Urge una vacuna contra la ceguera

Warhol P.

HAVANA TIMES — Necesitamos con urgencia una vacuna contra la ceguera, porque muchos cubanos estamos ciegos, o nos hacemos los ciegos, que no es lo mismo, ni se escribe igual.

Y fíjense que me incluyo, porque a veces este tipo de ceguera la padecemos por contagio.

Cuando estamos dentro de un ómnibus, más que personas parecemos reces, generalmente siempre vamos apilonados unos encima de otros, y no caemos en cuenta de que una  situación como esta persiste año tras año, y no ocurre nada, al contrario, muchas personas infectadas por la ceguera aunque el ómnibus este repleto hasta el tope, dicen que el ómnibus está vacío.

Y es risible, porque cómo va a estar vacío si de lo cercano que va un pasajero de otro casi ni se puede respirar, e incluso, creo que podrían violar a cualquiera y nadie se daría cuenta, esta situación la he catalogado como la ceguera No 1.

La ceguera No 2, es de las mas frecuentes, en Cuba no se usa el regateo, puedes llegar a un agro mercado cualquiera y aunque la mercancía no esté en buenas condiciones el precio siempre seguirá siendo el mismo.

Las frutas y vegetales pueden estar en las peores condiciones que el vendedor utilizando el recurso de la ceguera, con una sonrisa de oreja a oreja, te dice que están buenísimas. Los plátanos repodridos están muy dulces, y finalmente hacemos la compra,  porque es la única opción que tenemos.

Llegamos a casa con la mercancía, la lavamos para eliminar las partes que están en peor estado, y aprovechamos lo mejorcito.

Ceguera No 3. Mucho se ha hablado en los medios de la heladería coppelia; la televisión ha presentado reportajes donde se asegura que el servicio es de buena calidad, pero, ¿es una realidad? Lo cierto es que hay que visitarlo y darse cuenta de que mucho de lo que se dice no es real, lo he corroborado con mi presencia en el sitio.

He visto trabajadores que violan las normas de higiene, haciendo tertulia sobre la mercancía  sin siquiera cubrirse la boca. Las bolas de helados nunca son bien despachadas, y los clientes saben que están mal servidos.

¿Pero qué ocurre?, nada, todos acudimos al recurso de la ceguera, muchas cosas de las que vemos están mal pero tenemos que hacernos los de la vista gorda, porque ellos tienen que vivir, y para hacerlo no solo le roban al estado, sino también al pueblo.

Sí, porque cuando un carnicero no despacha bien la cuota de pollo, al que le roba es al pueblo humilde, cuando se compra el arroz que todos sabemos se ha encarecido, y el dependiente da dos onzas de menos, al que le roba es al pueblo, y todos sabemos que el dependiente, por lo general, quita un poco de aquí y un poco de allá, porque ahí está su ganancia.

¿Entonces, quién es el responsable de arreglar este caos en el que estamos viviendo?