La violencia parece imparable en Haiti

Más de mil personas asesinadas en solo dos meses en Haití donde no se vislumbra una mejora de la situación.
HAVANA TIMES – Más de 1000 personas fueron asesinadas en febrero y marzo de este año, y al menos 60 000 debieron desplazarse huyendo de la violencia que azota a Haití, dijo este lunes 21 en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la representante especial de la organización en ese país, María Isabel Salvador.
“La magnitud y duración de esta violencia ha superado la capacidad de la Policía Nacional Haitiana, incluso con el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad”, declaró la enviada de la ONU.
La oleada de violencia disparada por las bandas criminales que controlar gran parte de la capital y de algunas provincias agrava la crisis humanitaria que de manera grave afecta a más de un millón de personas en este país caribeño de 11,5 millones de habitantes, agregó la jefa del Buró Integrado de la ONU para Haití (Binuh).
La situación es de creciente gravedad, pues ya la semana pasada en secretario general de la ONU, António Guterres, había indicado que entre diciembre de 2024 y febrero de 2025 la violencia había conducido al asesinato de 2660 personas.
Los grupos criminales intensifican sus ataques cada vez más coordinados, extienden su control territorial y desafían abiertamente la autoridad del Estado, indicó Salvador, para quien “el país se acerca a un punto de no retorno”.
Los ataques son cada vez más coordinados y han afectado zonas que antes eran seguras como Delmas, Pétion-Ville y el centro de Puerto Príncipe, la capital, además de expandirse hacia los departamentos del Oeste, Centro y Artibonite, al norte.
Uno de los incidentes más alarmantes fue la toma por pandillas el 31 de marzo de la ciudad de Mirebalais, de 100 000 habitantes en el centro del país, y de donde más de 500 reclusos escaparon en el quinto motín carcelario en menos de un año, refirió Salvador.
Indicó que frente al colapso institucional, muchos ciudadanos se han organizado para defender sus comunidades en grupos de autodefensa, mientras que miles han salido a las calles para exigir medidas más eficaces.
Sin embargo, añadió Salvador, “las capacidades nacionales siguen siendo limitadas”.
Recordó que el 14 de abril pasado se aprobó un presupuesto revisado para reforzar a la policía y al ejército, aunque alertó de que las propias autoridades haitianas afirman que no será suficiente sin apoyo internacional urgente.
El gobierno de transición establecido el año pasado ha podido sumar algunos cientos de agentes a la Policía Nacional, y ese cuerpo tiene el apoyo de la fuerza multinacional integrada por más de 600 policías de Kenia y algunos países de América Central y el Caribe, pero lucen desbordadas por las bandas criminales.
Por otra parte, la crisis humanitaria de Haití ha alcanzado niveles críticos, según Salvador, y apuntó que la inseguridad ha obligado al cierre de 39 centros de salud y más de 900 escuelas solo en Puerto Príncipe.
Mientras, prosperan los brotes de cólera y la violencia de género azota tanto a barriadas bajo control de pandillas como a los asentamientos de desplazados.
Salvador instó a los Estados a apoyar el Plan de Respuesta Humanitaria 2025, y refrendó el compromiso de la ONU de “ayudar a brindar asistencia vital, especialmente a mujeres, niñas y niños, y de promover la paz social mediante iniciativas gubernamentales”.
Subrayó los desafíos que enfrentan las agencias de las Naciones Unidas para llevar asistencia vital a los necesitados, dado el aislamiento de la capital, bloqueada por tierra y sin vuelos comerciales desde noviembre.
Aun así, apuntó, la ONU ha mantenido su presencia con modalidades híbridas y reducidas. Pero “sin fondos predecibles y suficientes, incluso esta mínima presencia está en riesgo”, enfatizó.
Por añadidura, desde enero de 2024 República Dominicana,m que comparte con Haití la isla La Española, ha deportado al país vecino a unos 210 000 migrantes, agregando peso a la ya crítica situación humanitaria.
En el ámbito político, Salvador explicó que, pese al caos, el gobierno de transición avanza en la organización de elecciones para febrero de 2026, y reportó que se han iniciado consultas constitucionales y preparativos logísticos, aunque también aclaró que el deterioro de la seguridad pone en duda la viabilidad del proceso.
La enviada de la ONU concluyó pidiendo al Consejo de Seguridad que refuerce el respaldo a la Misión Multinacional de Seguridad y que aplique sanciones efectivas. “Haití se encuentra en un momento decisivo. Sin asistencia internacional concreta y oportuna, el país podría caer en el caos total”, concluyó.