El apartheid de las tiendas en dólares

Por Pedro Pablo Morejón

HAVANA TIMES – Mi móvil suena y cuando lo levanto escucho la voz de mi niña que me pregunta “¿Papá, que me trajeron Los Reyes Magos?

Y no sé qué decirle y le respondo, a modo de chanza, que esos reyes eran astrólogos del medio oriente cuya estrella solo los condujo a Belén, que no cruzarían continentes y un océano para traerle regalos.

Pero ella se ríe y me insiste en que debieron traerle algo.  En realidad, lo que quiere son golosinas, jugos, cosas de comer.

Por eso, antes de ir a verla no me queda de otra que entrar a esas tiendas habilitadas en una moneda a la que denominan MLC (con precios en USD), que no es más que un dinero virtual que el gobierno inventó a principios del 2021 como parte del llamado reordenamiento monetario para ingresar divisas a sus arcas, y cuya base principal se encuentra en los dólares y euros.

Son las únicas tiendas relativamente bien surtidas en todo el país. El problema radica en que a los cubanos no se nos remunera en esa moneda y aquellos que carecen de familiares en el extranjero (otrora denominados escorias o gusanos pero que de un tiempo para acá han sido rebautizados bajo el conveniente título de comunitarios), o alguna fuente que desde el exterior les envíe divisas, se hallan, literalmente, en una difícil situación, debiendo canjear sus míseros pesos por MLC, cuyo valor en el mercado ya supera los $ 80.00 pesos cubanos.

Al principio las autoridades dijeron que esta medida era un mal necesario pero temporal, que su finalidad consistía en mejorar la economía para surtir los mercados y tiendas en moneda nacional.

Sin embargo, nada de esto ha ocurrido y se deducen dos cosas: Que el “reordenamiento” no consiguió eliminar la doble moneda, y que tampoco será breve la existencia de las tiendas en MLC, más bien, el cubano siente que han llegado para quedarse.

Lo más triste es la forma tan desvergonzada de los precios. Veamos, a modo de ejemplo, algunos de los productos más baratos en esas tiendas: una lata de bebida malta cuesta 0.80 centavos MLC equivalente a más de 64 pesos; un pomo de jugo a 2.50 MLC equivalente a 200 pesos; una lata de refresco cola a 1.00 MLC, equivalente a 80 pesos; un pomo de mayonesa a 2.00, equivalente a 160 pesos, etc.

Ni hablar de otros artículos. Recientemente tuve que comprar un ventilador, los más “baratos” tenían un importe de 52 MLC, que son 4160 pesos al cambio, muy superior al salario promedio de un trabajador cubano, que fluctúa alrededor de 3000.

Pues bien, así las cosas, entro a la tienda, compro algunas chucherías y aunque salgo feliz al saber que mi niña disfrutará de alguna que otra modesta golosina, no puedo dejar de pensar en lo injusto de la situación, y me pregunto ¿qué futuro nos aguarda?

Y mientras, muchos buscan alcanzar el sueño cubano, que no es otro que largarse de este país. Todo por cosas como el apartheid monetario de las tiendas en divisas y otros tantos horrores.

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