El sábado alrededor de 500 personas se manifestaron en Vila Autódromo, una comunidad amenazada de desalojo por su cercanía al terreno donde se construirá el Parque Olímpico para 2016.
La manifestación terminó en la central de producción de la Red Globo de Televisión. Los vecinos acusaron allí a la corporación de hacer una campaña por el desalojo de la comunidad en sus medios de comunicación.
Por otra parte, simpatizantes y usuarios del Complejo Maracanã cuestionaron las consecuencias de la privatización del famoso estadio, que tiene su proceso licitatorio cuestionado en la Justicia brasileña.
Además, los manifestantes repudiaron la “elitización del fútbol”, según sus propias palabras.
Durante la marcha también se criticó la distorsión arquitectónica incluida en la reforma para el Mundial de Fútbol, con un costo de más de 1 billón de reales. Atletas, entrenadores, maestros y padres recordaron la amenaza de demolición del Estado de Atletismo Celio de Barros, el Parque Acuático Julio Delamare y el Municipal Friedenreich School.
Renato Cosentino, del Comité Popular de la Copa y las Olimpiadas, explicó que los cuestionamientos a los impactos de los mega-eventos deportivos tienden a ser cada vez más frecuentes. Expresó que este tipo de protestas ya suceden en Río desde la preparación para los Juegos Panamericanos 2007. (PÚLSARBRASIL)
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