Cubano liberado podría estar en peligro

Redacción IPS Cuba

HAVANA TIMES, 8 oct. — Familiares, abogados, políticos y seguidores del caso celebran la salida de prisión, en Estados Unidos, del cubano René González con la alerta de los peligros que podrían traer para su vida la permanencia en ese país mientras cumple con las exigencias de “libertad supervisada” por tres años.

“Si a René le ocurriera algo, será responsabilidad del gobierno estadounidense, afirmó el día 7 en México el presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, y recordó recientes declaraciones de la congresista estadounidense Ileana Ross-Lehtinen que incitan a la violencia contra el cubano.

En tanto, la esposa de González, Olga Salanueva, aseguró en declaraciones a la televisión cubana que una vez fuera de prisión, la batalla ahora es por el retorno a Cuba. “Lo lógico es que él saliera de ahí, fuera directo para el aeropuerto y viniera con esos mismos familiares que fueron a recibirlo”, dijo.

González, el primero de los cinco agentes cubanos condenados a severas condenas por cargos de espionaje, salió la madrugada del viernes 7 de la cárcel Federal Correctional Institution del estado de Florida tras cumplir 13 años de prisión.

A la salida, lo esperaban sus hijas, su padre y hermano, el abogado Roberto González, quien trabajó activamente en su defensa. Salanueva no pudo viajar a Estados Unidos por ser considerada “inadmisible” por las autoridades migratorias de ese país.

“Él me llamó y la primera frase fue ‘mi amor ya estoy aquí, con las niñas, estamos bien. Hubo abrazos, besos lágrimas. (…) Ese martirio cesó; René salió libre, pero no se ha cerrado todavía el ciclo, se va a cerrar cuando venga a su hogar, su casa. No a un domicilio que tiene que buscar ahora para estar”, dijo Salanueva al sitio oficial Cubadebate.

El abogado Philip R. Horowitz, quien trabajará ahora para conseguir el regreso de su defendido a la isla, declinó por “razones de seguridad” informar sobre cuáles son los planes inmediatos de su representado y en qué sitio de Estados Unidos tiene previsto cumplir con su libertad supervisada.

La sentencia impuesta al cubano en 2001 incluyó el requisito especial de prohibirle, tras su salida de la cárcel, “asociarse a/o visitar lugares específicos donde se sabe que están o frecuentan individuos o grupos tales como terroristas”, según el documento penal. Establecía también el requisito de “libertad supervisada” durante tres años.

En septiembre pasado, la jueza Joan A. Lenard, del distrito Sur de la Florida, negó una moción presentada por Horowitz solicitando el regreso de González a Cuba al salir de prisión.

Lenard alegó que la moción de René era prematura porque el período de libertad supervisada no comenzaría hasta tanto saliera de prisión y que, además, se necesitaría tiempo antes de que la Corte fuera capaz de evaluar de forma apropiada las características del acusado.

Según el abogado de González esa decisión aún podría ser reconsiderada partiendo de la buena actitud mantenida por el cubano en la prisión y teniendo en cuenta razones humanitarias como es la constante negación de visa a su esposa. Como próximo paso, González deberá presentarse ante el oficial de probatoria la próxima semana.

Paralelamente, representantes de diversas denominaciones religiosas cubanas se reunieron el viernes 7, en el Auditorio del Centro Diocesano de la Iglesia Episcopal de La Habana, para realizar un acto de solidaridad convocado por la Plataforma Pastoral Cubana para trabajar por la reunificación familiar de los Cinco.

Personas de fe cristiana, yorubas, abakuás, musulmanes, bahais, budistas, entre otras, se reunieron para pedir el “fin del castigo” a los cinco hombres, que Cuba cataloga como héroes en la lucha contra el terrorismo, en un “culto a la dignidad, la fraternidad y la amistad”, según el reverendo Pablo Odén Marichal, coordinador de la plataforma.

Durante el encuentro, se dio a conocer una carta que pide al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, usar su poder y prerrogativas presidenciales a favor de los cinco cubanos.