Heladería Coppelia en la diana de los consumidores cubanos (II)

Jimmy Roque Martínez e Isbel Díaz Torres

:radiococo.icrt.cu

HAVANA TIMES – Cuando en Coppelia sirven el helado, las bolas, que se ven completas en su exterior, en realidad están huecas por dentro, les falta helado. Consumidores y Usuarios Protegidos (CUP) hemos ido en varias ocasiones a la oficina de Atención al Cliente de la heladería para formular nuestra queja por esta irregularidad, pero todo se mantiene igual.

Por esa razón, entregamos a esa oficina una modesta propuesta para intentar solucionar este asunto en particular, dada la incapacidad de la administración para resolverlo. La medida en concreto es la siguiente:

Cuando un cliente reciba una mala atención, su consumo deberá ser cubierto por la Heladería, como compensación. La medida pondría en una situación difícil a los dependientes, pues Coppelia no permitiría trabajadores que le dieran pérdidas.

Además, se involucraría a los consumidores en la solución del problema y se promovería la responsabilidad ciudadana y la autoprotección.

No obstante, Antonio Reyes, director de la Heladería, junto al administrador, la responsable de Atención a la Población y la secretaria del PCC rechazaron de plano semejante idea, lo que dio pie a un interesante debate.

La única medida que propone la administración para estos casos es rebajar el 25 por ciento del salario del trabajador implicado.

Además, el problema no es solo de los individuos, sino que responde a una mala organización de trabajo, poco sentido de pertenencia, insuficientes incentivos materiales y una corrupción empresarial generalizada. Es un problema sistémico que, por supuesto, se conecta a otros de mayor escala y alcance a nivel nacional.

Foto: cubadebate.cu

El director y la secretaria del PCC se sintieron ofendidos, porque nuestra carta los calificaba de incapaces. En el álgido debate fuimos, además, amenazados con las “autoridades competentes”.

“Bastante preocupantes los criterios que han vertido ustedes. Pienso que nos ha cuestionado a todos los que hemos estado aquí, y para nosotros es hasta ofensiva esta carta. Por lo tanto, queremos saber primeramente quiénes son ustedes, de dónde proceden, qué hacen”, nos cuestionó Reyes.

“Es muy buena idea, tal vez, para ustedes, pero esto en nuestra instalación no procede, así tajantemente”, concluyó, no sin antes reconocer que “yo ni nadie puede, porque esto ha sucedido a través de toda la historia de Coppelia, 50 años. Desde que yo llegué aquí yo tengo este tipo de quejas”, refiriéndose a la solución del problema de las bolas huecas.

Informamos al funcionario que, dado que nuestra propuesta “no procedía” ante ellos, entonces nosotros la haríamos pública y regresaríamos a la institución para comunicarla a los clientes, y promover que las personas exigieran sus derechos.

La respuesta del director fue clara: “nosotros la hicimos pública ya, la entregamos al Comité Central, ya esto yo lo informé a todas las instancias. Yo también voy a transmitir eso a los órganos pertinentes que deben saber esas cosas, que ustedes se van a movilizar a hacer ese trabajo aquí dentro”, dijo en tono amenazante.

Después de agradecerle su ayuda en la promoción de nuestra simple propuesta ciudadana, los integrantes de CUP que participábamos comprendimos que poco sacaríamos de aquel intercambio.

No obstante, en otro momento del debate, al señalar problemas de la realidad nacional que determinan la actual crisis en el área de los servicios, el administrativo reconoció (desde su perspectiva autoritaria) que existen otros problemas sistémicos en el país.

“Hay problemas humanos, porque se le han permitido durante muchos años cosas a los trabajadores que no se le debieron permitir, hábitos que no son los más correctos, como hay en la gastronomía de este país, en todos los negocios, porque hasta en los particulares hay problemas”, expresó.

Foto: Caridad

“Abren muy bien todas las paladares y al mes es una mierda, suerte que yo he tenido de estar en algunos. ¿Qué negocio se mantiene en Cuba?, ninguno, todos comienzan muy bien y al mes no sirven ninguno. Ni las cooperativas han demostrado que resuelven el problema de Cuba. Entonces ¿de qué estamos hablando?”.

Con tal discurso, es evidente que tal dirección carece de creatividad para enfrentar los retos que se le presentan.

Coppelia está dirigida por funcionarios esencialmente temerosos, que responden a las iniciativas ciudadanas con amenazas y gritos. Son ellos mismos incapaces de proponer una iniciativa novedosa en el ámbito nacional y rechazan las propuestas de otros.

Continuarán con la estrategia fracasada y los clientes seguirán siendo robados, ya no solo por los dependientes, sino también por los directivos, que son incapaces y cómplices al no aceptar propuestas de los usuarios, quienes en definitiva pagan el helado robado.

Son las personas quienes con presión, activismo, exigencia y alejando de sus vidas el miedo y la autocensura, solucionarán los problemas del país, aunque sea comenzando por una heladería.

CUP continuará su vigilancia y denuncia, y muy pronto pondrá en práctica algunas estrategias de intervención legal y no violenta, a fin de sensibilizar a otros consumidores.

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