Erasmo Calzadilla
HAVANA TIMES — El destino de Cuba se juega en las elecciones venezolanas de mañana. Desde mi punto de vista existen tres escenarios posibles (como les gusta decir a los politólogos).
Uno de ellos es que gane el actual presidente. Lo que significaría otra larga racha de lenta agonía que no nos acaba de matar.
Si por el contrario pierde Chávez nos la vamos a ver bien fea, al menos por un tiempo. Sin el petróleo barato de Venezuela creo que este sistema político no resiste.
Tendría que aplicar una represión muy fuerte para contener a la oposición y ese sería su fin, sobre todo si los republicanos acceden a la presidencia de EE.UU.
La tercera variante es que Hugo Rafael o Capriles no reconozca la validez de los comicios y sobrevenga un conflicto social armado, con la participación, solapada o no, de los países de la región.
En ese caso lo más probable es que los gobernantes de Cuba envíen tropas: especiales en misiones secretas primero, regulares si el conflicto se internacionaliza.
Por todo lo anterior creo que el cubano de a pie (salvo los que saben pescar en río revuelto) no tiene mucho que ganar y sí mucho que perder con las elecciones presidenciales de Venezuela.
Esperemos al menos que no sean el detonante del fin del mundo.
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