¿América Latina no puede vivir en paz?

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES — Cuando el 17 de diciembre de 2014 los presidentes de Cuba y Estados Unidos informaron al unísono su disposición de restablecer relaciones diplomáticas y comenzar un proceso de normalización de las relaciones entre los dos países, todos los líderes políticos de América Latina se declararon complacidos por esa decisión del presidente Obama y auguraron que la próxima cumbre de Las Américas se celebraría con menos tensiones que las anteriores y que las relaciones de Latinoamérica y el Caribe con Estados Unidos podrían entrar en una nueva fase de mayor entendimiento y amistad como debe corresponder entre países vecinos.

Pero cuando aún no han transcurrido tres meses, una sorpresiva decisión del presidente Barack Obama, con un decreto mediante el cual declara a Venezuela una amenaza para la seguridad de Estados Unidos y su política exterior, echa por tierra toda la valoración positiva que había surgido en América Latina sobre su gobierno y pone en peligro el desarrollo exitoso de la próxima Cumbre de las Américas.

¿A qué obedece esa decisión del presidente Obama? Es un hecho comprobado que el gobierno de Estados Unidos ha estado financiando y apoyando a la derecha golpista de Venezuela, que conspira contra el gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro y el proyecto de revolución pacífica de Venezuela, inspirado en las ideas del libertador Simón Bolívar, reivindicadas por el comandante Hugo Chávez Frías, luego de 200 años de saqueo capitalista del país.

Unido al desorden y el boicot del comercio en manos de la derecha, para causar desabastecimiento y sufrimiento al pueblo trabajador, el gobierno norteamericano ha impuesto sanciones a Venezuela con el objetivo de debilitar a su gobierno, y para justificar esas acciones y otras que pudieran venir, declara que la situación en Venezuela constituye una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.

¿Cómo podría Venezuela, un país pequeño, subdesarrollado, sin armas ofensivas, ser una amenaza para la mayor potencia militar del planeta? En el terreno militar, jamás podría serlo, ahora bien, en el de las ideas sí tiene Venezuela superioridad ante Estados Unidos. Jamás podrán las ideas retrógradas de un capitalismo decadente y de un imperio que se sostiene sólo por la fuerza de las armas, compararse con las ideas del socialismo del siglo XXI, que han logrado unir a toda la América Latina y el Caribe en organizaciones inclusivas y solidarias, como Unasur, ALBA, CELAC y PetroCaribe.

José Martí, apóstol de la independencia de Cuba dijo que un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército, y no hay principio más justo que el que enarbolan los revolucionarios de América Latina, entre ellos los de Venezuela, que trabajan por darle a su pueblo la dignidad que le negaron durante 200 años, dándole trabajo a los desempleados, atención médica hasta en los rincones más apartados, educación de calidad, viviendas decorosas, cultura y deportes como derecho de todo el pueblo, en fin, los venezolanos son ahora dueños de su destino y dejaron atrás la época de la explotación capitalista.

¿Es a esas ideas a las que teme el imperio más poderoso militarmente? Recuerden los imperialistas que sus armas pueden matar a los pueblos, pero jamás podrán matar las ideas. Esas seguirán vivas, si son justas, y las del socialismo han demostrado que lo son. ¿Será que América Latina no puede vivir en paz?