Amenaza a Cuba insuficiente reemplazo poblacional

Por Pilar Montes

HAVANA TIMES — Ciertamente, el envejecimiento de la población es característico de los llamados países desarrollados, debido a las condiciones socio-económicas que les son típicas.

Cuba, que no figura, por mucho, en ese rango de naciones, también está de cara a ese fenómeno. En un movimiento demográfico de pasos vacilantes, los adultos con más de 60 años de edad hoy rozan la quinta parte del total de habitantes (11,2 millones, según el más reciente censo de población y vivienda).

Entonces, apremia una política de estímulo al crecimiento poblacional y se precisa un reconocimiento de la influencia de la emigración de jóvenes en este problema, si bien se persigue un modelo sustentable de desarrollo económico y en presencia del creciente interés en la Isla de inversionistas extranjeros.

El problema está siendo analizado en todas sus aristas, incluso es objeto de tesis de grado en Psicología, como la de la joven Selene Nieto Meriño, cuyo trabajo de graduación se basa en una investigación sobre los efectos de la intimidad en la pareja humana.

Entrevistada sobre este trabajo que le valió a la joven graduada la máxima puntuación y recomendación de publicación por parte del jurado profesoral, señala que: “Comoquiera que un adecuado reemplazo poblacional, entre otros retos, debe enfrentar las marcas que actualmente alcanza la prevalencia de los matrimonios, ahora se estudia en Cuba una herramienta académica a fin de propiciar una mayor duración en la vida de las familias.”.

“En el caso de las parejas heterosexuales (por ser estas las que producen hijos para el poblacional) se cifra en un promedio general de solo cinco años, ubicándose entre los primeros cuatro países con más alta tasa de divorcios en el mundo.”

Selene explicó que “la información, formación, y preocupación sobre este tema no dejan de ser provechosas, en tanto la sociedad cubana promueve el bienestar y la felicidad de la familia”.

“La intimidad es la situación en la que las personas se profesan algún sentimiento positivo, comparten con libertad ideas, actitudes y conductas, que suelen estar
caracterizadas por sentimientos recíprocos de aceptación, entrega, ternura y
confianza”, señala la licenciada.

Sentada en la plaza Cadenas, de la Universidad de La Habana, Selene agregó que “al contrario de la pasión, la intimidad es un proceso intelectual de construcción y, en consecuencia, un patrón de conducta; en este sentido constituye una valiosa herramienta a propósito de lograr una mayor sobrevivencia en las parejas, inscriptas o no en registros civiles y / o religiosos”.

Concerniente al plano teórico, subrayó que “la intimidad emocional acciona en cinco niveles, entre ellos el nivel espiritual y el de los sueños, o sea, el marco referente a proyectos que se comparten por la pareja”.

“La intimidad, a saber, se sustenta en 10 elementos clave, agrega; sobresalen la confianza mutua al interior de la pareja, es decir, la confianza de uno en el otro y la capacidad, tanto de escuchar, como de tener en cuenta los puntos de vista recíprocos”.

Los demás elementos son honestidad, respeto, compromiso, seguridad, generosidad, lealtad, reciprocidad, constancia, comprensión y aceptación, enumeró.
“La historia de las parejas no está exenta de contradicciones, incluso de crisis, destaca la bisoña especialista, pero si se tiende a conquistar una mayor prevalencia en los matrimonios, debemos valorar la calidad del conocimiento global en la ciudadanía, respecto al rol que desempeña la intimidad”.

“A partir de la investigación expuesta en mi tesis, dijo, se evidencian resultados que establecen la estrecha relación entre intimidad emocional y sobrevivencia de la pareja, pues a más y mejor intimidad, se corresponde una mayor duración y viceversa”.

“Una mejor intimidad y comprensión mutua facilita la decisión de formar una familia y de ahí, contribuir al reemplazo poblacional, aunque ese proyecto de vida sea desalentado por problemas económicos, bajos salarios, falta de vivienda y, a veces, la atención de padres o familiares ancianos”, reconoce la investigadora.

“No obstante, a mayor compromiso en la pareja, se contribuirá siempre a una prominente sobrevivencia en la vida de las familias y más oportunidades para el crecimiento demográfico en el país”, concluye mientras el sol se nubla en socorro de rubicundos turistas que toman fotos por los alrededores.

Por ahora, Selene sueña en la consecución de sus propios proyectos de una luna de miel en Varadero, valorar las propuestas de empleo que se le presenten en el corto plazo y también, tener hijos en el mediano término.

Abocada la sociedad cubana al desafío inminente de carecer de un reemplazo poblacional, las soluciones se tornan menos políticas y más legislativas y económicas que nunca, a fin de estimular la tenencia de hijos y la garantía de una vivienda digna para los que forman una nueva familia.