Un inminente estallido social en Cuba

Por Ammi

HAVANA TIMES – El descontento del pueblo cubano es general, miles de denuncias en las redes sociales demuestran que el gobierno en la isla no se esfuerza por resolver las necesidades inmediatas y básicas de los ciudadanos. La violación de los derechos humanos, la precaria situación de conseguir alimentos, un servicio de salud pública defectuoso y los constantes cortes de electricidad, ponen a prueba la paciencia de los cubanos.

Aquí unos comentarios de las redes sociales:

Yanilis Sariego de Cárdenas, Matanzas:  Estoy en el Hospital ahora mismo, mi hijo tiene un dolor abdominal agudo. No hay ambulancias, estaba en la escuela cuando comenzó a tener un malestar y no pudieron trasladarlo ni siquiera al policlínico más cercano. Llegó al cuerpo de guardia del hospital (por mis propios medios), le ordenan un análisis de orina y al entrar al baño me es casi imposible respirar, una suciedad horrenda, cucarachas por todos lados y filtraciones y por si fuera poco No hay agua ¡¡esta Revolución apesta!!

Noemi Caballero: No hay comida ni dinero, es un dolor de cabeza cada día, pensando qué van a comer mis hijos y a todo esto se suma la situación energética muy tensa  en todo el país. Tengo un niño de 1 año y a veces no puede almorzar, porque no le puedo moler la comida en la batidora, ya que nos castigan unas 6 horas diarias sin electricidad, a veces voy a calentar la comida y ya no sirve, ni el yogur del bebé, por falta de refrigeración, días y noches sin dormir, la situación actual es desesperante, vivo de un estrés en otro.

Ketty Guinarte Flores, Contramaestre, Santiago de Cuba: Mi hija lleva dos días sin ir a la escuela, no hay corriente para cocinar, no puede descansar por las noches y así sencillamente no se puede estudiar.

Alina, San Antonio: Ayer en la fábrica de pienso (ubicada en el límite de San Antonio y Güira) escribieron en el muro “Patria y Vida”, la gente está demostrando que ya no puede más y el gobierno no escucha, ha resuelto con pintar el muro y colocar boinas rojas en el perímetro.

Hay un conteo regresivo para un estallido, hay un silencio triste en las calles, pero gritos internos que amenazan con salir en cualquier momento.  

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