Carromero: “Si me hubiera callado, habría tenido el indulto”

Por Daniel García Marco

Angel Carromero. Foto: elnuevodiario.com.ni

HAVANA TIMES (dpa) — El político español Angel Carromero lleva hoy a Washington su verdad de la muerte de los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, a la espera de encontrar un respaldo político para lograr una investigación internacional que no consigue en su país.

“Traerme (a España) no fue gratis”, dijo Carromero, de 28 años, a la agencia dpa en Miami, donde el exilio cubano escuchó con atención su versión del accidente del 22 de julio de 2012 en el que perdieron la vida Payá y Cepero y por el que el español cumple en su país una condena en tercer grado (semilibertad) por homicidio imprudente.

Carromero, que pasó seis meses detenido en Cuba, defiende su inocencia y acusa al gobierno de la isla de provocar el accidente en lo que considera un “atentado”. El español conducía en la isla el automóvil en el que murieron los opositores. Asegura que fueron embestidos por un coche de la seguridad del Estado.

El gobierno español del Partido Popular, el mismo al que pertenece Carromero, pudo repatriarlo para que cumpliera su condena en régimen abierto en casa, pero ni la Justicia de su país aceptó estudiar el caso como solicitaba la familia Payá ni el gobierno le concedió el indulto.

“Decir la verdad nunca puede ser malo. En este caso ha tenido consecuencias, yo no estoy indultado. Si me hubiera quedado callado, el indulto sí lo hubiera tenido”, dijo a dpa Carromero, que ha denunciado que no tuvo un juicio justo, que el gobierno de La Habana manipuló las pruebas y que su confesión grabada en video fue forzada.

dpa: ¿El interés despertado en Washington por el caso contrasta con lo sucedido en España?

Carromero: Cuando me trajeron de Cuba, en el mismo pack metieron a otro español condenado por narcotráfico. Nada más llegar a España pidió el indulto. La familia de Oswaldo también lo pidió para mí. A este español condenado por narcotráfico se le indultó, alegó que no había tenido un jucio justo y que había sufrido maltrato psicológico y físico en las cárceles de Cuba. A mí no se me indultó, porque decían que no estaba arrepentido. Si la familia de los fallecidos no me ha culpado y ha pedido el indulto para mí, ¿cómo se arrepiente un inocente?

¿Mantiene entonces una relación contradictoria con el gobierno español?

Carro en que murieron Oswaldo Payá y Harold Cepero

Carromero: Traerme no fue gratis, el ministro (de Exteriores, José Manuel García) Margallo, en la comisión de Exteriores, en sede parlamentaria, está en el diario de sesiones, reconoció que Cuba había exigido un precio político por dejarme volver a mi país. Es propio de un secuestrado del que piden recompensa. Si fue un accidente, ¿por qué piden un precio político por mí?

¿Por sacarle de la isla?

Carromero: Lo que querían es que España propiciara el cambio de la posición común europea (hacia Cuba).

¿Le consta que haya habido movimientos a este respecto?

Carromero: No sé qué se pactó o no, pero sigue en vigor la posición común y espero que haya países en la Unión Europea que, hasta que no haya derechos humanos para los cubanos, hagan que se mantenga la posición común.

¿Tiene algún reproche al gobierno de España?

Carromero: Siempre estaré agradecido por traerme de vuelta, yo había perdido toda esperanza y lógicamente hicieron lo imposible por que yo volviera. Sería injusto que yo les recriminara algo.

¿Ha tenido alguna conversación con García Margallo o con el presidente Mariano Rajoy?

Carromero: Aunque parezca mentira, he visto a todos los dirigentes de mi partido, pero el ministro Margallo nunca ha accedido a verme.
Me hubiera encantado ver al ministro sólo para agradecerle que haya conseguido traerme de vuelta a casa.

¿Ha recibido alguna presión del gobierno para dejar de hablar del tema?

Carromero: Hablé con mucha gente, alguna gente me recomendó guardar silencio y otra gente me dijo que con la verdad se llega a todas partes y que la verdad nos hará libres. Decir la verdad nunca puede ser malo. En este caso ha tenido consecuencias, yo no estoy indultado. Si me hubiera quedado callado, el indulto sí lo hubiera tenido. Pero callarme habría sido de cobardes y de inmoral. Si me hubiera venido un ataque de amnesia, no tengo ninguna duda de que mi vida sería completamente diferente

El cuarto ocupante del vehículo, el político sueco Aron Modig, salió de Cuba una semana después del accidente y no dice nada en público. ¿Le apoya al menos en privado?

Carromero: No quiere hablar, no quiere meterse en nada. En privado tampoco sale de ahí. Su posición es legítima, aunque yo no la comparto. Respeto que decida no acordarse, porque fue también una experiencia muy traumática para él. Entiendo que hay gente que tenga miedo. Yo he recibido amenazas de muerte.

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