Acerca del Primero de Mayo en Cuba

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES — La celebración del Primero de Mayo en Cuba, después del triunfo de la Revolución, se ha convertido en una fiesta de los trabajadores, los que desfilan por millones, no solo en la capital del país, sino en todas las capitales provinciales y en la mayoría de los municipios.

A diferencia de lo que ocurría antes de 1959 y ocurre en la actualidad en la mayoría de los países capitalistas, los trabajadores cubanos no enarbolan pancartas pidiendo reivindicaciones, ni protestando por los recortes presupuestarios a la salud y la educación.

Tampoco piden que se creen puestos de trabajo para bajar el índice de desocupación, que en muchos países alcanza niveles de más de la cuarta parte de la fuerza laboral y que en los jóvenes es, a veces hasta del 50 por ciento.

En Cuba podemos decir que no hay desocupación, porque si bien es cierto que en algunos organismos se han racionalizado plazas en busca de la eficiencia económica, en otros lugares falta fuerza de trabajo. Claro está que esto trae algunas molestias a los trabajadores, pero lo cierto es que la Revolución no ha dejado a nadie abandonado a su suerte.

Los trabajadores cubanos desfilan el Primero de Mayo en apoyo a la Revolución, y las pancartas que se enarbolan son precisamente en ese sentido y para pedir el cese del bloqueo que Estados Unidos mantiene contra Cuba hace más de 50 años.

Aunque algunos digan que estoy haciendo propaganda, mi único interés es reflejar la realidad de Cuba, que muchas veces es ignorada o tergiversada por la prensa internacional. En este caso, trasladar a mis lectores el sentimiento que impera en Cuba alrededor del Primero de Mayo, un sentimiento festivo y de apoyo a la Revolución.

En los últimos 14 años, uno de los temas principales reflejados por los trabajadores en sus pancartas es la petición de que sean liberados y regresen a Cuba, cinco cubanos luchadores contra el terrorismo, que fueron detenidos y condenados en Estados Unidos a largas penas de cárcel por delitos que no cometieron, pues ellos sólo estaban en ese país monitoreando a los grupos terroristas que preparaban acciones violentas contra Cuba y contra los propios Estados Unidos, y con su labor impidieron que se cometieran actos terroristas que hubieran costado la vida a muchas personas inocentes.

Miles de jóvenes participan en esos desfiles, pero no para pedir educación gratuita y de calidad, como sucede en otros lugares, sino para ofrecer su apoyo a la Revolución.

Contrastan los desfiles en Cuba el Primero de Mayo con los de muchos países, donde la policía los reprime violentamente, sólo por el hecho de que exigen sus derechos como trabajadores.

En Cuba, desde que se acerca el Primero de Mayo, se nota un ambiente festivo. En muchas provincias se saluda la fecha con fiestas populares, conciertos de conocidos artistas y actividades diversas en honor a trabajadores destacados o por el cumplimiento de los planes de producción de ese territorio.

En la capital del país, en muchas ocasiones, ha desfilado más de un millón de trabajadores, estudiantes y pueblo en general, siempre mostrando un gran entusiasmo por la festividad y su apoyo incondicional a la Revolución.

En Cuba podemos decir que no hay desocupación, porque si bien es cierto que en algunos organismos se han racionalizado plazas en busca de la eficiencia económica, en otros lugares falta fuerza de trabajo.

Se espera que este año, los primeros en desfilar sean los trabajadores de la ciencia, sector que no existía antes de la Revolución y que hoy alcanza un desarrollo que lo coloca entre los primeros en la economía del país.

Otro sector que tendrá una amplia representación en los desfiles, por ser en estos tiempos la locomotora que lleva hacia adelante la economía, es el Turismo, que crece y se desarrolla continuamente.

De muchas partes del mundo vienen dirigentes sindicales y grupos de trabajadores para desfilar junto a los cubanos, y como han declarado muchos de ellos más de una vez, a darse un baño de entusiasmo y de alegría con el pueblo cubano.

Aunque algunos digan que estoy haciendo propaganda, mi único interés es reflejar la realidad de Cuba, que muchas veces es ignorada o tergiversada por la prensa internacional. En este caso, trasladar a mis lectores el sentimiento que impera en Cuba alrededor del Primero de Mayo, un sentimiento festivo y de apoyo a la Revolución.