ha sido, junto al fascismo, los dos peores sistemas sociales del pasado siglo XX.

Somos el faro que ilumina a América Latina, pero no por nuestros bondades, sino para alertar a las naciones de Bolívar y así no naufraguen sus sueños.

Lamentablemente, algunos pueblos ignoran las señales y entonces colisionan y se despedazan. Para ejemplo, Venezuela. 

En fin, somos un ejemplo ante el mundo, que le muestra todo lo que no se debe hacer si se desea alcanzar una sociedad próspera.

Somos un estado de necesidad, esa causal de justificación para las ciencias penales en la cual se tiene que sacrificar una parte para salvar el todo.

Y a los cubanos nos tocó ser esa parte.

He ahí la contribución del socialismo en esta isla, al menos para el resto de la humanidad.

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