Y si fuera verdad la muerte de Fidel

Nonardo Perea

HAVANA TIMES — Hay mucha gente que fantasea diciendo que Fidel Castro está muerto, pero todos sabemos que no es cierto, porque periódicamente los medios informativos muestran imágenes del señor vivito y coleando.

Recientemente estaba haciendo una fila, para recargar mi cuenta de Internet, en una de las tormentosas colas que se hacen en Etecsa, y entre las personas que esperaban se armó un diálogo de lo más interesante. Todo empezó cuando un señor de unos 60 años le pidió a Dios que se acabara de morir Fidel, para ver si todos nuestros problemas se acababan de solucionar de una vez, otros también desearon la muerte a Raúl Castro, porque de que serviría que se muriese uno si el otro seguía en pie.

Me causaban risa los criterios, y, de cierta manera, me daba pena ver que existen personas que les desean la muerte a otra. Yo, a pesar de no estar a favor del sistema, nunca  he deseado la muerte a ninguno de los mandatarios ni a ningún ser humano. Supongo que la solución de las dificultades de nuestra nación está en nuestras manos.

Me pregunto ¿realmente la vida del cubano cambiaría si esos dos seres dejasen de existir?

Aquel intercambio solo me sirvió para entender que vivimos inmersos en una sociedad donde la hipocresía y la doble moral están a la orden del día.

Estoy convencido de que si en ese momento se hubiese aparecido Raúl Castro, todos empezarían a ovacionarlo y a hacer reverencias, a gritar consignas que uno se ha aprendido de memoria.

En fin, que el discurso habría cambiado por completo, y es que los cubanos estamos acostumbrados a eso, a hablar por detrás, no somos capaces de reclamar nuestros derechos, y cuando se trata de política, preferimos quedarnos callados y mentir, y volver a mentirnos a nosotros mismos, y nada, que no por gusto estamos y seguiremos estando como estamos, jodidos.