Concretamente, esta vez se trata de una reducción del tiempo que duran los bonos de recarga doble. O sea, anteriormente se pagaba 20 CUC o su equivalente en otras monedas, y el beneficiario recibía un crédito adicional de 30 CUC, el cual expiraba al mes y medio. Pues ahora tendrá solo 16 días para consumir el mismo saldo.
Mírese como se mire, los dos efectos principales de esta medida son limitar las posibilidades que ya tenían los clientes, y obligarlos a gastar más y, con ello, engrosar las nunca satisfechas arcas de Etecsa. Y eso que sus ganancias por concepto de recargas desde el extranjero son millonarias [la cantidad es secreto de estado], tanto que algunos expertos consideran este dinero como una fuerte forma de remesa.
Con esto, confirmamos algo que hemos aprendido a golpes: los monopolios no son buenos; sean los grandes holdings del capitalismo o las simples empresas del socialismo. ¿Cómo una sola compañía, una solita, llega a tener tanto poder sobre la vida de tanta gente? ¿Cómo, además, no entiende que no se juega con los servicios básicos –como el agua y la electricidad, o la telefonía e Internet? ¿Quién le pone el cascabel a Etecsa?
Presentamos las noticias internacionales en breve recopilada por Democracy Now el lunes 29 de abril de 2024.
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