El fin de semana antepasado visité la playa El Salado, había cientos de personas, la mayoría en familia con muchos niños incluidos. Intentamos bañarnos pero encontramos pedazos de botellas de cerveza por todas partes, en el agua y medio hundidos en la arena.
Me propuse limpiar un pequeño espacio de playa para que la bebé que traíamos con nosotros no se cortara pero tras sacar 15 cristales desistí. Eran tantos los vidrios y tenían formas tan peligrosas que sería una irresponsabilidad dejar que un niño pasee por allí.
Al volver a mirar el paisaje veo a las familias comiendo y bebiendo alcohol en el mar, arrojando la basura al agua mientras sus propios hijos juegan entre cristales. La playa carece de basureros y los pocos que existen están repletos sin que haya personal para vaciarlos.
El Salado parece la playa más libre del mundo, no había policías ni autoridad visible, ningún cartel prohibiendo nada, ni siquiera vi un salvavidas para un caso de emergencia. Es triste ver como una playa del Caribe puede convertirse en un peligroso vertedero.
Presentamos las noticias internacionales en breve recopilada por Democracy Now el lunes 6 de mayo de 2024.
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