El insulto de elegir a nuestra Habana “ciudad maravilla”

Vicente Morin Aguado

HAVANA TIMES — La semana pasada se dieron a conocer los resultados de la última encuesta realizada a través de la página new7wonders.com, propiedad de la fundación suiza New Open World Corporation, eligiendo siete nuevas ciudades “maravilla”, entre ellas La Habana. Mientras la prensa nacional aplaudía a coro, en la calle la gente recibió esta noticia con asombro, incluso muchos creen que fue un insulto a la inteligencia de los cubanos.

Ciertamente no faltan sitios maravillosos en nuestra capital, próxima a cumplir cinco siglos, mientras igualmente la arquitectura urbana amenaza con desaparecer, debido a los interminables derrumbes.

Un elevado por ciento de los habaneros viven en aglomeraciones de cuartos llamadas eufemísticamente “ciudadelas”. Miles de personas están refugiadas en albergues provisionales, esperando la quimera de un hogar.

Contamos con barrios obreros cuyo diseño arquitectónico consiste en una aburrida repetición de edificios rectangulares, atentando contra el paisaje, además de contener numerosos vicios ocultos de la chapucería generalizada que caracterizó su construcción.

En numerosos lugares, entre ellos buena parte de la ciudad antigua intramuros-Patrimonio de la humanidad– no se recibe el agua potable directamente del acueducto. En la ciudad sobran las calles plagadas de baches y badenes. Abundan los puntos donde se acumula la basura junto al indetenible brotar de las aguas albañales.

Ante un paisaje urbano tan desigual, marcado por agudos contrastes, cuesta trabajo creer que vivimos en una de las siete maravillas del mundo moderno. Hay otras razones que refuerzan el decir popular de que la referida “elección” insulta la inteligencia de los cubanos:

El evento mediático compilado por New7Wonders no es nuevo, antes esta fundación liderada por el suizo Bernard Weber votó la lista de “las siete maravillas de la arquitectura” en el 2007, evento cerrado durante una presentación desde el Estadio de la Luz en Lisboa, vista por 1600 millones de personas, a través de 160 canales de la televisión internacional.

El espectáculo fue liderado por Jennifer López, Ben Kingsley y Cristiano Ronaldo entre otras figuras mediáticas de talla universal. Por supuesto, pocos cubanos vieron la ceremonia, dada nuestra crónica carencia de acceso a Internet o a la televisión satelital.

Considerando las ganancias del negocio, Weber organizó cuatro años después la elección de “las siete maravillas naturales”, y, ni corto ni perezoso, ahora nos ofrece “las siete ciudades maravillas” de nuestro convulsionado planeta: Beirut, Doha, Durban, Kuala Lumpur, La Paz, Vigan y La Habana. Personalmente me vi obligado a consultar la Wikipedia para conocer de la penúltima urbe mencionada, perteneciente a Filipinas.

Es obvio que estamos ante condiciones lejanas de la realidad nacional. Además, los cubanos no somos turistas, carecemos en general de perspectivas si se trata de apreciar las maravillas de nuestro planeta.

Las votaciones se realizan vía internet o mediante mensajes SMS, acreditándose el votante al adjuntar dos dólares norteamericanos. Si una persona tiene la posibilidad, común en el mundo desarrollado, de varias direcciones en la red o más de un teléfono, cambiando de nombre puede anotarse más de un sufragio.

Tal vez por los argumentos aquí enumerados, agrego el temor a una agresión vía teléfonos móviles como la tan reiterada del “zunzuneo”, las instituciones estatales de nuestro país no patrocinaron estos eventos, aunque se aprestan al aplauso de los resultados de una operación de marketing turístico que favorece al país.

Buscando detalles en la WIKI, encontré la opinión de la UNESCO sobre las millonarias consultas del señor Weber:

“La Unesco no dio el aval para esta campaña, por considerarla mediática y a título personal de Weber. El organismo internacional afirmó que la votación no es universal, en tanto que deja fuera a millones de personas que no tienen acceso a internet, y que la lista de candidatos fue creada bajo criterios poco científicos y educativos.”

La nota dando a conocer a nuestra Habana ciudad maravilla, incluyó en el diario Granma la siguiente apreciación: “Jean Paul de la Fuente, director de Desarrollo de Valor de la fundación, reconoció que la selección contribuirá a desarrollar el turismo en la Isla.”

Casualmente una renombrada compañía hotelera suiza construye aquí el futuro “cinco estrellas” Hotel Manzana, aledaño al Parque Central, donde el señor de la Fuente hizo sus declaraciones.

¿Tenemos o no tenemos tazones para considerarnos insultados?
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Vicente Morín Aguado: morfamily@correodecuba.cu