“Respetamos todas las opiniones”, dijo Rodríguez en la inauguración de la sala de prensa en La Habana para la visita de Benedicto, que llegará a la isla el lunes procedente de México.
“Consideramos útil el intercambio de ideas. Nuestro pueblo tiene convicciones hondas, desarrolladas a lo largo de toda nuestra historia”, agregó el ministro de Exteriores cubano.
En sus primeras declaraciones a bordo del avión del Vaticano rumbo a México, Benedicto consideró hoy que el modelo marxista ya no funciona en el mundo actual y ofreció el apoyo de la Iglesia para ayudar en la búsqueda de “nuevos modelos” sociales.
“Hoy estamos en una época en la que la ideología marxista (…) ya no responde a la realidad y si no es posible construir cierto tipo de sociedad, entonces se necesita encontrar nuevos modelos, de forma paciente y constructiva”, dijo Joseph Ratzinger.
“Este proceso requiere paciencia pero también toma de decisiones”, agregó en referencia a Cuba. “Queremos ayudar a través de un espíritu de diálogo a evitar traumas y contribuir a (la creación) de una sociedad justa”.
Aunque no comentó directamente las declaraciones, el canciller cubano aseguró que su país escuchará “con todo respeto” a Benedicto.
“Nos parece que el proyecto social cubano tiene un acervo, muestra una obra construida y está abierto al intercambio de ideas”, señaló.
El modelo cubano “es un proyecto social democrático escogido genuinamente, que se encuentra al mismo tiempo en constante perfeccionamiento. Escucharemos con todo respeto a su santidad”, apuntó.
Asimismo, el ministro subrayó el carácter únicamente “pastoral” de la visita de Benedicto entre el 26 y el 28 de marzo. Varios sectores de la disidencia interna y del exilio cubano exigen desde hace días que el papa se pronuncie sobre la situación política en la isla.
“Quienes pretendan obstaculizar esta visita apostólica con manipulaciones políticas, fracasarán”, aseguró Rodríguez.
El papa encontrará en Cuba a un pueblo “orgulloso de su cultura, de sus convicciones, de su independencia, de su proyecto social”, agregó.
Las tensiones entre el gobierno y la oposición aumentaron en las últimas semanas debido a las exigencias de la disidencia de que el papa se reúna también con opositores. La propia Iglesia católica subraya sin embargo también el carácter pastoral de la visita, la segunda de un pontífice católico a la isla.
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