España-Cuba mini-crisis por Carromero

Por Sara Barderas e Isaac Risco

Angel Carromero. Foto: cubadebate.cu

HAVANA TIMES (dpa) – La retención del español Ángel Carromero en Cuba ha abierto la primera crisis entre La Habana y el gobierno de Mariano Rajoy en Madrid, una crisis hasta ahora casi silenciosa en el escenario público.

Tradicionalmente crítico con el régimen castrista, el Partido Popular (PP) de Rajoy evita estos días toda estridencia que pudiera causar malestar en la isla. Ello, pese a que las autoridades cubanas han acusado directamente al PP y la derecha europea de fomentar la “subversión interna” en la mayor de las Antillas.

España trabaja para lograr el regreso de Carromero, el joven dirigente de Nuevas Generaciones (NNGG), las juventudes del PP, que conducía el vehículo en el que murió hace poco más de dos semanas el conocido disidente cubano Oswaldo Payá. Tanto el Ejecutivo como la formación de Rajoy, anticastrista beligerante cuando estaba en la oposición, evitan para ello toda crítica pública.

Los pronunciamientos oficiales en España han sido mínimos y desde hace unos días incluso han cesado, mientras el joven de 27 años permanece en prisión preventiva en La Habana.

“Cualquier comentario que yo haga en estos momentos lo único que puede hacer es dificultar el buen éxito de la operación”, dijo el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, pocos días después del accidente que costó la vida a Payá y al opositor Harold Cepero.

Además de Carromero, en el vehículo iba el sueco Jens Aron Modig.
Ambos jóvenes políticos conservadores europeos habían viajado a Cuba para contactar a Payá y a otros representantes de la proscrita oposición cubana.

Pocas palabras y una llamada continua a la discreción. Ésa está siendo la máxima en la línea de actuación pública del gobierno español. El objetivo es llevar a casa a Carromero, considerado como “número tres” de las juventudes del PP en Madrid y con vocación de subir en el escalafón. La empresa se presenta larga y díficil.

“No quiero hablar ni decir nada que pueda ser utilizado en contra de Carromero”, justificó su negativa a hablar del tema la presidenta del gobierno regional de Madrid, Esperanza Aguirre, contra quien arremetió el diario “Granma”, junto a José María Aznar, el día en el que informó de que Carromero estaba siendo investigado.

El Ejecutivo de Rajoy se prepara ahora para una crisis diplomática que puede extenderse en el tiempo. De momento no hay siquiera acusación formal contra el político del PP, que viajó a Cuba con visado de turista pero realizó actividades políticas, violando las leyes de inmigración de la isla.

La Habana, por su parte, ha reiterado en los últimos días sus acusaciones contra Carromero y Aron Modig. Se trata de “dos políticos de la extrema derecha europea”, señaló la televisión estatal en un documental emitido en la noche del viernes.

Consciente de que tiene el viento a favor tras las primeras dudas por la muerte de Payá, el gobierno de Raúl Castro ha pasado a la ofensiva. Y es que nada apunta a la versión inicial de ciertos sectores de la oposición y el exilio cubanos de que el accidente fuera provocado. Por el contrario, todo parece indicar que Carromero infringió las leyes de tránsito antes del siniestro.

Antes de salir de la isla, Aron Modig admitió en declaraciones a la prensa extranjera en La Habana que llevaba dinero a la oposición anticastrista. Y en un vídeo mostrado por el Ministerio del Interior cubano, Carromero habló de un viaje coordinado con miembros del PP y políticos conservadores suecos.

Para Cuba, son pruebas de que “potencias extranjeras” financian a la oposición interna con el fin de “derrocar” al gobierno castrista.

La investigación contra Carromero, no obstante, se centra de momento en el accidente de tráfico. Por ahora la fiscalía sigue sin haber presentado una acusación formal, según fuentes de la embajada española en La Habana consultadas por la agencia dpa.

En caso de ser declarado culpable, podría ser condenado a hasta 10 años de cárcel por homicidio imprudente. El joven dirigente del PP tenía en España un historial de infracciones de tráfico, algunas por exceso de velocidad, hasta el punto de que las autoridades habían abierto un proceso para retirarle el carné de conducir.

Según el diario “El País”, ningún miembro del Ejecutivo de Rajoy tiene previsto desplazarse próximamente a La Habana, pero el ministro de Exteriores español ha hablado por teléfono al menos en dos ocasiones con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez.

En las próximas semanas podría haber contactos bilaterales: el secretario de Estado para Iberoamérica, Jesús Gracia -quien fue embajador en Cuba durante el momento de mayores tensiones entre el gobierno de Aznar y La Habana-, coincidirá con el canciller cubano en la investidura del nuevo presidente de República Dominicana, Danilo Medina, el 16 de agosto. Y Rodríguez y García-Margallo estarán en septiembre en Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU.

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