TeleSur, un canal apto para Cuba

 

Por Osmel Ramírez Álvarez

HAVANA TIMES – Aunque Cuba es copatrocinador de TeleSur, demoró dos años en trasmitir su señal (del 2005 al 2007). Fue difícil aceptar dentro del sistema cubano que una televisión no monitoreada completamente por los mecanismos de censura del Partido Comunista se trasmitiera libremente a nuestro pueblo. Sonaba muy peligroso. Máxime cuando al inicio TeleSur estaba impregnado de un auténtico deseo de hacer una cobertura noticiosa libre de monitoreo y sus periodistas no habían sido “moldeados”.

Comenzaron con una o dos horas en el Canal Educativo 2. Allí pasaban por el “filtro” la programación del día y nos dejaban ver “Lo mejor de TeleSur”. A pesar de la selección meticulosa para que fuera “lo mejor”, según los sensores, era un espacio refrescante tras décadas de ver lo mismo y de la misma manera.

La programación se diferenciaba mucho de la nuestra pues era más diversa y objetiva. Si había un evento electoral en Venezuela u otro país, dejaban ver y escuchar a ambos lados, aunque el periodista enfatizara más en las virtudes del candidato de izquierda. Particularmente no me perdía esa trasmisión, que constituía para entonces una especie de oasis informativo.

Pero los “especialistas” cubanos ya estaban allí, en el corazón de TeleSur, trabajando e influyendo por un contenido a su imagen y semejanza. Aun a los dos años, aunque hubo que comenzar a trasmitir en Cuba por lo extraño de pertenecer a algo y venderlo como bueno, sin consumirlo, lo cierto es que el producto no estaba listo para nosotros. Luego, tras mayor adiestramiento, las horas de trasmisión fueron incrementándose paulatinamente. Primero ampliando la selección y finalmente en tiempo real.

Ahora trasmiten la mayoría del día, pues ya TeleSur está en su punto. Ni siquiera es necesario filtrar nada, todo está apto para nuestro consumo, cual si fuese el noticiero de la televisión cubana. Las noticias positivas, solo si se trata de países amigos de Cuba o Venezuela o donde gobierne la “izquierda amiga”. Las noticias negativas, solo si se trata de adversarios o donde gobierne la derecha. Es pura manipulación y cuesta mucho extraer pequeños tajos de la parte de la verdad subyacente.

Debido a esta línea de trabajo, como desde hace un tiempo casi todo el mundo critica a Venezuela, es demasiado el contenido negativo y apocalíptico que trasmiten del resto del mundo. Al menos en Cuba habían capturado mucha audiencia mientras fueron más objetivos, pero a estas alturas la han perdido en buena medida.

“Solo se puede ver TeleSur de rato en rato, si no terminas traumado. Te produce un estado de ánimo muy pesado y mucho estrés. Incluso con solo escuchar la musiquita de los noticieros ya es estresante. Es cierto que hay problemas, pero la idea que te dan es que el mundo se está acabando. Si te descuidas te vuelves loco”. –opinó un joven de Mayarí.

“Ese canal me pone mal, nada más hablan de desgracias y de guerras” –dijo un ama de casa.

Hoy TeleSur es un canal completamente manipulador, parcializado, tendencioso y apocalíptico. Más “a lo cubano” que los propios canales cubanos. Mantiene por añadidura una línea estalinista, anuladora de toda izquierda que no sea del agrado de los gobiernos de Venezuela y Cuba.

Lenin Moreno, el presidente de Ecuador, es un ejemplo vivo: por tener un diferendo interno en el partido Alianza País con su ex compañero Rafael Correa, perdió la aprobación inicial que tuvo de TeleSur. Aun siendo de izquierda es satanizado en todos los programas noticiosos y el referendo para consultar al pueblo el domingo pasado, por él convocado, tiene la lupa crítica de la televisora. Contrastante con el apoyo a la Asamblea Constituyente en Venezuela, donde solo participó el chavismo y se llevó a cabo en medio de una dudosa constitucionalidad.

Tampoco los socialistas demócratas cubanos, o la izquierda democrática alternativa al modelo autoritario, radicados en la isla o en el exilio, hemos sido visibilizados ni “buscados” por sus numerosos reporteros. Sin embargo en Colombia, donde la señal es menos vista que en Cuba, cualquiera que proteste por cualquier cosa sale automáticamente por TeleSur en entrevista exclusiva.

Otro ejemplo de parcialidad es en cuanto al apoyo al secesionismo: en Bolivia, donde el Gobierno de Evo Morales es afín a Venezuela, TeleSur combatió la independencia de la media luna oriental. Sin embargo en España, porque Mariano Rajoy es detractor del chavismo, apoyan la separación de Cataluña.

Y la prístina norma de dejar ver y escuchar a múltiples actores ya prescribió. Ahora solo trasmiten las voces de los amigos y el resto se rellena con las opiniones manipuladoras de los periodistas. Es el triunfo de la escuela cubana de periodismo y televisión, exportada como parte del paquete solidario a nuestros hermanos latinoamericanos.

TeleSur fue sin dudas una gran idea, como lo fue el chavismo y la propia Revolución cubana en sus momentos de gestación, pero miren a dónde nos conduce el extremismo político. El problema no está en ser parte de movimientos socialistas, sino en desechar el buen camino de la democracia y la libertad que nos motivó inicialmente, a cambio del callejón oscuro y sin salida del autoritarismo, que seduce y corrompe como serpiente en el Paraíso.