Bienvenida sea Yoani Sánchez “la calandraca”

Erasmo Calzadilla

HAVANA TIMES — Ya regresó Yoani Sánchez de su gira por el extranjero, a seguir luchando, supongo, por las ideas que la movilizan.

En el ámbito intelectual cubano he conocido a muchos que la menosprecian, aún sin ser oficialistas. La consideran tonta, mediocre como política e incluso como cronista o filóloga.

A gente de probada inteligencia la he oído afirmar que la bloguera viene siendo el negativo del Granma (órgano oficial del PCC), o la contraparte de Yoandri (un bloguero oficialista).

Pocas de estas personas que tan duro la juzgan mueven un pelo por “esto”, mucho menos arriesgan su tranquilidad doméstica o su futuro profesional.

Conozco otro ámbito oficialista, no tan intelectual, donde le endilgan frases trilladas (la mercenaria) o se burlan de su estampa física. He oído decir que la llaman despectivamente “la calandraca”.

Las calandracas son seres aparentemente insignificantes, pero tienen una función importantísima. Ellas abren agujeros en la tierra, túneles por donde entra el oxígeno a las raíces. Sus excrementos, además, son un exquisito abono para las plantas.

Hay muchos criterios que no comparto con Yoani (tampoco la sigo demasiado), pero si con sus provocaciones, sus quejas, sus genialidades o su ciberchancleteo contribuye a movilizar el permafrost, el subsuelo congelado de la política cubana, entonces bienvenida sea la calandraca.