El peligroso pragmatismo economicista

Por Pedro Campos

HAVANA TIMES — He vuelto a escuchar en voz de  representantes de una tendencia pragmática-economicista, que “lo importante era que la economía funcionara, no la forma de propiedad o producción en que se lograra”.

No importa su nombre, el lugar, o el momento en que se dijo. No tengo ninguna predisposición hacia ellos, no tengo ninguna intención de que mi crítica hacia esa manera de ver la economía, pueda servir para descalificar a persona alguna.

Los comunistas democráticos y libertarios, no criticamos a las personas, debatimos sobre ideas, criterios y no para hacer daño a nadie en particular, sino para tratar de contribuir al debate socialista.

Esa forma pragmática y economicista de concebir la economía, conlleva graves peligros: “no importa el color del gato, lo que importa es que cace ratones”, fue la manera “graciosa” a la que Den Siaoping  acudió, para encubrir la amplia introducción del capitalismo privado nacional y extranjero en China.

Para los cubanos, apenas a 90 millas de la más grande potencia imperialista de la historia, que ha añorado anexarse real o virtualmente a nuestro país, semejante pensamiento tiene un muy claro peligro: “como nadie duda de que el capitalismo norteamericano funciona, desarrolla la economía, produce crecimiento y bienestar para sus asalariados, una buena opción sería entregar nuestra economía a las empresas norteamericanas.” Algo que, por cierto, escuché decir a una persona en una conversación en una guagua.

Efectivamente, esa manera de ver el desarrollo económico, tiene el peligro de terminar entregando el país al capital norteamericano, por medio del fomento del capitalismo privado, como ya se viene haciendo con la autorización anticonstitucional para que los privados exploten trabajo asalariado, algo que para algunos de nuestros economicistas pragmáticos, no es tan malo “pues esos trabajadores han encontrado empleo y no se sienten explotados, ya que ganan más que en el estado”.

Si eso no es propaganda lisa y llana al capitalismo privado, baje dios del cielo a convencerme.

Y no estoy diciendo nada que no se sepa: existen algunos capitalistas norteamericanos de origen cubano que ya tienen invertido dinero en jugosos  negocios en Cuba, aprovechándose de las posibilidades que ha ofertado la “actualización” al permitir la explotación asalariada por privados. Ejemplos: fincas, restaurantes, almendrones y casas de alquiler.

Y si fuera nada más dinero para ayudar a un negocio familiar que no explote trabajo asalariado, o para impulsar una cooperativa, no sería anti socialista, ni sería anticonstitucional enviar dinero a Cuba para esos fines, habría que aplaudir.

Pero en gran escala y para explotar a otros, con beneficios económicos que están  saliendo incluso fuera del país, solo es el principio del fin de la revolución cubana.

Al capitalismo, como a la gangrena, si le das un dedo, te coge la mano, después el brazo y termina agarrándote todo el cuerpo. Ya lo había dicho el Che: “Al imperialismo, ni tantico así”.

El pragmatismo economicista, en las circunstancias actuales de Cuba, que se resiste indirectamente al cooperativismo (“no hay espacio constitucional al cooperativismo más allá de la agricultura…en las cooperativas de los países capitalistas también hay corrupción”, etc.), constituye el peligro más grave de restauración capitalista que enfrenta hoy el proceso revolucionario cubano.

Los interesados en desviar la atención de ese peligro mayor, tratan de concentrar la opinión pública en las actividades de Generación Y, Estado de SATS y los grupos de oposición.

Los comunistas, los revolucionarios, los verdaderos demócratas, no pueden caer en esa trampa de que “lo importante es desarrollar la economía”, sin tener en cuenta el cómo, sin tener en cuenta a quién beneficia ese desarrollo y a quién perjudica.

Obsérvese lo que está ocurriendo hoy mismo en la Europa con ese capitalismo que nos quieren colar por la ventana del patio.

Y mírese hacia China, donde el supuesto desarrollo ha sido alcanzado sobre la base de millones de obreros en régimen de semi-esclavitud y más de mil millones de  convertidos en reserva proletaria viviendo en la miseria.

Comparece que sucedería en Cuba con apenas 11 millones de envejecidos habitantes, si se trata de imponernos la experiencia china.

¿Desarrollo de los dueños de capital a costa de los trabajadores? ¿Desarrollo de la burocracia corrupta a costa de los trabajadores?

No. No es ese el desarrollo que queremos. Queremos desarrollo para todos, compartido, donde todos participen y se beneficien equitativamente; una sociedad, como dijo Martí y nuestra Constitución socialista establece, “con todos y para el bien de todos”, no una sociedad para beneficio de una parte y perjuicio de otra, no  divida en explotadores y explotados, no donde unos dirijan y otros sean dirigidos, no una sociedad donde unos vivan del trabajo de otros. Si perdemos ese horizonte lo perdemos todo.

La Revolución Cubana, no se hizo para venir ahora e entregar el país al capital nacional y extranjero y nadie está negando la necesidad de usar financiamiento externo que aporte capital tecnología y mercados que no sea para explotar a los cubanos, como tampoco nadie está proponiendo cerrar el intercambiar de productos necesarios con el mundo exterior, a partir de una especie de autarquía.

De lo que se trata es de cómo hacerlo, qué entidad y qué tipo de entidad, a quién responde esa entidad, qué compromisos se adquieren a cambio, cuáles son los propósitos de la inversión, sobre qué bases socio-económicas se establecen.

El peligro del pragmatismo economicista es muy claro. No lo ve quien solo piensa en el desarrollo económico, sin reparar en cómo lograrlo, en sus otras consecuencias y a costa de qué. No lo ve quien no quiere o quien oculta sus intenciones pro-capitalistas.

Por esa vía se llega al relativismo filosófico, de entender que” cualquier camino conduce a Roma”, solo que unos llegarán más pronto y otros nunca.

Los que reniegan de la utopía socialista, tienen todo el derecho a hacerlo; pero no traten de confundir al pueblo con un lenguaje desarrollista-burgués, ni sigan diciendo que el “socialismo” demostró ya su fracaso, cuando ya está más que demostrado que aquello, ni esto que tenemos en Cuba, es socialismo, sino una tergiversación de las ideas de Marx, una caricatura de socialismo, que en verdad siempre encubrió un capitalismo monopolista de estado para beneficio principal de la burocracia.

No traten de “barrer el piso” con la idea socialista, utilizando como escoba el tal “socialismo real de estado”  que nunca fue.

Y que nadie se ponga bravo, porque no estoy acusando a nadie de ser culpable de nada, ya he explicado que fueron aciagas circunstancias las que nos llevaron allí, yo –entonces- incluido.

La crítica al “socialismo de estado” de los partidarios del Socialismo Participativo y Democrático, no podrá ser usada jamás por los que pretendan restaurar el capitalismo en Cuba; sencillamente,  porque siempre ha ido acompañada de  la propuesta del socialismo de tipo cooperativista-autogestionario y democrático, en la dirección concebida por Marx y los socialistas originales.

No ha sido para denigrar el socialismo, para burlarse de él, ni para destruir a nadie, como al parecer pretenden algunos economicistas, sino para reivindicarlo y sanearlo de desviaciones.
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Para contactar con Pedro Campos: [email protected]

 

9 thoughts on “El peligroso pragmatismo economicista

  • Con el articulista concuerdo en partes,nadie pondria en duda que la economia de EUA funciona,cosas muy logica y que hecha por tierra el futuro capitalista.En lo que no concuerdo con Pedro Campo es en su rechazo al trabajo asalariado privado y que a la misma ves en otros articulos denuncia el capitalismo monopolista de estado que se practica en cuba.Tiene que llegar a un consenso porque no hay forma de que todos sean duenos de el negocio u empresa en que trabajan,y se tiene que ganar dinero para vivir ,y la forma es vender la fuerza de trabajo.Yo no veria en cuba peligro alguno en cuanto a ampliar la forma de produccion capitalista en lo economico siempre que se conserven prestaciones universales en los renglones de salud ,educacion y seguridad social.El peligro real para cuba lo constituyen las carronas que andan sobrevolando Cuba (Carlos Saladrigas ,Los Fanjul y comparsa) que si son unos monopoliatas a los cuales hay que tenerle cautela.

  • Quise decir arriba que no hecha por tierra el futuro capitalista.

  • Las ideas izquierdistas de Campos han llegado muy tarde. Lo peor es que Campos se preocupa mucho por los inversionistas americanos y cubano-americanos cuando ya un buen trozo de la economia cubana pertenece a otros capitalistas, mucho de los cuales incluso carecen de la etica con que muchas compañias americanas tratan a sus empleados. Turismo, azucar, niquel, bienes raices, alimentos, muchos nebocios capitalistas de la mas rancia clase, donde ni los sindicatos se atreven a defender a sus miembros. No Campos. ese socialismo utopico con que sueñas y que yo tambien soñe no pasa de ser eso y mientras soñamos se siguen tomando medidas netamente capitalistas pero solo para un grupito de la clase gobernante, ahi tienes el ejemplo del “Cabildo”. solo los jefes y sus familias tienen la oportunidad de abrirse paso en el capitalismo que ellos mismos impulsan y del cual le ofrecen al pueblo solo la posibilidad de usar sus manos malamente pagadas.

  • Es que para criticar el pragmatismo, lo primero sería tener una economía: ¿La tenemos?

  • Compañero Pedro: Su enfoque relacionado con el objetivo básico del socialismo de eliminar la explotación del trabajo asalariado tiene vital importancia para la elaboración de una teoría de transición que podría aplicarse a Cuba.

    Históricamente, el socialismo de Estado ha sido el modo de desarrollo de la Isla debido a las condiciones materiales que han prevalecido durante la segunda mitad del siglo 20. La salud, la educación y la distribución más justa del trabajo y de todos los recursos mejoraron notablemente después de 1959, precisamente porque existía una autoridad central o una estructura estatal que apoyara y poner en práctica un programa socialista. Sin una autoridad centralizada y una fuerza defensiva bien motivada, la revolución cubana bien podría haber finalizado durante el ataque a Bahía de Cochinos en 1962.

    Pero las circunstancias materiales, incluyendo el terrorismo diario banal del bloqueo han limitado el progreso de la revolución cubana y han preparado a los cubanos sanos y educados a ir más allá de los límites históricos del socialismo de Estado y desarrollar nuevas estructuras sociales para proporcionar los bienes económicos necesarios. Pero no nos olvidemos de las artes, del sistema de salud y de las fuerzas armadas.

    En este momento podría ser desastroso destruir el Estado cubano, solo hay que ser testigo de lo que ocurrió en Europa del Este, cuando el Estado soviético cedió el control económico a los oligarcas.

    Las cooperativas en manos de los trabajadores son importantes y constituyen una forma probada de desarrollo en una estructura socialista. Tal vez usted podría comentar sobre la experiencia española Mondragon.
    Sobre todas las cosas, los cubanos deben defender las conquistas socialistas adquiridas por la revolución, mientras buscan nuevas vías para el desarrollo.

    Dejar que el sistema cubano cae en manos de un capitalismo de compinches, como hizo Rusia, rápidamente transformaría a Cuba en un barrio de Miami.

    Hasta ahora, el socialismo de Estado ha traído grandes ganancias para el cubano promedio. Estos logros sociales no deben ser comparados con la falsa idea de la abundancia material que se atribuye erróneamente a la empresa particular.

    El capitalismo contemporáneo está en crisis. Un gran número de personas sin hogar, muchos enfermos mentales y enfermos físicos, son la evidencia viva del fracaso del capitalismo y de su sistema de mercado para proporcionar una vida decente para todos.

    La fase de desarrollo del estado socialista puede estar llegando a su fin histórico, pero debe ser sacrificado por las falsas promesas del pequeño capitalismo o el capitalismo monopolista.

    Las bromas sobre los gatos y su capacidad para cazar ratones son divertidas, pero ¿quién es esa persona al lado tuyo, un jefe o un compañero? ¿Tu voto cuenta tanto como el suyo? ¿Usted recibe un salario de acuerdo al trabajo, o de acuerdo a la condición social? ¿Usted quiere una sociedad basada en el principio de igual salario por trabajos de igual valor, o basada en las ganancias que los propietarios extraen del producto de los trabajadores?

    Y mientras el gato caza ratones, tenga en cuenta que en la actualidad el per cápita Producto Interno Bruto (PIB) cubano es algo mayor que el PIB de China.
    Compañero Pedro, siga con su buen trabajo.

  • ¡A los problemas les busco resultados y soluciones, no teoría política!
    Imagínese si Bacardí todavía contratara trabajadores que pagaran impuestos salariales, que estuviera pagando impuestos sobre la propiedad y que los distribuidores de sus productos hicieran lo mismo.
    He escuchado que el 65% de la economía cubana se basa en las importaciones. ¿Qué significa eso? Respuesta: ¡su economía no puede crecer!
    Cuba tiene una sola cosa para vender y crear un flujo de dinero fiscal. Y eso es las mejores atracciones turísticas posibles a un precio competitivo. Envíen a la gente a sus casas con una sonrisa y harán crecer su economía.
    Sólo una semana reveladora en Cuba y quisiera tener 30 años. La puerta se podría abrir, déjenlos entrar.

  • El informe de Peters me pareció convincente y perspicaz, (Esta es una de las pocas veces que concuerdo con Moisés! Aunque considero que las advertencias de Lawrence W también son válidas. La mejor política que el gobierno podría seguir sería llegar a una síntesis de las dos … ni abrazar el capitalismo “Wild West” que predomina ahora, ni la arteriosclerosis estática que caracterizó gran parte del gobierno, en acción, durante los últimos 23 años o 40 años! Aunque estoy escéptico de la fundación que patrocinó su investigación, estoy consciente de que Peters es brillante. Personas como él han sabido evolucionar hacia una posición más inteligente. Hay muchos ejemplos de esto (el más antiguo que recuerdo es el del general Smedley Butler, de la década de 1930; ejemplos actuales incluyen a Paul Craig Roberts, antiguo secretario de Tesoro durante el mandato de Reagan, y ex director de la revista Wall Street. Por supuesto, que probablemente Philip Peters no va a llegar tan lejos. Pero él debe darse cuenta de que el complejo militar-industrial está fuera de control, sus gastos son insostenibles, y al final, sus políticas eventualmente llevarán a la destrucción de la República.
    Para volver al tema de la “Guía …” de Peters, creo que es vital que Cuba reciba una inyección de capital para crear bienes y puestos de trabajo. Se desean las condiciones para tal infusión, pero esas condiciones no deben desalentar las inversiones, en especial inversiones adecuadas. Dicha política debería dirigirse a “La Forma Dorada”.

  • Leo el blog de Peters y el de Havana Times dos veces al día. Siento que ambos son los “tops” en la discusión o debate de cualquier tema. Descargué el ejemplar de Empresarios de Cuba, lo leí, y pensé que era excelente.
    Mira, no tenemos la manera de tener una vista de águila 100% de lo que está pasando en Cuba. Esto es algo muy difícil, pero el Sr. Peters me ilumina al seguir dándonos tanta información, no suya, sino de varias fuentes. Así que creo que hizo muy buen trabajo al interpretar, de la mejor manera posible, lo que está pasando en Cuba.

  • El informe del Instituto Lexington es un ejemplo clásico de la propaganda que señala el escritor de Havana Times Samuel Farber. Se puede catalogar como “propaganda honesta”, que no contiene falsedades, sino hechos selectivos, que requieren una lectura cuidadosa, como ha hecho Farber. El Instituto Lexington, puede ser visto como una agencia de publicidad ideológica, propaganda por dinero.

    Citando a la Wikipedia: “El Instituto Lexington ha sido llamado el “pago de la industria de la defensa para jugar a la agencia de publicidad “y” certificaciones de los medios de comunicación señalan que el personal de Lexington tiene vínculos con contratistas militares “.Loren Thompson, uno de sus fundadores, declaró: ” no voy a trabajar en un proyecto a menos que en algún lugar, alguien, esté dispuesto a pagar.”

    Significativamente, la Wikipedia remarca “, los empleados del instituto son citados con frecuencia en los medios de comunicación nacionales. En 2008 fue clasificado como el 21 think tank más citado de los medios, en términos de visibilidad, aunque en cuanto al presupuesto ha estado en el número dos de la nación”.

    Por lo que uno no debe sorprenderse por la actitud actual de la población general de Estados Unidos. ‘Michael N. Landis escribe: “El informe de Peter me pareció convincente y perspicaz” y’ bjmack dice, “leo el blog de Peter y el de Havana Times dos veces al día. Siento que ambos son los ‘tops’ “. La propaganda funciona. La mejor manera de acercarse a ella es llenar los espacios en blanco, tomar nota de lo que se ha omitido y esto es lo que ha hecho Farber.

    Él comienza dando crédito a quien lo merece, al escribir “este artículo es un informe comprensivo de los cambios económicos que han tenido lugar en Cuba desde que Raúl Castro asumió el poder”. La otra parte del artículo de Farber nos dice lo que no está en el reporte del Instituto Lexington:

    – El informe “carece de perspectiva. No pregunta, por ejemplo, si los miles de pequeños negocios que se han abierto recientemente en Cuba son propicios para un despegue de la economía. Peters, además, no analiza el impacto que diversas políticas pueden tener sobre la economía cubana”.

    – “Uno esperaría que Philip Peters preguntara qué tipo de Estado y de economía podrían surgir si se llevaran a cabo todos estos cambios”. ¿Terminará Cuba con un modelo similar al de Vietnam o China? Es lamentable que el material reunido tan pacientemente por Peters no toque este asunto.

    – “El informe está escrito en un tono suave que minimiza cualquier crítica al régimen y pone un giro positivo, a veces rayando con la exaltación.”

    – “Cuando se trata de los derechos humanos, Peters es aún más tímido. Por ejemplo, menciona la liberación de 2.900 presos comunes, pero no explica que este es un porcentaje bastante pequeño”.

    – “El informe” ni siquiera menciona la censura sistemática y generalizada que se practica en los medios de comunicación oficiales”.

    Farber señala cómo el informe, que emana de una capitalista, critica suavemente a un gobierno al que le gustaría ver desaparecer con alegría, y varios de sus clientes estarían a favor de derrocarlo violentamente. ¿Qué está pasando? nos pregunta él en su párrafo final:

    “La política del Instituto Lexington está obligada a cargar con el peso, si el bloqueo llega a su fin no como consecuencia del reconocimiento del justo derecho de Cuba a la libre determinación contra e la injerencia extranjera, sino, y mucho más probable, como resultado de un transición política negociada, desde arriba, entre Washington y el gobierno cubano, seguramente encabezada por los sucesores asignados por Raúl Castro. ”

    Gracias, Samuel Farber, por desmenuzar una pieza de propaganda engañosa. Tenga en cuenta que, todo el tiempo, la inteligencia triunfa por encima de la propaganda.

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