Comiendo basura

Osmel Almaguer

HAVANA TIMES — Los reclamos de los vecinos a la Dirección Municipal de Servicios Comunales han sido reiteradas, pero infructuosas. El contenedor de los desechos correspondiente a una de las cuadras principales de la Villa Panamericana, sigue desbordándose porque el carro no pasa con la debida frecuencia.

Como resultado, a menudo esa esquina se convierte en un “micro-vertedero” ―término utilizado por aquella entidad―, potenciando el desarrollo de plagas y enfermedades.

Si al menos nos deshiciéramos de nuestros desechos por medio de esas bolsas creadas al efecto… Pero no, la basura va íntegra al contenedor. Ahí se juntan los materiales potencialmente reciclables con la materia orgánica en descomposición, los trastos con las íntimas y la borra de café con las cáscaras de plátano.

No tenemos abundantes medios para mejorar nuestra higiene, pero tampoco tenemos ganas de hacerlo. Tenemos ideas pero no las ponemos en práctica. En fin, que a veces hasta a uno se le quitan las ganas de hablar de estas cosas.

Pero volviendo a lo que decía; lo peor del caso es que este micro-vertedero está a escasos metros de un área de venta de gastronómica. Entonces, las quejas no han sido solo de los vecinos, sino también de los trabajadores de los quioscos que, por cierto, bastante sucios que tienen sus puestos de venta.

Llama la atención que la gente sigue comprando alimentos ligeros en ese lugar. ¿Será que ya está acostumbrada a la cochambre, o que cierra los ojos porque todos los lugares están más o menos igual?