Conozca a Cuba primero y al extranjero después

Por Pedro Pablo Morejón

Varadero

HAVANA TIMES – Así reza una canción de un spot publicitario que a cada rato exhiben en la televisión nacional y que me resulta molesto. Debe estar dirigido a una raza especial de cubanos, porque con la mayoría ocurre al reverso.

Como, por ejemplo, el caso de Papito. Vivía en mi barrio hace poco más de 10 años. Era un hombre de bajo poder adquisitivo, y eso es algo que en Cuba es peor que ser un simple ciudadano.

No sé cómo logró emigrar hacia los Estados Unidos de América, supongo que lo hizo por el sorteo internacional que aquí denominan el “bombo”. Allá trabaja de chofer. Se dedica a transportar mercancías por muchos estados de La Unión americana. Es un trabajo sacrificado, pues lo mismo maneja de noche que de día y apenas está en casa. Solo es ideal para aquellos que no tienen esposa o hijos que atender, para llaneros solitarios.

Claro que casi todo es relativo. Trabaja en un camión confortable y se hospeda en moteles igual de confortables cuando lo atrapa la noche y tiene sueño, y lo más importante: un trabajo bien remunerado. Eso le ha permitido viajar a Cuba todos los años. Así que sacrificado no lo es desde los estándares cubanos. Siempre lo veo en un auto rentado, conocido aquí como “Tur”, que le cuesta decenas de dólares diarios (estoy pensando en los más baratos).

Otro caso parecido es el de Juan Carlos, colega mío de estudios y de profesión. Trabajó como abogado en el municipio de San Cristóbal, perteneciente a Artemisa. Debía viajar diariamente más de 50 kilómetros desde su pueblo para llegar al bufete. No sé cómo conoció a una ecuatoriana, dicho en buen cubano la “jineteó”, se casó, y ella lo sacó del país.

Allá no ha ejercido la profesión, trabaja de administrador de una cadena de tiendas. Me lo encontré en Consolación de Sur hace menos de un mes. Estaba de visita y hablamos de Ecuador, de la situación aquí. Está ayudando a sus padres a terminar la casa y les pasa un dinero periódicamente.

Centro Habana

Un tercer ejemplo es Yanier, se fue con el padre para USA desde que era un adolescente, hoy tiene 30 años y viaja a la Isla todos los años. Compró una casa para la madre y gracias a él no tiene que madrugar más para trabajar en un despalillo de tabaco que le estaba afectando la salud.

Papito, Juan Carlos y Yanier tienen un punto en común: Todos han conocido Varadero, Cayo Largo del Sur, Viñales, el cabaret Tropicana…y más, pero solo después que emigraron, porque en esos sitios la gran mayoría de los cubanos no reservan ni se hospedan. Solo pueden los extranjeros que vienen a vacacionar…y los “mayimbes”, obviamente.

Conozca a Cuba primero y al extranjero después…quizás, a fin de cuentas, el autor de la canción esté en lo cierto, porque como dice el estribillo de otra del grupo Buena Fe

Mucha Cuba en una Cuba
Una Cuba en muchas Cubas

Pero la Cuba que casi todos hemos conocido, no es más que una tierra con poco de ilusión y mucho de penurias. 

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