Bajo fuego cruzado

HAVANA TIMES – Ya voy saliendo del malestar que me generó ver mi rostro publicado en la primera plana de Cubanet, en un artículo que miente sobre asuntos delicados e intenta denigrarme a un nivel muy mezquino, así será el público al que va destinado.

En un evento en Miami, septiembre del año pasado, lancé preguntas incómodas a los cabecillas del periodismo disidente-oficial (ya he filtrado algo en mi blog). Ahora que di El Brinco uno de ellos vio la oportunidad de vengarse, presentándome como otro castrista que traiciona sus principios en busca del sueño americano.

Pedí al Institute for War and Peace Reporting -organizador del evento- publicar las grabaciones para verdad salga a flote; me responden que no hubo grabación. Lástima, ello me hubiera dado la oportunidad de demostrar quién miente, y protegerme del mitín de repudio que han lanzado sobre mí.

Luego Cubanet realizó una edición del artículo eliminando las referencias a debates internos del evento, sobre los que existía el compromiso de no divulgación. Pero el nuevo texto no desmiente al anterior en su idea principal: mi supuesta defensa del control de los medios por parte del Estado; lo que en en el contexto cubano del exilio se traduce en apoyo explícito a la dictadura de los Castro.

Para demostrar que no soy ese que dicen no tengo que esforzarme demasiado. Llevo casi casi una década alzando mi pluma contra el totalitarismo y la dictadura de los Castro, cosa que me ha traído no pocos problemas personales y la ruina de mi carrera profesional. Además, colaboro con este medio, Havana Times, al que no quisiera ver nunca controlado por el Estado ni por nadie que coopte su libertad.

En Cuba me han llamado derechista, antimarxista (en los juicios relacionados con mi expulsión de la universidad) y hace pocos años un intelectual orgánico-al-régimen me clasificó en su blog de Anarco-Capitalista.

¿Quién me iba a decir que acabando de poner un pie al otro lado del charco, sin haberme limpiado aún el polvo del camino, me iban a colgar el cartelón de COMUNISTA?

Esa confusión ocurre no porque yo esté poco definido y me mueva como una veleta en el ámbito de la ideología. Mi posición política es bien estable hace mucho tiempo: soy de la izquierda libertaria, por ahí me muevo. Pero los extremistas-descerebrados de las dos orillas no entienden de sutilezas. Si criticas al tío Sam es porque eres comunista. Si no te gusta el régimen de La Habana entonces eres un contrarevolucionario procapitalista. ¡Válgame dios!

Y en el medio de esta batalla de pedos, que no de ideas, yo metido, recibiendo cañonazos de ambos lados…

Es normal, es así cuando uno elige un camino distinto al trazado por las tendencias predominantes. Seguiré adelante con las mismas ideas que defendía en Cuba, que no cambian porque ahora coma pan integral subsidiado por el contribuyente americano (al que ya expresé mi agradecimiento).

Y si me echan de aquí, ya encontraré quien me recoja.
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Nota: Aprovecho para agradecer a la periodista Elaine Díaz por su apoyo durante el evento en Miami. Cada vez que me complicaba durante los debates ella aparecía de la nada y respaldaba mis puntos.