¿Blogger = contra?

Dmitri Prieto

El pasado viernes, mientras me movía en la mañana en un auto, el chofer tenía puesto “Haciendo Radio”, el programa matutino de una emisora nacional cubana.  Dentro del programa, un comentarista había elegido para su mensaje radial el tema de Internet.

Hablaba que aún con tanto bombo que se le da a esa red de redes cibernética como un supuesto espacio democrático y de libre expresión, existían importantes temas que la red distorsiona y a los cuales a veces hasta el mismo soporte técnico del sistema impide acceder.

Ponía varios ejemplos relacionados con Chávez.  Después, se concentró en el caso cubano.  Y dijo lo siguiente: si uno pone “Cuba” en el buscador google, lo primero que sale no son como tal noticias de la isla misma, sino textos de periódicos de derecha, o de bloggers.

Y aclaró: bloggers, los escritores que escriben en Internet para atacar a la revolución.

Repentinamente, sentí una ligera sensación de shock.

Jamás he oído una definición tan tergiversada de blogger.

Máxime, en Cuba hay bloggers, hasta donde sé, de todas las tendencias políticas, tanto a favor como en contra del gobierno, tanto a favor como en contra de la revolución, así como aquellos a los que me imagino la política les importa un comino.

Me pregunto: ¿cuál será el efecto de la definición brindada por el comentarista en aquellos que no tienen acceso a Internet, y que sabemos que entre cubanos y cubanas aún (lamentablemente) suman mayoría?

Los que no puedan leer por si mismos ningún blog pensarán que los bloggers no son otra cosa que sujetos infames y tendenciosos que sueñan con quitarles casa, medicina y educación.

Eso, provisto que los blogs usualmente calificados de contrarrevolucionarios no son por lo general accesibles desde Cuba.  Y, por otra parte, organizaciones oficiales como la Unión de Periodistas han promovido entre sus miembros la idea de que éstos puedan tener sus propios blogs para anunciar al mundo la verdad de Cuba. Pero si no hay acceso a Internet, por definición no se verán ni unos blogs ni los otros.

Me pregunto también si había una intención deletérea y provocadora en definir a todos los bloggers como “contra”, o bien el presentador sencillamente se equivocó por exceso de celo militante.  En cualquier sentido, sentí su mensaje como hiriente y distorsionado.

Es una pena.