Fidel Castro, monedas de cinco centavos y más

Tracey Eaton  (alongthemalecon.blogspot.com)

Lugar de nacimiento de Fidel Castro en Biran, Holguín.

HAVANA TIMES – Estoy trabajando en un proyecto sobre el legado de Fidel Castro. He entrevistado a una amplia gama de cubanos, entre ellos, algunos de los 82 combatientes que se le unieron en el yate Granma cuando salió de México con destino a Cuba en 1956, cuya gran mayoría fue asesinada en combate después de llegar a la Isla.

Mientras me encontraba en Cuba trabajando en el proyecto sobre Castro, recopilé información sobre una historia no relacionada con esto, publicada la semana pasada por el South Florida Sun Sentinel (Ver “Saqueando a América: el canal criminal cubano“).

En la noche del martes, Pedro Sevcec me pidió que hablara sobre el proyecto Sun Sentinel en su programa “A Fondo”, que se transmite por el Canal 41 en Miami.

La transmisión estaba atrasada y había poco tiempo, por lo que me pidió que mis respuestas fueran cortas. Entonces creo que fueron tan cortas que apenas contesté algunas de sus preguntas. Pero de todos modos, Sevcec quería saber más acerca de mi encuentro en Cuba con un hombre llamado Ángel Eduardo Mendoza, acusado de robar en el año 2004, 180 mil dólares en monedas de a cinco centavos de la Reserva Federal estadounidense.

Pedro Sevcec, conductor de un programa en el canal 41 de Miami.

Mendoza, de 52 años, es buscado por Estados Unidos. Me encontré con él en Santa Fe, cerca de La Habana. Me dio la impresión de ser una persona, por lo general, honesta y trabajadora, pero un día se topó con bolsas y más bolsas de monedas de a cinco centavos (en inglés nickel) y no pudo resistir la tentación de robar.

Él era conductor de camión y su empleador había sido contratado para transportar las monedas. Mendoza contó que apenas había tenido una disputa con su jefe sobre dinero. Él se molestó y decidió tomar las monedas, pero tuvo que regresar a Cuba para escapar a la persecución y dejó el dinero atrás.

Una vez de vuelta en la Isla, las autoridades cubanas le enviaron a la cárcel por casi dos años. En la actualidad trabaja como socorrista en Santa Fe.

En el programa del martes, Sevcec dijo que Cuba debe ser un gran lugar para los fugitivos. Le dije que no creía que fuera un paraíso para los criminales buscados, al menos no en el caso de Mendoza.

Mendoza gana muy poco dinero y tiene las mismas carencias y problemas que enfrentan los cubanos de a pie diariamente. A veces mira a través del agua, hacia el horizonte, y desea regresar a Estados Unidos. Él dijo:

“Estoy cansado de esto, me siento solo. Me gustaría volver y trabajar como lo hacía antes. Amigo mío, me gustaría estar de vuelta”.

Eduardo Mendoza. Foto: interpol

Mendoza me dio la idea de ser sincero. No parecía un criminal de línea dura, sino más bien alguien que cometió un gran error y se arrepiente.

Tal vez soy solo un alma confiada.

También creí en los funcionarios cubanos que me dijeron que toman en serio los delitos y no quieren que Cuba sea un refugio para los fugitivos.

Un oficial me dijo que si detectan un presunto fugitivo de Estados Unidos piden a ese país mostrar evidencia del crimen cometido por esa persona. Según las autoridades estadounidenses por lo general reconocen recibir sus peticiones, pero no dan ningún detalle acerca de los supuestos delitos.

Debido a que los fugitivos, en muchos casos, no han sido condenados por ningún crimen, las autoridades cubanas dicen que no sería justo encarcelarlos en Cuba o devolverlos a Estados Unidos sin ninguna prueba. Y así, a menos que cometan nuevas violaciones en la Isla, los funcionarios respetan su derecho a vivir allí.

Si los dos gobiernos llegan a desarrollar una relación de mayor confianza, tal vez puedan definitivamente cooperar y comunicarse en temas de fugitivos, y extraditar a los individuos cuando sea necesario.

Pero los dos países no van a desenredar más de 50 años de hostilidad de la noche a la mañana. Mi conjetura es que tomará años, no meses. Todavía permanecen muchos obstáculos en las relaciones normales.

El senador Marco Rubio está indignado por el manejo de la administración Obama de las negociaciones con Cuba. Y él dijo que hay muchas preguntas sin respuestas acerca de la liberación de Cuba de 53 disidentes políticos.
El senador Bob Menéndez, dijo el martes que mientras se creó la lista de 53 presos en junio o julio…

… Algunos de los 53 reclusos fueron puestos en libertad mucho antes de junio, 14, para ser exactos, fueron puestos en libertad seis u ocho meses antes del anuncio del 17 de diciembre pasado, y uno hace un año más o menos.

Menéndez y otros dicen que también es preocupante que Cuba siga arrestando disidentes y activistas de los derechos humanos (ver carta de Menéndez a Obama enviada el 12 de enero).

Parece evidente que Cuba no tolerará la disidencia política, sobre todo, mientras las organizaciones financiadas por el gobierno de Estados Unidos continúen pagando a los disidentes en la Isla. Pero el senador John Kerry espera que la situación de los derechos humanos mejoren finalmente. Él dijo en una carta a Patrick Leahy fechada el 12 de enero:

“Como dijo el Presidente, no esperamos que los cambios en la política de Estados Unidos provoquen una transformación en la sociedad cubana de la noche a la mañana. Sin embargo, estamos convencidos de que la vieja política de aislamiento no alcanzó sus objetivos, y que una nueva política promoverá más eficazmente nuestros valores y ayudará al pueblo cubano a ayudarse a sí mismo a adentrarse en el siglo 21”.

El periodista y escritor cubano-estadounidense Alejandro Armengol instó al gobierno de Obama a continuar presionando por una política hacia Cuba más sensible. Él escribió:

“Desde el lejano plan de la CIA para matar a Fidel Castro, en este país, una y otra vez se ha repetido el mismo esquema, difícil de entender fuera de los Estados Unidos: el uso de los amplios recursos y millones de dólares con el objetivo de no lograr nada.

 

“Lo que a menudo se ha interpretado como torpeza o ineficacia pura no ha sido más que la apariencia de un proyecto destinado a fracasar. Solo una nación con un presupuesto de millones y millones de dólares, incluyendo algunos destinados a ser derrochados, puede realizar tal tarea. En el caso de Cuba, Washington lo ha hecho con éxito durante décadas. La consecuencia es que haya surgido un “anti-castrismo”, que es más un compromiso económico que un ideal político, impulsado en gran parte por los fondos de los contribuyentes.

“El presidente Obama está tratando de romper un modelo repetido hasta la saciedad por republicanos y demócratas en relación con el tema cubano. Es necesario este aire fresco. En cuanto al caso cubano, deben poner fin al engaño de que están “haciendo algo” para derrocar al gobierno de Castro, cuando en realidad no lo hacen. Podría ser, es muy posible, que esta mejora en las relaciones entre las dos naciones no traiga avances a corto plazo en materia de derechos humanos y de las libertades fundamentales. No hay razón para esperar que este sea el caso”.

Armengol sugirió que debemos dar a Estados Unidos y a Cuba algún tiempo para resolver sus problemas. Él escribió:

“Por ahora, no debemos olvidar nunca que Estados Unidos siempre responde a sus intereses como nación, como cualquier estado del mundo. Uno puede estar a favor o en contra. Si en algún momento Bush lo dejó todo en manos del “Buen Dios,” por qué continuar ahora con el estancamiento… Tratar de conversar con los demonios es peligroso, pero al parecer la línea al cielo todavía está ocupada, a pesar de los avances en la telefonía”.

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