Cantar victorias y los equipos de Cuba

Dariela Aquique

HAVANA TIMES — Se está celebrando en Isla Margarita, Venezuela, la Serie del Caribe de Beisbol. Después de más de cincuenta años ausentes de esta cita regresan los peloteros cubanos representados por el equipo de Villa Clara, en su condición de campeón de la pasada Serie Nacional.

Una gran expectativa provocaría en nuestra afición y también en la extranjera. ¿Qué harían en el terreno las naranjas villaclareñas? Un colectivo reforzado con jugadores de otros de los equipos del país.

A decir verdad los fanáticos de acá andan en su mayoría un poco escépticos. Teniendo en cuenta que desde el 2007 ningún equipo cubano gana en un evento internacional importante. Que hace siete años sus actuaciones fuera de los estadios de Cuba han sido más que discretas.

La pelota, como es llamada en Cuba, considerada el pasatiempo preferido por los nacionales fue orgullo de su afición durante años en mundiales, olimpiadas, clásicos, panamericanos y otros. Sin embargo viene teniendo desde hace algún tiempo una mala racha que preocupa.

Algunos culpan a las considerables deserciones. Otros lo imputan a las varias lesiones que han sufrido figuras dominantes de los equipos. Hay quien hace responsable a la falta de disciplina en los colectivos.

También se habla de las precarias condiciones en que llevan a cabo sus entrenamientos. Y hasta se lo atribuyen a la falta o al insuficiente estímulo económico que tiene nuestros deportistas.

Yo, por mi parte considero que los atletas cubanos viven sometidos a una fuerte presión. En más de una oportunidad he hablado del tono politizado que tiene el deporte en Cuba. Ganar una medalla o un trofeo, no es el mérito del equipo es el cumplimiento de una misión.

Creo también que a este tipo de encuentros, el chovinismo se lleva a grados superlativos. Los comentaristas y la prensa deportiva nacional siempre pecan de lo mismo. Cantan victorias antes de tiempo, subestiman la calidad del contrario y por eso después la decepción se hace mayor sí el resultado no es el pronosticado.

Bajo ningún concepto, debe dudarse de la excelencia de todos de los equipos presentes en esta cita. En la que muchos de sus jugadores han integrado cuadrillas profesionales de alto renombre.

Sin embargo, el primer día de la Serie, uno de los cementeritas cubanos (ni sé cual fue) se atrevió a decir frente a las cámaras de todo el mundo: …que el hecho de invitar a Cuba al Evento atraería mucha más atención, porque dicha Serie había deslucido demasiado en los últimos años.

Y como para callarle la boca, la actuación de nuestro equipo no ha podido ser peor. De hecho, a duras penas logró ganar solo un juego frente a Puerto Rico. Y su presencia en semifinales dependía de que Puerto Rico perdiera frente Venezuela. Milagro que no ocurrió…, (parafraseando el titular del diario Granma de hoy 6 de febrero.

Claro que me hubiera gustado que ganara Cuba. Pero la tenía difícil. ¿Qué les está pasando a los nuestros? No lo sé, lo que sí sé es que no se puede nunca cantar victorias anticipadas.