Rompiendo por inercia la inercia

Erasmo Caladilla

HAVANA TIMES, 2 mar — Llevo un tiempito sin escribir. Tuve que concentrarme en luchar unos pesitos rápidos que la cosa está dura, y luego por estar así, fuera del ambiente de las noticias, los blogs, el activismo y la reflexión perdí el impulso.

Bastó un mes para volver al estado zombi y enajenado en que vive el cubano común e imagino que gran parte de los trabajadores del mundo. Con la pausa perdí el valor, el interés y el sentido de escribir.

Una de las ventajas y atractivos de un blog es el chance de acercarse a la vida personal de su autor, pero los colaboradores de este sitio y muchos de Cuba no podemos darnos ese “lujo” de, sencillamente, mostrarnos tal cual somos.

No, tenemos que andar piano y muy actualizados para en medio de esta guerra no decir un disparate ni buscarnos un problema o buscárselo a alguien.

Y todo ese esfuerzo sin contar con el tiempo y los recursos que un periodista o un intelectual precisa para tan difícil tarea. Asumí el reto durante un tiempo pero ya estoy agotado.

Entonces pues, sin nada que aportar al asunto nacional o cualquier otro tema público y con el temor siempre presente de meter la pata, me ha atrapado una inercia bloguera que con este post intento romper, aunque el sentido siga ausente.

De paso, mi presentación está desactualizada: ahora tengo 37 años y hace mucho no soy profesor de nada.