Acaben con el buró, yo me encargo de la cracia*

Erasmo Calzadilla

“La experiencia tiende a demostrar universalmente que el tipo de organización administrativa puramente burocrático, es decir, la variedad monocrática de burocracia es, desde un punto de vista técnico, capaz de lograr el grado más alto de eficiencia, y en este sentido es el medio formal más racional que se conoce para lograr un control efectivo sobre los seres humanos” –Max Weber 

Resulta muy sospechoso que en un régimen tan intolerante a la crítica todo el mundo pueda disparatar así, libre y crudamente sobre la burocracia.

¿No estaremos actuando como el toro al que le muestran un paño para que embista mientras el torero juega con su furia hasta cansarlo?

La burocracia puede llegar a convertirse en una estructura inflexible, intolerante ante lo nuevo, formalista, conservadora, dada a frenar los impulsos creativos.  Muchos coinciden en que tal cosa ocurrió aquí, en Cuba: fue muriendo la iniciativa civil, popular, en la misma medida en que engordaba la versión maligna de la burocracia, consolidando la República Petrificada, como le llamaba Marx.

Pero habría que preguntarse ¿Quién, qué sujeto social, con qué medidas administrativas y legales, con qué praxis logró asesinar el impulso creativo y autoconstituyente de este pueblo? ¿Quién tiró la tiza*? ¿Acaso la Burocracia misma o ella fue solo una consecuencia?

Por otra parte tenemos otro fenómeno: nuestra Burocracia no es solo afuncional por lo rígida, por ser mucha burocracia, sino también por ser muy poca: por irracional, desorganizada, arbitraria, demasiado flexible cuando le conviene y hasta corrupta.

Ante la “voluntad política” de “nuestros líderes” la Burocracia cubana se vuelve un merenguito, y una damicela cuando los verdes andan dando vueltas.  Pero vale preguntarse de nuevo ¿Quién ha impedido con sus arbitrariedades y su voluntarismo que nuestra Burocracia se consolide como una institución sólida y estable?

Por eso cuando desde las tribunas “se” nos muestra al hereje para que ejecutemos lapidación, me da por pensar que lo que “se” pretende realmente es:

– Que nos entretengamos peleando con fantasmas mientras “ellos” ganan tiempo.

– Que al barrer las diminutas islas de poder burocrático que todavía persistan dejemos el campo totalmente libre al avance del grupo que hoy mismo acapara hegemónicamente el poder.

Mientras no podamos prescindir de una burocracia administrativa creo que es preferible sanearla que atacarla, para que esté al servicio de la sociedad civil, ponga traspiés a “caudillos carismáticos” y ayude a impedir la dictadura del Partido, cualquiera que este sea.

*Cracia: es una de las raíces de la palabra buro-cracia.  Viene del Griego y significa poder.

* “¿Quién tiró la tiza?”: es parte del estribillo de un tema popular.  Es una manera de preguntar quién fue el responsable de.