Bloqueo o Embargo: ¡a mí lo mismo me da Juana que su hermana!

Vicente Morín Aguado  (fotos: Juan Suárez)

Leyendo la prensa.

HAVANA TIMES — Durante una sesión inolvidable de la recién finalizada Conferencia anual de ASCE, organización radicada en Estados Unidos, dedicada al estudio de la economía cubana, Miriam Leyva disertó sobre el futuro inmediato de las relaciones entre el gran país del norte y nuestro archipiélago. El bloqueo o embargo fue mención obligada: “debiéramos ir saliendo de este dilema forzoso, dar otros pasos, avanzar sin tener encima esta yunta sobre nosotros.”

Si no fui exacto, ojalá Miriam lea este comentario y me rectifique, de cualquier manera sus palabras inspiraron mis recientes ideas acerca del tema, convertido por el liderazgo de los Castro en la problemática principal de las relaciones entre ambos países desde el triunfo de la Revolución. Miriam Leyva es la viuda de Oscar Espinosa Chepe, destacado diplomático nuestro, disidente, devenido en valioso opinante acerca de la economía nacional.

En el aeropuerto de Miami, constaté nuevamente mi experiencia de las dos jornadas junto a la muy concurrida Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana (SINA), los cientos de personas reunidas diariamente en estos lugares corroboraban que las relaciones entre ambos países rebasan cualquier intento pesado de ruptura, tienen raíces profundas en la historia, crecen como parte de un bosque verde, alimentado por los rayos del trópico intermediario.

Ante el obligado pesaje, los equipajes rebasaban cualquier referencia a un vuelo habitual de una línea aérea, había gente pagando por llevar a la Isla aquellas cargas, aprovechando la ligereza de maletas de otros pasajeros. Lo esencial era y es el vínculo entre todos los cubanos, no importa donde estés. Sabemos por sobradas evidencias que este asunto se extiende a otras latitudes donde existe la diáspora nacional.

Entonces viene la pregunta: ¿Por qué seguir en el dilema del Embargo o el Bloqueo? Para nada me importa el nombre, menos aún los reclamos de ambas partes, si se trata de las repetidas consignas políticas.

Me declaro por siempre, no volveré a repetirlo, decidido opinante contra el castigo, discriminatorio además, significado en la medida dictada por el Presidente Kennedy. No deseo volver sobre el asunto, propongo otros caminos.

Hora de merienda

Los cubanos siguen arribando a las costas, las fronteras terrestres, los aeropuertos inclusive, buscando un hábitat en Los Estados Unidos. La ley de ajuste de 1966 les favorece. Miriam opinó, yo de acuerdo, en mantener el estatus aunque los acontecimientos recientes incitan a revalorizar el tema. Es temprano, todavía conocemos de gente golpeando a las mujeres en La Habana, solamente por manifestarse pacíficamente contra el gobierno.

Durante un almuerzo promovido por ASCE, cinco muchachas emprendedoras, cuenta propistas viviendo y trabajando en La Habana, contaron algo de sus experiencias, por ahora exitosas, valorizando la propiedad privada de acuerdo a las reglas de las reformas raulistas. Fueron esquivas cuando se les preguntó sobre el origen de sus primeras finanzas.

Obama permite el envío de hasta cinco mil dólares hacia un compatriota vía Western Unión, la compañía líder mundial de transferencias monetarias. En Estados Unidos viven un millón de cubanos, en tanto cifras menores, nada despreciables, están radicadas alrededor del planeta. Puedo ratificarles que cuento con un atento lector en las antípodas de Nueva Zelandia.

Las relaciones cubano americanas son imparables, pasan por encima de los políticos, cuyas ambiciones personales, deseos, pragmáticas e ideologías, quedan a la zaga, atemperándose a los impulsos de las familias, de esa mayoría fuera de cualquier pantalla de TV, ya sea un “Panda” en La Habana o un “3D” en Miami.

Entonces digo, el Bloqueo o el Embargo debe quedar fuera de las consignas, mejor olvidarlo, sería un golpe demoledor a los extremos políticos que nos proponen aquellos rumiantes de una oposición cuyo origen es real, ahora mantenida fuera del tiempo, ida del lugar, tanto aquí como allá.

Pasando por la carniceria.

En Los mercados agropecuarios de nuestro largo archipiélago los precios de la carne de puerco siguen indetenibles marcha arriba, similar apreciación acompaña a otros establecimientos, todos bajo el control del monopolio, binomio partido-estado, dominante entre nosotros.

En Miami la TV me presentó imágenes desesperadas de balseros repatriados porque fueron auxiliados en el mar, antes de tocar Cayo Vizcaíno, tierra firme de la Florida. También aprecié la crueldad injustificada de las autoridades bahamesas contra inmigrantes nuestros, sin un reclamo público por parte del gobierno de mi país.

Los peloteros consiguen contratos millonarios, en tanto algunas “glorias del deporte revolucionario”, ya retirados, obvian los beneficios ofrecidos a última hora por su patriótico gobierno, refugiándose en “el estado del Sol.”

Otros muchos llegan, vienen y van, la ola es imparable, nadie se atreve a detenerla.

De muchas formas vamos derrotando ese dilema conocido por la disyuntiva de un SI ó un NO al Bloqueo o Embargo, pasando por encima de los que en ambas riveras de la Corriente del Golfo chupan los beneficios de tal posición irreconciliable. Es tiempo de soplarles una rechifla, acompañada del conocido estribillo, muy cubano por cierto: ¡A mí lo mismo de da, Juana que su hermana!
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Vicente Morín Aguado: morfamily@correodecuba.cu

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