Los fugitivos de EEUU en Cuba, un tema pendiente en el deshielo

Por Beatriz Juez

Foto: costaverdedr.com

HAVANA TIMES (dpa) – ¿Entregará Cuba a decenas de fugitivos de la Justicia estadounidense que viven supuestamente refugiados en la isla? Si fuera por varios senadores norteamericanos, ésa sería al menos una condición previa para que Washington restablezca las relaciones diplomáticas con La Habana.

“El FBI cree que hay más de 70 fugitivos buscados residiendo en Cuba”, confirmó a dpa Susan McKee, portavoz de la conocida Oficina Federal de Investigaciones estadounidense.

McKee, sin embargo, no quiso precisar los nombres de los fugitivos ni si Washington va a volver a presentar una petición formal pidiendo su extradición a Estados Unidos.

El senador demócrata Bob Menéndez y el senador republicano Marco Rubio enviaron la semana pasada sendas cartas al secretario de Estado, John Kerry, pidiéndole que exija a La Habana la entrega de los fugitivos.

“Las víctimas de estos individuos violentos, que han sido abiertamente amparados por la dictadura cubana, merecen justicia antes de la completa normalización de las relaciones y antes de cualquier consideración de sacar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado”, señaló Rubio en su misiva. Cuba forma parte de esa lista desde 1982.

Frank Terpil, ex-agente de la CIA, y fugitivo de la justicia estadounidense.  Foto: copi.com.

El político de origen cubano envió además otra carta al fiscal general, Eric Holder, firmada también por los senadores republicanos David Vitter y Ted Cruz. En ella, los tres le exigen a Holder que entregue al Congreso una lista actualizada de todos los fugitivos que viven en Cuba y una copia de sus actas de acusación.

“¿Apoya usted la normalización de las relaciones con Cuba sin la entrega para su enjuiciamiento de fugitivos que tienen las manos manchadas de sangre estadounidenses, incluidos policías?”, le preguntaban.

Se trata de un tema espinoso, como tantos otros entre dos países enfrentados durante tantas décadas. Durante mucho tiempo la isla comunista fue un buen puerto para decenas de prófugos de la Justicia estadounidense, pues la rivalidad ideológica les ofrecía un paraguas protector.

El caso más conocido es el de Joanne Chesimard, una militante de la organización extremista Ejército Negro de Liberación, acusada del asesinato de un policía en Nueva Jersey.

La afroamericana Chesimard fue condenada a cadena perpetua en 1977 y logró escapar de prisión en 1979. Hoy en día es la única mujer que en la lista de los terroristas más buscados del FBI. La recompensa a quien ofrezca información que pueda llevar a su arresto asciende a dos millones de dólares. El FBI cree que Chesimard vive en Cuba bajo asilo político con el nombre de Assata Shakur.

Otros fugitivos a los que se cree en la isla son Frank Terpil, ex agente de la CIA acusado de vender armamento al difunto dictador libio Muamar el Gadafi, o Victor Manuel Gerena, buscado por el robo a mano armada de siete millones de dólares en Connecticut en 1983, entre otros.

En Cuba también está el independentista puertorriqueño Guillermo “William” Morales, según ABC News, un miembro de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional Puertorriqueña (FALN) acusado de participar en atentados terroristas en los años 70 en Nueva York.

Luis Posada Carriles, fugitivo de la justicia cubana.

La isla da amparo además a Ishmael LaBeet, condenado a cadena perpetua por el asesinato de ocho personas en las Islas Vírgenes. En 1984, cuando era trasladado por la policía a Nueva York, LaBeet desvió a Cuba un avión comercial, con 183 pasajeros a bordo y 12 tripulantes. El avión aterrizó en el aeropuerto José Martí de La Habana. Los pasajeros resultaron ilesos.

La situación, sin embargo, ha cambiado aparentemente en los últimos años. En abril de 2013 la isla repatrió con celeridad a una pareja de Florida que había secuestrado a sus propios hijos tras perder la custodia y que había llegado en una embarcación a la isla.

Según los datos barajados respecto al actual deshielo diplomático, la entrega del matrimonio Hakken a las autoridades estadounidenses podría haber incluso coincidido con el comienzo de las conversaciones secretas que condujeron al histórico anuncio de diciembre de 2014.

¿Podría el acercamiento diplomático del 17 de diciembre cambiar ahora la postura de Cuba y dar vía libre a la entrega de fugitivos?

Parece poco probable. Hasta ahora, La Habana se ha negado siempre a entregar a fugitivos a los que considera perseguidos políticos como Chesimard, de quien Cuba sostiene que no tuvo un juicio justo en Estados Unidos.

Y en todo caso, el gobierno de Raúl Castro también puede pedir algo en contrapartida: la isla exige desde hace años a Estados Unidos la entrega de Luis Posada Carriles, acusado de terrorismo por La Habana. Posada Carriles, que vive en Florida, es considerado el autor intelectual de un atentado de 1976 contra un avión cubano en el que murieron más de 70 personas.

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