Manzanita el Dinamitero

Erasmo Calzadilla

HAVANA TIMES — Ha proliferado por la ciudad un gran cartel con el rostro sonriente de José Antonio Echeverría y una frase: Un corazón de oro cargado de dinamita.

Contemplando semejante floración estival me asalta una pregunta: ¿Qué pensará el visitante que no conoce nuestra historia? ¿O los jóvenes que la repudian por como se la embuten en la escuela?

Creerán que Manzanita era una especie de dinamitero buena gente, uno al que le encantaba poner bombas que estallaban en flores de colores.

Creo que es preciso aclarar un poco. Echeverría no era un pirómano filántropo, su dinamita tenía un destino preciso: derrocar la dictadura. Es evidente que eso es lo más importante, lo que no puede faltar en una alusión al que murió intentando ajusticiar a Batista.

No me explico en qué estarían pensando los que confeccionaron el cartel ¿por qué no hicieron referencia a ello? ¿Será que está prevista la visita de algún dictador invitado por el PCC, y no quieren que se lleve una mala impresión? (Una invitación por motivos de realpolitik, no de afinidad, se sobrentiende).

Y ahora, una pregunta de participación: Si Manzanita viviera, si fuera joven y estuviera en la Universidad ¿qué haría? ¿Integrara las filas de la Juventud (Unión de Jóvenes Comunistas), fuera habitual al parque d’ G o pusiera bombas?

Yo creo que más bien escribiría en un blog. No existe hoy en Cuba dinamita más poderosa que la opinión pública. Algo grande sucederá cuando la gente perciba su fuerza, que no es otra que SU propia fuerza. Por eso Mobutte nunca permitió la llegada del cable submarino desde Ugambia.