Cuba y La importancia de un ambiente propicio para la libertad

Por Osmel Ramírez Álvarez

HAVANA TIMES – Mucho se ha criticado en medios alternativos de internet la oposición de grupos religiosos al matrimonio homosexual y la posibilidad de adopción de niños por parejas de igual sexo. Aquí mismo en Havana Times se ha generado mucho debate, tanto a favor como en contra.

Pero guste o no es un derecho de los homosexuales el querer cambiar las normas existentes e igualmente lo es de los conservadores, sea por el motivo que sea, el querer preservarlas.

Hay gente de todo tipo y pensamientos igualmente variados. Lo importante es que todos podamos expresar esos pensamientos y aptitudes con libertad y en un ambiente de respeto. En el plano religioso y de orientación sexual ya se ha ganado un gran espacio de libertad, lo cual se hace evidente en el marco de este debate constitucional. Algo que por ahora solo queda vedado en Cuba al asunto político y económico.

Hace un tiempo atrás los comunistas aplastaban lo mismo a un religioso, un homosexual, un negociante o un opositor. Yo recuerdo que en los años 80 un señor cortejaba a una tía mía y el único defecto terrible que tenía, por lo cual no lo aceptó, era que era “negociante”, un estigma grave en aquella época. En la actualidad aunque no se ha ganado lo suficiente en ese aspecto ya lejos de ser una mancha se considera una virtud tener dotes de comerciante.

También recuerdo que estando en el preuniversitario vocacional de Holguín visitaba a mi hermana en la universidad pedagógica y supe de un compañero suyo fue expulsado por ser homosexual. Sus compañeros sospechaban su “problema” y por ello revidaron sus pertenencias. Encontraron cartas de amor con otro hombre y les pareció una ofensa que hubiese compartido el baño con ellos, todos desnudos. Por eso lo golpearon mucho y lo denunciaron a la dirección. Era inconcebible que un “invertido”, como se les consideraba entonces, educara niños.

La familia de mi esposa es mayoritariamente Testigo de Jehová. Son tantas las historias de prisiones, detenciones arbitrarias y presiones laborales que haría falta una obra gigante de muchos tomos para recogerlos. Ya no los persiguen pero muchos creen que son vigilados y viven en total zozobra, traumados de por vida. Uno de ellos era líder y sufrió dos penas, una por seis años, dos de ellos sin que la familia pudiese visitarlo. Frecuentemente militantes que querían escalar posiciones arremetían contra ellos en los centros laborales o en los CDR.

Sus publicaciones entraban furtivamente al país y las reproducían a escondidas. El tío de mi esposa cuenta que inventaron un cajón de madera para dentro poner la máquina de escribir y evitar el ruido de las teclas. Si un vecino las escuchaba podía denunciarlo al CDR  e iría preso. Las reuniones eran siempre en casas diferentes y no mas de 10 miembros para evitar llamar la atención. En las revistas actuales hay muchos ejemplos de fe bajo regímenes autoritarios pero ninguno sobre Cuba todavía. Se dice que temen que hacerlo provoque un retroceso en la libertad de predicar.

Escuché en una ocasión una historia de boca de un Pastor Metodista de Camagüey muy interesante y creíble. Su iglesia había sido fundada por un Pastor estadounidense, que había dejado a un cubano encargado al triunfo de la Revolución. Un día fue un Jeep lleno de guardias verde olivo preguntando por el nuevo Pastor y su esposa dijo que había salido. Por la bicicleta tirada en la cuneta imaginó que se lo habían llevado. Solo supo de él más de dos años después cuando fue liberado de la UMAP.     

Los Testigos son apolíticos por eso aunque se oponen al matrimonio homosexual votan en blanco. Pero no sucede así con las demás denominaciones cristianas. Se oponen abiertamente, exhiben propaganda en contra y hacen sus manifestaciones en público. Es evidente que gozan de esa libertad que antes era impensable. El Gobierno aprendió a convivir con las religiones y con la homosexualidad, pero le teme a muerte a la libertad política, a la democracia directa y a la libertad económica.

Está por verse cuál será el impacto de la inclusión de la posibilidad del matrimonio igualitario en la votación por la nueva Constitución. Es un riesgo real para el sistema porque es un asunto con mucha oposición. Los comunistas, hasta ayer homofóbicos, ya se volvieron tolerantes porque no contradicen a su partido, solo reciben orientaciones. Pero no son muchos los comunistas. Hoy está más diseminada la religión y el machismo que el marxismo. Seguro cuentan con la incultura cívica y el temor a que el voto sea vigilado. Es increíble pero muchos no saben que votar NO es una opción posible o no se atreven simplemente.

De pronto solo invito a que se vea esta campaña por “el diseño original de la familia” de las religiones como un acto de libertad. Como igualmente sucede con la lucha por los derechos de los LGTB. ¡Qué hoy ya es posible en Cuba, enhorabuena!

Lo cual demuestra que la libertad necesita un ambiente propicio para ejercerse, cosa que todavía no tenemos con respecto a los derechos políticos y humanos en general. Por eso hay que entender que los cubanos no somos cobardes como muchos aseveran irrespetuosa e injustamente, ni merecemos lo que estamos pasando. Simplemente no somos suicidas.