Semana Santa especial en Cuba

Por Pilar Montes

Frente la embajada de Estados Unidos en La Habana. Foto/archivo: Juan Suárez

HAVANA TIMES — Muy pocas veces, para no ser absolutos, se unieron en una semana dos acontecimientos tan distintos, sin embargo, iguales por la conmoción provocada en la población del país escogido como escenario.

En Cuba hay un solo tema de conversación apasionada o polémica por estos días: la visita del presidente de Estados Unidos y el concierto de la banda británica de rock, los Rolling Stones.

El viaje de la mítica banda británica que se había comentado desde hace tiempo, se había convertido en algo tan inalcanzable como el levantamiento del bloqueo de Estados Unidos a la Isla.

Y ocurre ahora que ambos acontecimientos estarán para siempre ligados, separados solo por 72 horas entre la visita del presidente de Estados Unidos, y de la banda de rock de más larga data en la historia, con más de 30 álbumes en su haber.

La estadía de Barack Obama, prevista del 20 al 22 de marzo, al comienzo de la conmemoración religiosa de Semana Santa, tendrá cobertura total de cientos de medios, nacionales y extranjeros, mientras el concierto con que han soñado los cubanos jóvenes y los que peinan canas, cerrará el 25 ese espacio en el tiempo, demasiado corto para el deseo de todos.

Sin haber ocurrido aún, puede asegurarse que el resultado final de los dos acontecimientos será de satisfacción, como dicen las “piedras rodantes” en su tema más famoso.

Política con pelota

Por primera vez en casi 88 años visitará Cuba un presidente de Estados Unidos en el cargo. Antes que él lo hizo Calvin Coolidge, quien desembarcó de una cañonera, estampa de aquellos tiempos. Barack Obama lo hará del avión presidencial, acompañado de familia, funcionarios y empresarios.

Portador de buenas nuevas que facilitarán el comercio entre ambas naciones y la autorización a más estadounidenses a viajar solos a Cuba, en el programa de “pueblo a pueblo”, hará una entrada triunfal, aunque queden todavía muchas demandas de parte y parte por resolver.

Tal como sucedió con la diplomacia del ping-pong, desplegada en 1971 por Richard Nixon en un deshielo de las relaciones con China, esta vez se escogió el béisbol como vehículo, por ser el deporte que contribuyó a la formación de la nacionalidad en los Estados Unidos y en Cuba.

Al conocerse la noticia del encuentro beisbolero al que asistiría Obama, el desespero de los locales se concentró en conseguir entradas al juego, fijado para el 22 de marzo en el estadio Latinoamericano, entre los equipos de Cuba y el Tampa BayRays.

El día 15 se expandieron los comentarios que se había empezado la distribución de entradas para el partido en escuelas secundarias, pre-universitarias, universidades y centros de trabajo.

Para aspirar a las entradas no fue preciso ser del Partido o la Juventud Comunista u otra organización, solo acreditar su condición de trabajador o estudiante, según testimoniaron algunos de mis vecinos que ya tienen asegurado el acceso.

Dicen que el entorno del estadio latinoamericano ha sido pintado, asfaltado y que la población del municipio Cerro le agradecerá más que otros, la visita del mandatario estadounidense.

Concierto, un año y 62 contenedores después

El embajador del Reino Unido en Cuba, Timothy Cole, dijo estar orgulloso de haber contribuido a realizar este histórico concierto. “Me siento muy feliz de que haya sido posible durante mi tiempo aquí”, expresó a medios de prensa.

El embajador británico, Timothy Cole.

El vicepresidente del estatal Instituto Cubano de la Música, Osmani López, precisó a la prensa que los terrenos de este coliseo tienen espacio para acoger unas 400 mil personas en la presentación.

Alrededor de 70 trabajadores –entre constructores, luminotécnicos, personal de servicios y la producción, laboran en el montaje de la plataforma de 80 metros de largo, 56 de ancho y 20 de altura.

La producción del espectáculo es un gran reto por todo el equipamiento que trajeron en unos 62 contenedores y la producción que soporta el concierto, dijo López.

Los que no han seguido la carrera de los Stones, al escuchar que se les llama “sus satánicas majestades” se preguntarán si están en el cielo o en el infierno.

Y es como para preguntárselo, si vieron la página de los Rolling en Facebook con los tatuajes con motivos cercanos al logo de la mítica banda: esta vez la gran boca de la lengua afuera está decorada con banderas cubanas, olas y palmas.

Lo cierto es que los cubanos estarán “en estado de gracia” después de una Semana Santa repleta de inusitados acontecimientos.

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