Por Irina Pino
Este programa comenzó hace años de forma glamorosa, se graba en los Estudios Abdala, de Miramar. El set es un apartamento muy chic, con unas luces discretas, que embellecen al más feo.
Por aquellos años, Amaury usaba traje con tenis, elegancia unida a informalidad, mezcla atractiva para los espectadores, también hacía sus gestos nerviosos…
No se puede negar que este espacio tiene una excelente factura, un equipo de realización que goza de gran profesionalidad, todo está estudiado, cronometrado, para que no haya baches. Y engancha a la gente. ¿Por qué? Porque te enteras de cosillas que se revelan, y que los entrevistados no sabían que les iban a preguntar, o sea, los cogen desprevenidos.
A él le gusta demasiado la polémica, y los insta a responder con habilidad, sin presiones, aparentemente, pero quizás los lleva a decir cosas que a lo mejor no les convenía hablar.
Sabe lo que hace, lee, investiga, tiene facilidad para dialogar, eso es un don. Además, es original para armar el cuestionario.
Han desfilado por allí, Eusebio Leal, Frank Fernández, Antón Arrufat, Zaida del Río, Silvio Rodríguez, y otras importantes figuras públicas. Hoy el entrevistado fue Lester Hamlet, realizador de videos y director de cine.
Pero no se habló lo suficiente del trabajo de Hamlet, me quedé con ganas de ahondar más en su filmografía. Amaury más bien se centró en su vida familiar, íntima, en la que abordó directamente su orientación sexual, porque es gay desde que nació, y nunca estuvo en el armario.
No creo perjudicial que se sepa parte de la historia de alguien que goza de fama, es válido conversar sobre lo espiritual, enaltecer la obra del entrevistado, lo que choca es cuando se hace para manipular los sentimientos de la gente, para convocar la lágrima; se manipula al entrevistado para que revele sus secretos, y el televidente participa de su fragilidad. ¿Qué es esto, la revista Hola en televisión?
Se vuelve puro chisme y pierde seriedad, la manipulación está hasta en el cierre, cuando el tema de despedida empieza a sonar antes de que termine de hablar el entrevistado de turno. El tema instrumental, Con dos que se quieran, tocado con una guitarra por el trovador Manuel Argudín, es profundamente melancólico, la gente va a llorar con las frases del entrevistado, y con las del entrevistador, que lo induce a esto, diciéndole maravillas, que lo quiere mucho…
Se levanta luego, lo abraza y lo besa. Siempre el invitado es su amigo del alma, y él, por supuesto, le expresa su amor. Necesita estar a la altura del invitado, no puede ser menos que el otro. Siempre debe existir un vínculo. ¿Por qué no invita a alguien que no resiste? Amaury provoca constantemente para que todos se deshagan en lágrimas, los invitados y los que están del otro lado.
Seguro que Amaury Pérez leyó el libro: Televisión subliminar, socialización mediante comunicaciones inadvertidas, de Joan Ferrés Prats, en el que el experto en Comunicación habla de “la pornografía de los sentimientos”.
El conductor es inteligente, pero no todo el mundo se deja engañar.
Me considero una admiradora de la obra musical de Amaury, adoro sus bellas canciones de amor, sin embargo, considero que su fórmula al conducir este programa debe ser más mesurada, debe darle el lugar de estrella, solo al invitado.
En Cuba, el discurso oficial de intolerancia se entrelaza directamente con la deshumanización de aquellos…
El grupo folclórico Malinche se unió a Carlos Mejía Godoy y TrovAzul para presentaciones en…
Presentamos las noticias internacionales en breve recopilada por Democracy Now el viernes 26 de abril de 2024.
Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.