Contratenores en Cuba: Ubail Zamora

Helson Hernández

HAVANA TIMES — Ubail Zamora es el primer y hasta ahora único Contratenor graduado del Nivel superior de la Enseñanza Artística en Cuba, y pionero del movimiento profesional de estas voces en la isla. Dice que “El género lírico está en una crisis generalizada”.

HT: ¿Cuál es su formación académica?

Ubail Zamora: Graduado en 2007 con título de oro en la especialidad de Canto, en el Instituto Superior de Arte de La Habana, ISA, bajo la tutoría de la soprano y pedagoga María Eugenia Barrios. Anteriormente había tomado clases con los profesores Jorge García Porrúa, Marta Santibañez y Ana Menéndez que también aportaron a mi desarrollo vocal. Como estudios de post grado poseo un diplomado predoctoral en Patrimonio Musical Hispano emitido por el Colegio Universitario San Gerónimo de la Habana, en colaboración con la Universidad de Valladolid, España y he participado en clases magistrales con la soprano canadiense Linda Perillo, el barítono español Josep Cabré y el tenor italiano Davide Livermore, además de otros destacados intérpretes.

HT: ¿Resumidamente nos puede definir qué es un Contratenor?

UZ: Contratenor, en pocas palabras, es el cantante adulto varón que canta en el registro que usualmente abarcan las mujeres, ya sea en la tesitura de contralto o soprano, utilizando normalmente el falsete o la voz de cabeza como recurso técnico para lograrlo.

HT: ¿El Instituto Superior de Arte de Cuba ha continuado graduando contratenores?

UZ: No, lamentablemente, y no por falta de talentos.

HT: ¿Considera que existe una ausencia de estas voces en salas de concierto de la isla?

UZ: El género lírico está en una crisis generalizada y si a eso unimos que los contratenores somos minoría podemos hablar de una presencia escasa en las salas de concierto. Sin embargo mis colegas y yo no hemos dejado de hacer presentaciones durante los últimos años, ya sea como solistas o imbricados en proyectos que utilizan este tipo de voces como Sine Nomine o Ars Longa, y con una gran aceptación de público en los espacios que nos hemos presentado.

Lo mejor de ello es que además de un tipo de emisión diferente también hemos traído a la luz un repertorio desconocido, muchas veces obviado o minimizado por la mayoría de nuestros cantantes líricos. Muchos de ellos actualmente han descubierto, al trabajar con nosotros, un mundo verdaderamente interesante en la ópera barroca o clásica, y una forma muy distinta de abordarlo que se aleja de los clichés con los que han formado a la mayoría de los cantantes líricos en sus primeros pasos.

HT: ¿Sobre mantener un futuro para el movimiento de contratenores cubanos?

UZ: Es una época difícil para el desarrollo de esta voz en Cuba, y hablo de la negativa que existe actualmente en el Instituto Superior de Arte, ISA, para admitir estudiantes con este tipo de registro. Penosamente no tenemos otra institución que desarrolle y gradúe cantantes de nivel superior. He trabajado y educado voces de varios de estos cantantes, quienes además poseen un alto nivel teórico musical encontrándose preparados para realizar estudios en instituciones de este tipo.

Los encuentros que hemos tenido con algunos profesores, directores y cantantes extranjeros, así como las oportunidades de intercambiar y actuar junto a profesionales e investigadores cubanos de la talla de Teresa Paz o Miriam Escudero, lo ratifican. Sin embargo, la negativa a ser aceptados por el ISA, no los ha amedrentado a seguir preparándose.

HT: ¿Existen prejuicios institucionales o sociales al respecto?

UZ: Contrario a lo que muchos piensan, la voz de contratenor es muy bien aceptada por el público. En la música popular todos recuerdan al cuarteto “Los Zafiros” y la inmensa acogida que tuvo. Ignacio Ejalde, su voz prima, era un contratenor y hacía las delicias de quienes lo escuchaban con su peculiar timbre. Lo mismo ocurre en la música clásica, donde los grandes teatros y las más prestigiosas salas de concierto del mundo, se han abierto para estos artistas que ya alcanzan el status de muchas de las sopranos o tenores de moda.

Sin embargo, considero que hay prejuicios en varios de nuestros profesores y profesionales del canto, que dan criterios faltos de base y de una cultura musical que no sostiene sus fundamentos. Se habla de “voces pequeñas” o falta de “masa vocal”, aunque no pueden negar cosas elementales para un músico como la afinación, el conocimiento musical y el buen gusto al cantar.

Como ya dije antes, instituciones como el ISA, lugar donde yo mismo fui graduado hace unos años, se cierran ahora ante la expectativa de cursar estudios superiores a este tipo de cantantes, muchos de los cuales tienen un instrumento más poderoso y con mejores condiciones que el mío. Institución a la que debo mucho de lo que se y de la cual no comprendo esta actitud. Hablan de falta de repertorio o de tener que adecuar el que tienen y las dificultades que esto traería al plan de clases, cuando yo simplemente me adapté a lo que pedían sin que por mi causa se cambiara absolutamente nada. Incluso ahora se cuenta con un número mayor de partituras para ampliar el repertorio que se pide.

HT: ¿Falta de difusión o información por parte de los especialistas y medios acerca del tema?

UZ: Mucha, realmente es insuficiente la información sobre el tema. Programas de televisión como “Bravo”, donde presenté un excelente material sobre el contratenor inglés Alfred Deller, o “Un palco en la ópera” que dirige Ángel Vázquez Millares, resultan escasos para la falta de cultura que hay sobre el tema. Y no hablo sólo del público en general, sino lamentablemente de músicos y profesores que formarán a la nueva generación de estudiantes, con conceptos erráticos y prejuicios que nada ayudarían al desarrollo de este tipo de cantantes. He investigado mucho sobre el tema y he ofrecido conferencias en España, México y Cuba sobre este particular, pero han sido normalmente para eventos especializados. Quizá publicar algunos artículos que hablen de ello pueda ayudar a aclarar estos conceptos.

HT: ¿Sine Nomine?

UZ:Esta agrupación ha sido un oasis para voces como las nuestras, sin olvidar otros grupos como Ars Longa o El Gremio, que también las han utilizado de forma constante. Sin embargo, Sine Nomine fue diferente desde su génesis, la voz de contratenor es simplemente un complemento obligatorio en su formación, pues en ella se trata de reproducir a ese tipo de ensemble vocal que proliferó en el renacimiento, donde los hombres cantaban las partes de soprano y de alto, utilizando esta emisión vocal.

La agrupación, no obstante, ha ido abriéndose a otros repertorios además del antiguo y no ha desdeñado géneros como el spiritual o la música cubana, inspirando además a compositores contemporáneos a escribir para ella ante la perspectiva de una sonoridad que puede resultar novedosa para muchos. Es bueno decir que Sine Nomine, dirigida actualmente por la profesora Leonor Suárez Dulzaides, ha tenido un éxito constante en sus presentaciones dentro y fuera de Cuba.

Entre sus grabaciones se incluyen discos dedicados a la obra de Esteban Salas, Cayetano Pagueras y Juan París, que fueron algunos de nuestros primeros compositores de música sacra, quienes tenían en sus coros originales a hombres con este tipo de técnica para interpretar sus piezas. Las voces de los cantores de Sine Nomine nos trasladan a una sonoridad que permeó las ciudades de La Habana y Santiago en los siglos XVIII y XIX, o sea, si se pretender obviar a los contratenores, es obviar una parte importante de la historia de la música en Cuba.

HT: Entonces, ¿sugiere alguna idea en particular para enriquecer el desarrollo de los Contratenores en Cuba?

UZ: Darles la oportunidad de estudiar, de que adquieran “eso” que según los criterios institucionales falta a sus voces. Documentarse bien sobre este tipo de emisión tan interesante sin prejuicios, para preparar a los cantantes que posean estas voces con una técnica que les permita enfrentar diversos repertorios. Propiciar intercambios con especialistas, incluso en los medios de difusión masiva, porque así ganaremos todos los amantes de la buena música.